Ad¨¢n y Eva retoman su diario
La popular obra protagonizada por Miguel ?ngel Sol¨¢ y Blanca Oteyza resucita con Fernando Guill¨¦n Cuervo y Ana Mil¨¢n
Uno no se mete a resucitar una obra como El diario de Ad¨¢n y Eva si no es un inconsciente o un impulsivo. En este caso, fue una impulsiva. Han sido diez a?os y miles de representaciones, 1,5 millones de espectadores, escenarios de Espa?a y Sudam¨¦rica, y unos personajes marcados por los rostros de sus actores, Miguel ?ngel Sol¨¢ y Blanca Oteyza. ¡°Fue este mes de marzo. Celebr¨¢bamos su 50 cumplea?os, y tras cenar en el restaurante de la torre Eiffel, volviendo al hotel en taxi por las calles nevadas, se lo solt¨¦¡±. La confesora es la actriz Ana Mil¨¢n; el de los 50 a?os es su pareja, el tambi¨¦n actor Fernando Guill¨¦n Cuervo. A Mil¨¢n le pudo el impulso. ¡°Le dije ¡ªyo, que nunca hab¨ªa visto la funci¨®n porque siempre me pill¨® trabajando¡ª en plan exhalaci¨®n: ?por qu¨¦ no hacemos El diario de Ad¨¢n y Eva dirigidos por Sol¨¢?¡±. Interviene Guill¨¦n Cuervo: ¡°Est¨¢bamos escribiendo algo para representar juntos. Se llama Un hombre...¡±. Se tropieza y Mil¨¢n le corrige: ¡°Un hombre no mengua en tres meses a no ser que se le someta a mucha presi¨®n¡±.
Twain, el c¨®mico
"Uno tiene que saber cu¨¢ndo es yunque y cu¨¢ndo martillo. Y en esta obra el personaje femenino es el yunque", dice Ana Mil¨¢n. Es cierto. Diarios de Ad¨¢n y Eva es un relato c¨®mico corto que Mark Twain escribi¨® en 1893 y que cuenta, desde el punto de vista de Ad¨¢n ¡ªalter egode Twain¡ª, el encuentro y la convivencia, no siempre f¨¢cil, en el Para¨ªso.
Miguel ?ngel Sol¨¢ le ense?¨® un d¨ªa la novelita de Twain a su mujer, Blanca Oteyza, y ellos y Manuel Gonz¨¢lez Gil inventaron una historia sobre la radio de finales de los a?os cincuenta, con una pareja de locutores que se despide, despu¨¦s de un ciclo radiof¨®nico, con una lectura de la obra de Twain. Aquella lectura se enlazaba con otra historia actual.
Adi¨®s al hombre menguante presionado, hola a Hoy: el diario de Ad¨¢n y Eva, nueva versi¨®n del texto de Mark Twain reescrito por Sol¨¢, Oteyza y Manuel Gonz¨¢lez Gil, director de aquel montaje. ¡°No ten¨ªa sentido hacerla sin Sol¨¢, y le pedimos no solo los derechos, sino que nos dirigiera¡±, cuenta Guill¨¦n Cuervo. El argentino, que llevaba a?os rechazando ofertas de cesi¨®n de derechos, esta vez respondi¨® afirmativamente. ?Por qu¨¦? ¡°Nos debi¨® de ver algo especial, como que somos pareja y actores. O el cari?o con el que tratamos el texto¡±, asegura Guill¨¦n Cuervo. ¡°Era rizar la cuadratura del c¨ªrculo¡±, reconoce Mil¨¢n. ¡°Si se me permite la herej¨ªa, pero si vas a retocar la Capilla Sixtina, como poco debes de llamar a Miguel ?ngel para que te supervise¡±. Guill¨¦n acota: ¡°Si no, era una usurpaci¨®n. Es tan de ellos esa funci¨®n... Solo dirigidos por Sol¨¢ era leg¨ªtimo. Es el lazo final del regalo, la transmisi¨®n de una obra¡±. Adem¨¢s, Mil¨¢n telefone¨® a Oteyza en lo que define como ¡°una llamada emocionante¡±.
En muy poco tiempo, y ensayando en su casa con Sol¨¢ (¡°Le agradecemos que nos dejara libertad, que auspiciara los cambios¡±), Guill¨¦n Cuervo y Mil¨¢n han hecho suyo un texto m¨ªtico sobre las relaciones de pareja. ¡°Es muy f¨¢cil que el personaje masculino se coma al femenino¡±, asegura Mil¨¢n. ¡°Creo que nuestras energ¨ªas y nuestro recorrido est¨¢n a la par, y por ello¡±, cuenta el actor, ¡°no hay este desnivel. Pero adem¨¢s estamos nutriendo al personaje femenino en la segunda parte [la de la entrevista al anciano]¡±. Mil¨¢n le apostilla: ¡°Es que yo no me estoy callando nada, y cuando creo que mi personaje tiene que hablar, lo a?adimos. Mi Eva, al contrario que la de Oteyza, es una raspa. Cuando est¨¢ enamorada, est¨¢ enamorada, pero cuando est¨¢ harta, toca los cojones...¡±. ¡°Hemos nivelado la descompensaci¨®n que exist¨ªa en la dramaturgia¡±. Hoy: el diario de Ad¨¢n y Eva ha empezado su gira en Santander, y tras Palencia (d¨ªa 1 de septiembre)? y Valladolid (5 y 6), estar¨¢ en Barcelona (del 12 al 20 de septiembre) y en Valencia (del 21 de octubre al 10 de noviembre); en autohomenaje la compa?¨ªa se llama Un cuervo en Mil¨¢n.
Oteyza y Sol¨¢ fueron pareja sentimental y art¨ªstica durante muchos a?os, entre ellos los que representaron El diario de Ad¨¢n y Eva. ?Es necesario para la obra la uni¨®n rom¨¢ntica de sus int¨¦rpretes? ¡°Pues s¨ª, la hacemos porque somos pareja¡±. ¡°Ya, Ana, pero se da la circunstancia de que es el texto m¨¢s bonito del mundo...¡±. ¡°Hum, pues no s¨¦. Yo no me lo imagino sin estar enamorados¡±. Y, perd¨®n, pero ?y si la cosa se tuerce? Ana Mil¨¢n saca la mirada acero azul. ¡°O no. Ellos acabaron mal en otra obra. De esta estamos salvados [relaja la tensi¨®n con una carcajada]. Yo, al menos, alcanzo una profundidad y una conexi¨®n con los personajes... porque nuestra historia tiene mucho que ver con lo que contamos en escena. Ah¨ª arriba est¨¢s de otra manera. Yo miro a Fer y s¨¦ cu¨¢ndo se va a perder de texto incluso antes de que ¨¦l lo intuya. Lo puedo olfatear. Hemos estado un a?o representando Wilt, donde a¨²n no ¨¦ramos pareja. Y ya hubo conexiones que ahora se han transformado con nuestra relaci¨®n. Vienes de despertarte a su lado, no hay pudores. Si me pusieran a Ricardo Dar¨ªn, disfrutar¨ªa claro, pero no ser¨ªa lo mismo. Yo le digo cosas a su personaje que las recito mirando al fondo de sus ojos, porque son para Fer¡±. Aseguran que estaban destinados a ser pareja: ¡°Hemos tenido encuentros toda nuestra vida, un poco al estilo Love actually. Nuestra relaci¨®n nos proporciona una calma, una seguridad en escena, un estado de tranquilidad¡±, seg¨²n Guill¨¦n.
La acci¨®n se ha trasladado a Espa?a en la actualidad ¡ªla original transcurr¨ªa ente Uruguay y Argentina¡ª con un gui?o marianil, y se olvida de los taparrabos de Ad¨¢n y Eva: ahora aparecen vestidos de gala. ¡°En la obra se rinde homenaje a los actores de teatro radiof¨®nico, que usaban la voz como un instrumento de gran pureza, y que viven su ¨²ltima noche de radio porque el teatro desaparece de las ondas¡±.
El pique no existe en las tablas, pero lo escenifican delante de un caf¨¦: ¡°?l sabe que yo soy mejor int¨¦rprete¡±. ¡°En Wilt todos encaj¨¢bamos muy bien, pero es que Ana estaba especialmente brillante¡±. ¡°Esto es correcto¡±. ¡°Y, s¨¦ que sonar¨¢ a cursi, yo ve¨ªa c¨®mo el p¨²blico se volcaba en aplausos con ella y disfrutaba con eso¡±. Como remate burlesco, recitan a coro el arranque de Hoy: el diario de Ad¨¢n y Eva. ¡°Nunca me pude acostumbrar a que la aplaudieran m¨¢s. No era envidia, sino desconcierto, porque yo era el primer actor¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.