Datos, datos
Ana Pastor dice que se deja la ideolog¨ªa en casa. No es cierto, pero pesa m¨¢s la verdad que los prejuicios. Algunos han estado aplaudiendo el silencio sobre tramas oscuras. Prefieren no saber
¡°La objetividad no existe¡±. Es lo primero que escuch¨® una promoci¨®n de aspirantes a periodista y algunos creyeron que se derrumbaba un ideal. No era eso. No hay objetividad desde el instante en que el informador piensa de qu¨¦ informar, y selecciona datos y fuentes, as¨ª que no puede esperarse de ¨¦l un relato neutro, rob¨®tico, sin alma. Pero lo que s¨ª existe es la verdad, y por desgracia la mentira. Y lo honesto, lo profesional, que no lo objetivo, es atenerse a lo cierto y no dar cr¨¦dito a lo falso. Los hechos son sagrados y las opiniones, libres, como sentencia la vieja m¨¢xima anglosajona.
Una de las novedades de la temporada televisiva ha sido el regreso de Ana Pastor, que brill¨® como entrevistadora impertinente en TVE hasta que asust¨® al PP. En su nuevo programa El objetivo (La Sexta), Pastor presume de apoyarse solo en la solidez de los datos. ¡°La ideolog¨ªa se queda en casa¡±, declara de forma poco convincente. Claro que influyen tus valores cuando buceas en un oc¨¦ano de datos. Pero si no colocas tus prejuicios por encima del rigor se abrir¨¢ paso la verdad, y con ella la libertad del ciudadano.
El periodismo de datos es una tendencia en alza, s¨¦panlo, pero siempre el informador estuvo obligado a lograr los mejores datos. Hoy hay herramientas inform¨¢ticas que no hab¨ªa, y persisten los obst¨¢culos para llegar a esa verdad que quieren escondernos. Lo que no cabe es el periodismo contra los datos. Ante revelaciones terribles que en pa¨ªses m¨¢s serios har¨ªan rodar cabezas, algunos medios se han dedicado a aplaudir el silencio. No se entiende que, por una afinidad ideol¨®gica que es leg¨ªtima, eligieran el no saber.
La verdad importa. No se vino abajo la mayor¨ªa de Aznar por castigo a su gesti¨®n, sino por no contar la verdad sobre hechos muy tr¨¢gicos. El peor momento de Rajoy no se ha debido tanto a los efectos de sus pol¨ªticas, que son tremendos, como al l¨ªo de silencios y explicaciones confusas sobre las tramas oscuras.
Al fin el l¨ªder silencioso se dign¨® a dar explicaciones, pero no entr¨® en muchos detalles para no enredarse con los datos. Esos datos que estropear¨ªan un discurso result¨®n y trucado. Esas preguntas esquivadas sobre qui¨¦n, a cambio de qu¨¦, dio cu¨¢nto dinero sucio a qui¨¦n, y c¨®mo y d¨®nde y cu¨¢ndo. Las uves dobles del ingl¨¦s. Salv¨® la cara. No aclar¨® nada.
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