Un plantel de emprendedores
D¨ªaz Ferr¨¢n est¨¢ haciendo los estatutos, que vaya mano que tiene para esas cosas, oye...
El caso es que los exorcistas se aplicaban mucho. Los hab¨ªa m¨¢s o menos serios. Lo digo en plural porque acabaron viniendo los ocho. Reconozco que al principio no supe qu¨¦ hacer, porque en estas cosas espectrales tengo poca experiencia, ustedes deben entenderlo. Me dije: mira que si estos t¨ªos tienen poder para descubrir fantasmas. Pero nada, enseguida me di cuenta de que aquello no llevaba a ning¨²n sitio.
Al primero le cambi¨¦ las p¨¢ginas del libro, que aunque todav¨ªa me sali¨® un poco chapuza, le dio m¨¢s emoci¨®n a la cosa. Le puse la se?al en las del bautizo:
¡ªEsto significa, seg¨²n el Evangelio de Mateo, que el bautismo es la plenitud de la justicia de Dios, ya que las actitudes y comportamientos de Jes¨²s tienen como fin hacer la voluntad de Dios...
Al segundo, derrotado el primero, le situ¨¦ en las de las bodas:
¡ªPor eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne, G¨¦nesis, 24.
Y en el funeral al tercero.
¡ªVamos a celebrar esta Eucarist¨ªa como cristianos, como seguidores de Cristo, que tambi¨¦n pas¨® por este trance de la muerte, y adem¨¢s en la Cruz¡
Aquello se alargaba durante d¨ªas, con los nervios consiguientes de todo G¨¦nova, sobre todo de la Cospedal, que estaba a punto de echar espumarajos, porque yo no perd¨ªa la oportunidad de decirle cosas al o¨ªdo.
¡ªTengo unos papelitos de Castilla- La Mancha que te van a gustar, Lolita¡
Al final vino a verme Galileo Galilei, que la fantasmagor¨ªa est¨¢ siempre atenta para echarte una mano. Me iban a mandar a Miguel Servet, pero al final se present¨® el de Pisa. Es que tengo m¨¢s experiencia, me dijo.
¡ªT¨² no te preocupes de nada, me tranquiliz¨®. Les dejas hacer, que se crean que han acabado con los demonios y luego, nada m¨¢s irse, te asomas y les gritas: ?E pur si muove! Les sienta fatal¡
As¨ª lo hice y cuando se reuni¨® el ochote de exorcistas, que se pusieron a cantar algo del arc¨¢ngel San Gabriel, pens¨¦ que era el momento de poner en pr¨¢ctica las ense?anzas de Galileo. Les dej¨¦ hacer. Y cuando ya se fueron todos contentos y Jorge Fern¨¢ndez-D¨ªaz, y Gallard¨®n, y F¨¢tima B¨¢?ez, y Jaime Mayor Oreja, que tambi¨¦n les hab¨ªan llamado, porque son muy rezadores, dieron por terminado el incidente, le susurr¨¦ al o¨ªdo a la Cospe:
¡ª?E pur si muove!
Y luego:
¡ªMala mujer, no tiene coraz¨®n¡
Casi se rompe la cabeza tras el desmayo.
Como no hay mal que por bien no venga, aquellos d¨ªas me dieron un respiro para aprender a mover cosas. Me dediqu¨¦ a mi cu?ado, que a ver qu¨¦ iba a decir el pobre. Lo primero que hice fue cambiarle papeles de una estanter¨ªa a otra cuando no estaba en su despacho. Lanzado, le puse la silla encima de la mesa, que era cosa bonita y de cierto efecto, que el susto que se llev¨® la criatura cuando entr¨® al despacho, no es para contar. Pero me confi¨¦, y prob¨¦ a aparecerme. Un desastre. Pues no va y lo ¨²nico que se me aparece es la piel de las solapas del abrigo¡
¡ªEse abrigo, ese abrigo, balbuceaba mi cu?ado¡
Me di cuenta de que todav¨ªa no estaba preparado para esos lujos. Justo en ese momento se conect¨® el corp¨®reo.
¡ªViento en popa, Luis. Estamos montando aqu¨ª una cosa muy interesante, que he localizado a varios grupos de emprendedores, y estoy dispuesto a darles un peque?o impulso¡ ?Darles pasta? No, pasta no. ?nimos. Muchos ¨¢nimos. Y si nos sale bien, he pensado que unas cuantas comisiones¡ D¨ªaz Ferr¨¢n est¨¢ haciendo los estatutos, que vaya mano que tiene para esas cosas, oye¡ Los mejores me han parecido unos rumanos buen¨ªsimos que se dedican al noble oficio del manejo del cobre, interesante metal. Hay otros aut¨®ctonos que trabajan en el metro y el autob¨²s, y luego me han dicho que est¨¢n los espadistas, los sirleros, los mecheros¡ que no s¨¦ muy bien a qu¨¦ se dedican pero que les veo con ganas de triunfar¡ Creo que tambi¨¦n lo intent¨® Blesa cuando estuvo por aqu¨ª, pero se puso a venderles preferentes y ah¨ª los rumanos no tragaron, que ser¨¢n lo que sea, pero listos¡ ?Est¨¢s, ah¨ª, Luis?
¡ªS¨ª, Luis, s¨ª, te estaba escuchando¡
¡ªLa red va bien, que ya hemos contactado con Marcial Dorado, en Topas, para que hable con Feij¨®o, en Baleares qu¨¦ te voy a contar, y luego una pena lo de Valencia, que f¨ªjate, si Camps estuviera en Picassent, pero qu¨¦ se le va a hacer, que no se puede tener todo, en Barcelona voy a ver si los del Liceo, y en Andaluc¨ªa estamos a la caza de ese sindicalista, el de los ERE, que me ha dicho D¨ªaz Ferr¨¢n que ¨¦l tiene pr¨¢ctica¡ Hay que tener cuidado con el baranda y los boquis, pero bueno¡
¡ª?Los boquis?
¡ªEs que aqu¨ª en el trullo, se aprende mogoll¨®n¡ Por cierto, que el abogado de ahora me tiene frito, t¨². Es que no hay quien le aguante, que dice si entre las cosas a declarar hubiere¡ Y otros¨ª. ?T¨² conoces a alguien que diga otros¨ª? Y adem¨¢s le pago yo¡ una pasta, Luis, una pasta...
¡ªT¨² aguanta, Luis, s¨¦ fuerte, que hacemos lo que podemos¡
¡ªCalla, calla, que la ¨²ltima vez que Mariano me dijo eso¡
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