Hayao Miyazaki se retira
El genio de la animaci¨®n japonesa, ganador del Oscar y del Oso de Oro con 'El viaje de Chihiro', anuncia su jubilaci¨®n el d¨ªa en que compite en Venecia
En la pantalla aparece Totoro, un oso tierno y regordete, la mascota del estudio Ghibli. La platea, que espera cansada pero electrizada el principio de la proyecci¨®n, rompe el silencio con un aplauso divertido, de cari?o. Arranca la ¨²ltima pel¨ªcula del maestro japon¨¦s Hayao Miyazaki (Tokio, 1941). En los siguientes 126 minutos ¡ªlo que dura The wind rises¡ª los periodistas que asisten a esa sesi¨®n acompa?ar¨¢n sus sonrisas con algunas l¨¢grimas. En las siguientes horas, la emoci¨®n se transformar¨¢ en trastorno, casi un luto mudo, cuando sepan que el genio de la animaci¨®n se jubila. Koji Hoshino, su compa?ero en las tareas de direcci¨®n de Ghibli, ha anunciado que Miyazaki ¡°ha decidido que este fuera su ¨²ltimo trabajo¡±. Hoshino no ha querido dar m¨¢s detalles a los at¨®nitos periodistas, y los ha emplazado a un pr¨®xima rueda de prensa en Tokio del propio Miyazaki.
El anuncio estalla en un festival del cine que en varias ocasiones rindi¨® homenaje al autor de obras maestras como La princesa Mononoke, Porco Rosso, El viaje de Chihiro (ganadora en 2001 del Oso de Oro en Berl¨ªn y del Oscar al mejor filme de animaci¨®n) o Mi vecino Totoro. En 2004, Miyazaki compiti¨® por el Le¨®n de Oro con El castillo ambulante; en 2005, recibi¨® el de honor por toda su carrera; en 2008, acudi¨® para presentar Ponyo en el acantilado. En esta edici¨®n se qued¨® en Jap¨®n y mand¨® a su socio para acompa?ar su ¨²ltima, l¨ªrica, gran historia.
Hayao Miyazaki e Isao Takahata crearon el estudio Ghibli en 1985. Se hab¨ªan conocido antes, cuando trabajaron juntos en las series de televisi¨®n Heidi, Marco y Ana de las tejas verdes. Del estudio han salido La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro, Ponyo en el acantilado, Porco Rosso, El castillo ambulante o Mi vecino Totoro por parte de Miyazaki; Cuentos de Terramar y La colina de las amapolas, por parte de su hijo Goro; La tumba de las luci¨¦rnagas, Recuerdos del ayer, Pompoko o Mis vecinos los Yamada, por parte de Isao Takahata, y otras pel¨ªculas de diversos directores. Todo cin¨¦filo que haya estado en Tokio conoce el museo Ghibli. Este a?o se promet¨ªa festivo en el estudio porque coinciden a la vez vez estrenos de sendas pel¨ªculas de los dos padres fundadores (la primera de Takahata en 14 a?os): en verano lleg¨® a las salas japonesas, antes de concursar en Venecia, The wind rises, sobre la juventud de Jiro Horikoshi, padre del Zero-sen, caza insignia de las fuerzas a¨¦reas imperiales niponas en la Segunda Guerra Mundial, de Miyazaki; en oto?o, The tale of Princess Kaguya, de Takahata.
El titulo de The wind rises (Kaze Tachinu en el t¨ªtulo original japon¨¦s) se inspira en un verso del poeta franc¨¦s Paul Val¨¨ry: ¡°Le vent se l¨¨ve, il faut tenter de vivre¡±. Cuenta la vida de Jiro Horikoshi, un muchacho nacido en un pueblo de campo que sue?a con volar, pero sufre miop¨ªa y no puede ser piloto. Jiro lee revistas especializadas, vive con la nariz hacia el cielo, estudia y se empe?a y finalmente es fichado por una importante industria aeron¨¢utica. Se convierte en h¨¢bil dise?ador de aviones, siguiendo las huellas de su gran mito, el ingeniero italiano Giovanni Caproni (1886-1957). La idea rom¨¢ntica de desafiar la gravedad y librarse en el aire choca con lo que est¨¢ pasando en el mundo: la Segunda Guerra Mundial, con Jap¨®n al lado de Adolf Hitler, convierte los portentos tecnol¨®gicos que dibuja Jiro en instrumentos de muerte.
El viento es el gran protagonista. Una fuerza invisible y potente que sostiene y desbarata sentimientos y maquinas. El viento hace voltear los sombreros de Jiro y de la bella Naoko, que siguiendo el baile de sus gorros se enamoran. El viento acompa?a el vuelo de los cazas Mitsubishi Zero que el joven construye. El viento mantiene el equilibrio entre la guerra y la esperanza, y el viento aparece en su t¨ªtulo: The wind rises, que parece su pel¨ªcula m¨¢s personal, casi biogr¨¢fica. Como Jiro, Miyazaki ¡ªcuyo padre era due?o de una industria de componentes para aviones¡ª est¨¢ fascinado con la idea de volar. ¡°En las alas de su fantas¨ªa embarca a todo el mundo, barriendo diferencias de edad, de cultura, de origen o religi¨®n¡±, comenta Oscar Cosulich, cr¨ªtico cinematogr¨¢fico especializado en animaci¨®n. ¡°Su manera de leer e interpretar la tradici¨®n visual y cultural de los anime trasciende el color local y se hace universal. Por eso¡±, recuerda Cosulich, tambien director del Future Film Festival de Bolonia, mayor certamen dedicado al g¨¦nero en Italia, ¡°John Lasseter, director creativo de Pixar, le considera su maestro¡±. Por eso en Toy Story 3 aparece Totoro. ¡°Yo entiendo que Myazaki pueda estar cansado y quiera parar. Pero apuesto que se le va a ocurrir otra idea y, como en pasado, no podr¨¢ retenerse: en 2016 vamos a tener otra pel¨ªcula suya¡±. Como dir¨ªan Jiro y Bob Dylan, la respuesta est¨¢ en el viento.
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