¡°Hay series de animaci¨®n que olvidan que los ni?os son tambi¨¦n inteligentes¡±

Jeff Swampy Marsh (California, EE UU, 1960) es uno de los creadores de Phineas y Ferb, la exitosa serie de dibujos animados que se ha convertido en un icono para Disney Channel, el canal donde se emite desde hace ya cinco a?os. 289 millones de espectadores siguen en el mundo las historietas de estos hermanastros que viven con su hermana mayor y sus padres en Danville (EE UU) y que matan el aburrimiento del verano construyendo todo tipo de inventos. ?Qu¨¦ tiene la serie que adem¨¢s de conquistar a la audiencia ha logrado un Emmy al mejor guion de animaci¨®n?

¡°Hay varios factores que hacen que la serie tenga ¨¦xito: es, fundamentalmente, una producci¨®n divertida e inteligente¡±, expresa Marsh por tel¨¦fono desde Londres. ¡°Hay muchas series animadas que olvidan que los ni?os son tambi¨¦n inteligentes y nosotros lo que hemos hecho es tenerlo en cuenta. Nunca hemos desechado una broma por creer que los ni?os no las entender¨ªan¡±, asegura. Pero Phineas y Ferb no es solo una serie para ni?os. Al igual que Los Simpson, en la que Marsh y Dan Porvemire ¡ªel otro de los creadores¡ª trabajaron como guionistas, millones de adultos se han enganchado tambi¨¦n a la trama.

Estos dibujos tienen 289 millones de espectadores en el mundo y un Emmy

¡°A nosotros nos gustaban las series animadas y creamos algo que tambi¨¦n quisi¨¦ramos ver. Hicimos juntos La vida moderna de Rocko y Dan ha trabajado tambi¨¦n en Padre de familia. Los dos tenemos un mismo concepto de lo que es la animaci¨®n y el humor¡±, relata Marsh, que comenz¨® en el mundo de la animaci¨®n con 28 a?os. Ambos quer¨ªan continuar trabajando juntos, as¨ª que se empe?aron en crear un argumento propio. As¨ª fue como Dan Porvemire dibuj¨® un boceto en la servilleta de un restaurante de South Pasadena (California). Era 1993 y acababa de nacer Phineas, un ni?o inteligente e ingenioso.

Junto a Marsh, al que llam¨® al d¨ªa siguiente para explicarle su primer boceto, Porvemire dise?¨® desde entonces la que se convertir¨ªa, m¨¢s de 13 a?os despu¨¦s, en un fen¨®meno de masas. Aseguran que se basaron en las experiencias de sus veranos infantiles para idear las aventuras de los dos hermanastros. ¡°Quer¨ªamos hacer una serie divertida donde el humor no estuviera basado en re¨ªrse de las miserias de alguien o ridiculizarlo. No ten¨ªamos un tipo espec¨ªfico de ni?o en la cabeza. Solo pens¨¢bamos en hacer una historia incluyente, inteligente y muy divertida¡±, revela Marsh.

Ahora, con la tercera pel¨ªcula en el horno tras el ¨¦xito mundial de las dos primeras entregas y un merchandising que mueve millones de euros, tanto Marsh como Porvemire son las nuevas minas de oro de Disney. Adem¨¢s, han convertido al ornitorrinco en el animal de moda.

Perry, un ornitorrinco que lleva una doble vida como agente secreto, es la mascota de Phineas y Ferb. Su principal objetivo es derrotar al doctor Doofenshmirtz, quien siempre termina destruyendo las invenciones de los dos hermanastros. ¡°Perry es uno de los personajes centrales. Pensamos que crear varias subtramas que se entremezclaran ser¨ªa una buena manera de dar dinamismo a la serie¡±, sostiene Marsh.

Pese al ¨¦xito mundial del ornitorrinco, Marsh confiesa su predilecci¨®n por Ferb, un chico reservado de 12 a?os que naci¨® en Inglaterra y se traslad¨® a vivir a EE UU con Lawrence Fletcher, su padre. De la madre de Ferb no se tienen noticias. Cuando su padre se casa con Linda Flynn, Ferb se convierte en el hermanastro de Phineas y Candace. ¡°Yo crec¨ª en una familia no tradicional y nunca vi que la televisi¨®n, y menos los dibujos animados, mostraran esta realidad. Desde el principio quisimos ayudar a normalizar una situaci¨®n que cada vez es m¨¢s habitual¡±, expresa Marsh.

Las aventuras de Phineas y Ferb no tienen a¨²n fecha de caducidad. La serie es un ¨¦xito, Disney conf¨ªa en ellos y tanto Marsh como Porvemire piensan en nuevas tramas y aventuras. Han confesado que dentro de un tiempo querr¨ªan hacer un musical.