Salman Rushdie, guionista de cine
'Hijos de la medianoche¡¯, la novela m¨¢s aclamada del escritor, aterriza en las salas El autor adapt¨® su obra para un proyecto que la diplomacia iran¨ª trat¨® de abortar
La directora india Deepa Mehta compr¨® por un d¨®lar (algo menos de un euro) los derechos cinematogr¨¢ficos de Hijos de la medianoche, la novela del escritor Salman Rushdie ganadora del Best of the Booker (el mejor de los premios Booker) en 2003. La transacci¨®n econ¨®mica sucedi¨® la noche del 9 de junio de 2008 en Toronto. La realidad m¨¢gica en forma de pel¨ªcula llega el 5 de julio a los cines espa?oles. ¡°Durante dos a?os desarrollamos el guion, elegimos a los actores y conseguimos el dinero. He aprendido que cuando unos patrocinadores potenciales te dicen que les encanta tu libro, que les gusta tu guion, que adoran a Deepa y que se comprometen plenamente a contribuir a que se haga realidad, lo que quieren decir es: ¡®Bienvenidos¡±, explica el autor a trav¨¦s de correo electr¨®nico, la ¨²nica v¨ªa que ofrece para conceder entrevistas.
Rushdie acompa?¨® a la autora de la trilog¨ªa Tierra, Fuego y Agua, por la que fue nominada a un Oscar, durante todo el proceso de adaptaci¨®n y reducci¨®n a guion de los 60 a?os de historia de la India que aparecen en la novela. Hijos de la medianoche comienza a las doce en punto de la noche del 15 de agosto de 1947. En el preciso instante en que el pa¨ªs se independiza de Gran Breta?a nacen dos beb¨¦s en una cl¨ªnica de Bombay que son intercambiados por una comadrona. Saleem Sinai, hijo ileg¨ªtimo de una mujer pobre, y Shiva, reto?o de un matrimonio rico. Sus destinos quedar¨¢n vinculados indisolublemente a la tumultuosa historia del pa¨ªs hasta el catastr¨®fico final del Gobierno de Indira Gandhi. ¡°Comenc¨¦ por recrear una serie de im¨¢genes en mi mente¡±, relata el escritor. ¡°El cineasta Nicolas Roeg una vez me dijo que si eres capaz de resumir una pel¨ªcula en seis fotogramas mentales, estar¨¢s delante de un buen filme¡±.
Rushdie vendi¨® por un d¨®lar los derechos cinematogr¨¢ficos a la cineasta Deepa Mehta
A Mehta la tarea le result¨® mucho m¨¢s cotidiana. En las 533 p¨¢ginas del autor de Los versos sat¨¢nicos adem¨¢s de palabras, encontr¨® una epopeya de su tierra natal en fotogramas. Cerrado el guion en diversas conversaciones, la labor de Rushdie se concret¨® en aportar material gr¨¢fico de su infancia y cerrar el reparto: ¡°Nos reunimos con varios titanes de Bollywood, a los que tuve que narrar la pel¨ªcula en sus casas, e incluso en sus grandes limusinas; pero al final decidimos evitar dar papeles a esas megaestrellas de Bombay que no estaban acostumbradas a trabajar como parte de un reparto coral¡±. Optaron por actores aclamados en la India que ¡°dejaron sus egos en casa y entregaron todo su ser¡±. El casting final alcanz¨® la cifra de 127 papeles con di¨¢logos y miles de extras, con oficios tan opuestos como el de mago callejero y el de general del ej¨¦rcito. ¡°La elecci¨®n de unos personajes m¨¢gicos me ayud¨® a retratar las esperanzas y los peligros de la independencia de India¡±.
Entonces s¨ª, Rushdie se retir¨® y dej¨® que la cineasta y el productor David Hamilton hicieran su labor. Ubicaron el rodaje en Sri Lanka y crearon 64 localizaciones donde pasar¨ªan casi seis meses de rodaje. El realismo m¨¢gico y asi¨¢tico de Salman Rushdie adem¨¢s requiri¨® 300 fondos de im¨¢genes digitales para concebir y manipular lugares y situaciones fant¨¢sticas. ¡°No fue sencillo trasladar mi estilo narrativo a la pantalla, por suerte vivimos en una ¨¦poca de fantas¨ªa en la que el p¨²blico acepta este tipo de licencias¡±, dice Rushdie.
Para descargar los tintes m¨¢gicos, Dilip Mehta, hermano de la cineasta y responsable de vestuario y escenograf¨ªa, recurri¨® a su habilidad negociadora y a unas cuantas tazas de t¨¦ para conseguir prestados objetos dom¨¦sticos y equipos militares ¡ªincluidos tanques, aviones y artiller¨ªa¡ª. Aunque lo que quedar¨¢ subrayado en la bit¨¢cora del rodaje fue el momento en que se escaparon dos cobras venenosas o cuando un elefante se perdi¨® en mitad de un desfile.
Obst¨¢culos insignificantes en comparaci¨®n con la brecha que les esperaba a mitad del camino. Tras cuatro semanas de rodaje, el embajador de Sri Lanka en Ir¨¢n recibe un comunicado del Gobierno de Ahmadineyad mostrando su rechazo al proyecto y su firmante. Durante 92 horas, Hamilton intent¨® amortiguar el golpe al tiempo que prepar¨® un plan de contingencia. Gracias a la intervenci¨®n de la embajada de Canad¨¢ en el pa¨ªs y el apoyo del presidente de Sri Lanka, terminaron el rodaje en dependencias diplom¨¢ticas. ¡°No tengo nada m¨¢s que decir del Gobierno iran¨ª¡±, zanja Rushdie, ¡°hicimos la pel¨ªcula, es lo ¨²nico que importa¡±. Lo cierto es que el par¨®n impidi¨® que el autor visitara el rodaje y el equipo celebr¨® el 30? aniversario de la publicaci¨®n de la novela con un pastel y el escritor al otro lado de la pantalla del ordenador.
Con m¨¢s de 40 preventas internacionales conseguidas, Hijos de la medianoche no pudo sortear considerables p¨¦rdidas econ¨®micas para un filme que, en palabras del escritor, tiene la categor¨ªa de indie por falta de apoyo financiero de una gran major de la industria. La pel¨ªcula finalmente llegar¨¢ a unos 50 pa¨ªses, seg¨²n estimaciones del propio Rushdie, entre los que no aparece Pakist¨¢n. A¨²n as¨ª, el escritor se siente satisfecho por haber concluido un proyecto tantas veces interrumpido y por haber ofrecido su particular ¡°carta de amor¡± a sus conciudadanos. ¡°Cuando la pel¨ªcula se estren¨® en la India fue muy interesante comprobar c¨®mo la gente joven se identificaba con una historia que podr¨ªa considerarse ya como antigua¡±, asegura. ¡°Despu¨¦s de todo, los grandes temas son los que prevalecen: los conflictos familiares y los abusos de poder¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.