El ?rea 51 siempre estuvo all¨ª
La m¨ªtica base militar ultrasecreta reconocida por la CIA ha servido de inspiraci¨®n desde hace d¨¦cadas al cine, la m¨²sica y la literatura que especularon con vida alien¨ªgena
Cincuenta a?os de ficciones cinematogr¨¢ficas, de referencias en canciones y novelas de ciencia ficci¨®n; medio siglo de cuchicheos al o¨ªdo apostando por cu¨¢ntos cad¨¢veres de extraterrestres escond¨ªa all¨ª el Ej¨¦rcito de Estados Unidos¡ Todo, confirmado de un plumazo en estos d¨ªas por la CIA: el ?rea 51 existe. La m¨ªtica base militar en el desierto de Mojave, a 130 kil¨®metros al noroeste de Las Vegas, est¨¢ all¨ª. Y s¨ª, tras la verja se esconde un complejo dedicado a las investigaciones aeron¨¢uticas. El cine llevaba raz¨®n. Eso s¨ª, de los marcianos, la CIA no dice nada.
Aunque s¨ª se sab¨ªa que exist¨ªa la base, es ahora cuando la CIA por primera vez la denomina expl¨ªcitamente como ?rea 51, el nombre que constaba en la mitolog¨ªa popular para el Pol¨ªgono de Ensayos de Nevada. ¡°No existe ning¨²n lugar llamado ?rea 51¡±, se?al¨® en 1995 un abogado de la Fuerza A¨¦rea en una vista judicial con motivo de varias demandas de empleados del complejo que denunciaron sufrir enfermedades respiratorias debido a su exposici¨®n a materiales t¨®xicos mientras trabajaban all¨ª. Los miembros de la base se refer¨ªan a ese lugar secreto como el rancho. Y tras ese juicio, el lugar ¡ªque no aparece en ning¨²n mapa oficial¡ª fue excluido de cumplir las leyes medioambientales de Estados Unidos.
Al final, en respuesta a una petici¨®n de desclasificaci¨®n de documentos requerida por la Universidad George Washington, el pasado jueves la CIA confirm¨® la existencia de un sitio legendario para los aficionados a la ciencia ficci¨®n. En las 400 p¨¢ginas hechas p¨²blicas, que incluyen un mapa del lugar, se confirma que el ?rea 51 ¡ªque ha sido bautizada en el acervo popular con motes como Homey Airport o Dreamland¡ª es una base militar construida durante la guerra fr¨ªa para desarrollar programas de vigilancia y probar aviones esp¨ªa U-2 y OXCART, capaces de volar a gran altura, circunstancia que explica por qu¨¦ los aparatos eran confundidos con ovnis. ¡°La altitud alcanzada por los U-2 provoc¨® un tremendo incremento de los avistamientos de ovnis¡±, se?alan los documentos. El Gobierno no se molest¨® en desmentir a quienes aseguraban haber divisado naves espaciales. El secretismo en torno al ?rea 51 contribuy¨® a dar verosimilitud a las teor¨ªas que aseguraban que all¨ª se hac¨ªan autopsias a extraterrestres y se contactaba con otros mundos. Claro que todo lo investigado all¨ª fue ¡ªy es¡ª clasificado como ¡°informaci¨®n compartimentada y clasificada como de alto secreto¡±, una rimbombante catalogaci¨®n perfecta para auspiciar esos rumores.
El m¨¢s extendido, y el que m¨¢s juego ha dado en el cine, es el de que dentro del ?rea 51 se guardan los restos de un platillo volante ¡ªcon tripulantes incluidos¡ª que se estrell¨® en Roswell (Nuevo M¨¦xico) el 5 de julio de 1947. Los propagadores de teor¨ªas conspirativas aseguran que all¨ª se reun¨ªa el Gobierno con enviados extraterrestres, que en sus edificios se investigaban los viajes en el tiempo y la teletransportaci¨®n¡
Por supuesto, Expediente X, la gran serie de televisi¨®n dedicada a la conspiranoia, disfrutaba de tramas sobre el incidente de Roswell ¡ªun pueblo volcado en la ufolog¨ªa hasta el punto de que sus farolas son cabezas de marcianos¡ª y del ?rea 51. En la comedia Paul, dos frikis brit¨¢nicos (encarnados por Simon Pegg y Nick Frost) se acercaban, tras asistir a la Comic-Con en San Diego, al ?rea 51, donde su camino se cruzaba con uno de los extraterrestres all¨ª retenidos, el Paul del t¨ªtulo. Otro de los blockbusters dedicados al regodeo de esas teor¨ªas, Men in black, tambi¨¦n basaba su trama en la actividad de la base como lugar de encuentro entre razas de distintos planetas. En Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, el doctor Jones no solo analiza a uno de los marcianos de Roswell, sino que pasea por un inmenso almac¨¦n repleto de cajas de madera que cobijan los m¨¢s incre¨ªbles secretos de la humanidad, como el Arca de No¨¦. En homenaje, el edificio se llama Hangar 51. Hay referencias a este lugar en series como Padre made in Usa, Futurama y Los Simpson, en pel¨ªculas como Independence day (s¨ª, all¨ª tambi¨¦n exprim¨ªan la trama con uno de los platillos de Roswell escondidos en la base), Lilo & Stich (uno de los protagonistas es extraterrestre, as¨ª que¡), Monstruos contra aliens, Escape of planet Earth y la espa?ola Planeta 51 (con un gui?o desde su mismo t¨ªtulo). Steven Spielberg no solo la mencionaba en el ¨²ltimo cap¨ªtulo ¡ªhasta ahora¡ª de la saga de Indie, sino que su miniserie Taken arrancaba con el incidente de Roswell y pasaba por la base.
Los agentes de ¡®Men in black¡¯, los Simpson e Indiana Jones han estado en la base
En m¨²sica, los m¨ªticos Megadeth dedicaron su tema Hangar 18 al supuesto almac¨¦n del ?rea 51 donde se albergan los presuntos restos del ovni; existe un grupo llamado ?rea 51 y otro Dreamland¡ Pero los m¨¢s perseverantes han sido los Pixies, grandes del indie estadounidense, con dos canciones dedicadas a esa zona: The happening y Motorway to Roswell. M¨¢s a¨²n, Frank Black, el cantante de la banda, compuso el tema Parry the wind High, Low, sobre abducciones marcianas, para su ¨¢lbum de debut en solitario.
En la literatura, dejando de lado las obras m¨¢s o menos period¨ªsticas que intentan desentra?ar las actividades ultrasecretas que se desarrollan en el centro militar, como Dreamland, a novel of the UFO coverup, escrita por Hilary Hemingway (sobrina del nobel Ernest Hemingway) y su marido Jeff Lindsay, y las diversas menciones que de la base se hacen en las novelas de Dan Brown y Tom Clancy (como Deuda de honor, de la saga protagonizada por Jack Ryan), merece la pena rescatar Roswell, Vegas, and Area 51: travels with Courtney, un librito de 39 p¨¢ginas en tono de comedia rom¨¢ntica en el que Connie Willis ¡ªestupenda escritora de ciencia ficci¨®n y ganadora de varios premios Hugo y N¨¦bula, los m¨¢s prestigiosos del g¨¦nero¡ª narra un viaje con su marido por esa zona encontr¨¢ndose con gente que afirma ser abducida y que cree en el ?rea 51. M¨¢s habitual es la presencia de la base en el mundo de los videojuegos.
Es l¨®gico que la zona produzca tanta curiosidad. Hasta su nombre est¨¢ envuelto en el misterio: elegido por la Agencia estadounidense de Energ¨ªa Nuclear, nunca se ha justificado el porqu¨¦ del 51. El lugar naci¨® para desarrollar un programa de espionaje con aviones U-2, y lo eligieron por su dif¨ªcil acceso. Mejor que el desierto de Nevada, junto al lago Groom ¡ªdonde antes estuvo una pista de aterrizaje que la Armada hab¨ªa utilizado durante la Segunda Guerra Mundial¡ª, casi imposible.
El rancho fue evacuado en junio de 1957 debido a una serie de pruebas nucleares, pero en septiembre de 1959 la CIA regres¨® para desarrollar el modelo A2, el precursor del SR-71. En 2002, la agencia hizo p¨²blica la documentaci¨®n de las pruebas con U-2. En 1996 tambi¨¦n reconoci¨® la existencia del programa con OXCART. Pero para el resto, silencio.
Con los a?os, el complejo se ha ampliado y las medidas de seguridad, endurecido. Conforme aumentaba el n¨²mero de pruebas de vuelo, era necesario trasladar m¨¢s personal desde Burbank (California), donde estaba la sede de Lockheed, hasta el ?rea 51, pero sin levantar la curiosidad de los vecinos. ¡°Se decidi¨® trasladar en avi¨®n a los empleados el lunes y devolverlos el viernes por la tarde¡±, dicen los documentos.
En medio de toda esta reserva, la CIA ha lidiado con el choque en pleno vuelo de dos U-2 en 1956 o las declaraciones de uno de sus empleados en 1989, asegurando que hab¨ªa trabajado en una nave extraterrestre. Como no hay quien refute esa realidad paralela, en Rachel, el pueblo m¨¢s cercano a la base, podr¨¢n seguir con sus aparcamientos para platillos volantes, sus moteles en donde los marcianos son bienvenidos e incluso su autopista extraterrestre (anunciada con se?ales de tr¨¢fico). Contra los mitos populares y las teor¨ªas alien¨ªgenas, no podr¨ªa ni un desmentido de la CIA.
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