Alfredo Papo, impulsor del jazz
El promotor consigui¨® que los grandes genios actuasen en Espa?a
La vida de Alfredo Papo (Mil¨¢n, 1922) es como un relato novelesco. Su lengua materna era el espa?ol sefard¨ª que su familia conserv¨® desde la expulsi¨®n de los jud¨ªos en el siglo XV. Despu¨¦s de un periplo de varios siglos, la familia Papo recal¨® en Mil¨¢n, donde naci¨® Alfredo, y a los pocos a?os se trasladaron a Par¨ªs. Aquel adolescente que viv¨ªa enganchado a la radio un buen d¨ªa escuch¨® un sonido totalmente nuevo para ¨¦l. Y se enamor¨® del jazz.
Aquella m¨²sica se convirti¨® en s¨ªmbolo de resistencia a la invasi¨®n nazi y se multiplicaron los conciertos en Par¨ªs. Pero en septiembre de 1943 la familia Papo tuvo que huir de los nazis para refugiarse en Barcelona, una ciudad empobrecida por la posguerra, en la que Alfredo busc¨® en vano reemprender su afici¨®n al jazz. Hasta que en 1946 Pere Casadevall le invit¨® a reinstituir el Hot Club y Papo comenz¨® a organizar jam sessions en un local del pasaje de Saratoga con m¨²sicos a los que su poder de persuasi¨®n lograba sacar de la cama a las once de la ma?ana despu¨¦s de los bolos de la noche en las salas de baile.
En 1950, el Hot Club de Barcelona ya programaba conciertos de los grandes del jazz en gira, con nombres como Duke Ellintong o Count Basie. Primero en peque?as salas y, con los a?os, finalmente en el Palau de la M¨²sica Catalana. Gracias al acuerdo que alcanz¨® entonces con TVE, que emit¨ªa los conciertos grabados en el Palau, pudieron abaratar las entradas y no arriesgar tanto dinero, pues toda aquella haza?a la emprend¨ªan simples aficionados que no ten¨ªan cobertura para poder aguantar imprevistos. Y toda Espa?a pod¨ªa ver y escuchar jazz en tiempos grises.
Alfredo Papo public¨® una colecci¨®n de poemas en jazz para cinco instrumentos (1975, Gr¨¤ficas Laitanas), en colaboraci¨®n con la fot¨®grafa Anna Turbau, y en el libro El jazz a Catalunya (1985, Edicions 62). Adem¨¢s de gran cantidad de art¨ªculos cr¨ªticos en las revistas Ritmo y Melod¨ªa y Jazz Hot.
Su pasi¨®n por la m¨²sica jazz mantuvo su fuerza vital hasta el pasado 10 de julio, d¨ªa en que muri¨® en Barcelona a la edad de 91 a?os, en su cama, rodeado de sus familiares y amigos, entre los que se contaban sus discos y sus libros. En estos ¨²ltimos meses se hab¨ªa propuesto el reto de repasar met¨®dicamente su colecci¨®n de vinilos escuch¨¢ndolos por orden de estanter¨ªa. Ironizaba con la idea de no tener tiempo para poder acabar el recorrido. A pesar de sus limitaciones f¨ªsicas, todav¨ªa acud¨ªa cada 15 d¨ªas a los estrenos en el Jamboree. No le importaba llegar en silla de ruedas y necesitar un cuarto de hora para acceder al s¨®tano. Su ritmo ya era muy lento, pero no quer¨ªa perderse el swing de la vida. La m¨²sica lo transfiguraba. Esa pasi¨®n ¨ªntima logr¨® que Barcelona fuera capital del jazz en unos tiempos tan duros para la cultura.
Laura Terr¨¦ es comisaria de exposiciones.
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