Lila Downs: La catarsis de la heredera de Chavela Vargas
La cantante habla de su carrera, recuerda su relaci¨®n con Chavela y apuesta por la solidaridad Downs colma el aforo del Auditorio Nacional de M¨¦xico y se consolida como una de las artistas m¨¢s importantes de la m¨²sica popular latinoamericana
Las luces del inmenso Auditorio Nacional?de M¨¦xico ciegan a los presentes durante medio segundo. De pronto, sin previo aviso, aparece una hermosa mestiza ataviada de blanco con enormes trenzas anudadas en lazos amarillos. Un chorro de voz que parece venir de las entra?as de M¨¦xico entona la m¨ªtica Piensa en m¨ª y evoca en todos los presentes el esp¨ªritu de Chavela Vargas. "S¨¦ que est¨¢s aqu¨ª con nosotros pero no te podemos ver Chavela, mil gracias por tu m¨²sica. Esta canci¨®n es para ti".
Lila Downs, heredera indiscutible de la dama del poncho rojo, regal¨® dos horas de sentimiento y autenticidad en una noche memorable el pasado 29 de septiembre. Dos horas que fueron un soberbio repaso a la m¨²sica folcl¨®rica mexicana y un grito de lucha para los m¨¢s desfavorecidos, las v¨ªctimas de las inundaciones que han devastado parte del pa¨ªs.
Chavela nunca va a haber otra. Ella es un personaje muy importante de nuestra historia. Se reinvent¨® a s¨ª misma como cantante de rancheras. No cualquiera puede hacer eso¡±
Nos encontramos con ella en la terraza del Hotel Camino Real (en M¨¦xico DF). Su mirada reflejaba una profunda y sincera tristeza por las v¨ªctimas de los ciclones. Solo despu¨¦s de un rato pudimos verla feliz, serena y sonriente. Desde el comienzo de su carrera la artista oaxaque?a ha apoyado diversos proyectos en defensa de los derechos de los inmigrantes y los ind¨ªgenas. Tan solo tres d¨ªas antes de esta gran cita en el Auditorio Nacional, Downs particip¨®?en el lanzamiento de Voces por M¨¦xico,?un disco doble protagonizado por una treintena de artistas mexicanos cuyos fondos ir¨¢n a parar a los damnificados. ¡°Es una tragedia muy dif¨ªcil. Para m¨ª es muy duro no estar en Oaxaca. Me afecta mucho. Ojal¨¢ podamos apoyar a muchas personas a trav¨¦s de la m¨²sica¡±, expres¨® con voz entrecortada.
La presencia de Lila irradia una mexicanidad tan premeditada como innata y trae a la mente el colorido imaginario de una Frida Kahlo musical. Al igual que Chavela, la cantante emula el talante provocador y el atuendo indigenista de la pintora. Hija de una ind¨ªgena mixteca (etnia del sur de M¨¦xico) y de un cineasta de Colorado (Estados Unidos), por sus venas corre sangre de dos culturas aparentemente inconciliables. Su herencia y su formaci¨®n es claramente mestiza: estudi¨® m¨²sica en Oaxaca y antropolog¨ªa en Minnesota, su madre la ense?¨® a amar la tradici¨®n mexicana y su padre le abri¨® las puertas al mundo de los cl¨¢sicos como Bob Dylan y John Coltrane. Resultado de todo ello es un estilo ecl¨¦ctico que funde melod¨ªas del norte y del sur como la ranchera, el son, el jazz e incluso el hip-hop, pero cuya tem¨¢tica es rotundamente mexicana.
Aunque comenz¨® a cantar en los a?os ochenta, la fama tard¨® en llegar. Ella misma reconoci¨® que, durante a?os, fue demasiado gringa para el gusto mexicano y demasiado morena para triunfar en Estados Unidos. En 2001 por fin consigui¨® saborear el ¨¦xito internacional con su disco La l¨ªnea/Border, inspirado en la cultura norte?a y en las grandes figuras de la canci¨®n popular latinoamericana como Lucha reyes, Amparo Ochoa y Mercedes Sosa.
El mundo no hispano la conoci¨® en el a?o 2003, cuando salt¨® al escenario de los Oscar junto al brasile?o Caetano Veloso para interpretar el tema principal de la pel¨ªcula Frida: Burn it blue. Desde entonces el p¨²blico Europa y Am¨¦rica no ha dejado de conocer la virtuosa voz de Lila, su formidable capacidad de pasar del agudo al grave y el sentimiento puesto al l¨ªmite en cada canci¨®n: ¡°Me lo dijo mi madre: Lila, canta con sentimiento y si no, mejor ni cantes¡±.
Ana Lila Downs S¨¢nchez comenz¨® a acaparar portadas. Los medios se refirieron a ella como El Tesoro de M¨¦xico, la Frida Kahlo de la m¨²sica y sobre todo como la heredera de Chavela Vargas. ¡°Ella misma anduvo diciendo esas cosas exageradas¡±, comenta Lila ri¨¦ndose y restando importancia. ¡°Chavela entr¨® a mi vida en el rodaje de Frida, pero fue en Espa?a cuando la conoc¨ª de verdad. Coincidimos en una gira y me invit¨® a visitarla. Una vez la acompa?¨¦ con la guitarra. Antes de comenzar la pregunt¨¦: ?En qu¨¦ tono la cantas? Me dijo en fuuu menor, burl¨¢ndose de m¨ª¡±. Y se r¨ªe de nuevo a carcajadas.
?xito tras ¨¦xito
Lila Downs se encuentra en su momento m¨¢s dulce. Su ¨²ltimo disco, Pecados y milagros, la ha valido su segundo Grammy Latino a mejor ¨¢lbum folcl¨®rico y un Grammy americano a mejor regional mexicano. Adem¨¢s ha alcanzado la certificaci¨®n de disco doble Platino por las m¨¢s de 120.000 copias vendidas. Su gira, la m¨¢s exitosa hasta el momento, arranc¨® a mediados de 2011 y tendr¨¢ punto final en noviembre de este a?o. El Pr¨®ximo viernes 4 de octubre actuar¨¢ en Le¨®n (Guanajuato) y en noviembre finalizar¨¢ su gira en Europa.
Desde su encuentro en Espa?a, Chavela se enamor¨® de la oaxaque?a. ¡°Me llev¨® de la mano. Me escrib¨ªa mucho pregunt¨¢ndome que tal me iba. La sent¨ª como a una madre que se preocupaba de m¨ª. Era muy divertida, muy tierna y muy cercana¡±. El recuerdo de la gran cantante af¨®nica dibuja una sonrisa en su ¡°heredera¡±. Pero no, ella no acepta ese honor: ¡°Chavela nunca va a haber otra. Ella es un personaje muy importante de nuestra historia. Se reinvent¨® a s¨ª misma como cantante de rancheras, de esa m¨²sica tan m¨²sica brav¨ªa. No cualquiera puede hacer eso¡±.
En el a?o 2007 sufri¨® uno de los peores golpes de su vida. Al igual que le pas¨® a Frida Kahlo, los m¨¦dicos le anunciaron que no podr¨ªa tener hijos. Pens¨® que la tristeza ya no la abandonar¨ªa jam¨¢s: "Me sent¨ª vac¨ªa, destrozada, sin saber por qu¨¦ hab¨ªa venido al mundo", cont¨® en una entrevista con El Pa¨ªs. Sali¨® del paso, ayudada por su madre, su curandera y su pareja de siempre, el compositor y saxofonista newyorkino Paul Cohen, con quien finalmente adopt¨® un ni?o al que llam¨® Benito Dxuladi. El tema Palomo del Comalito resume la catarsis que supuso su ¨²ltimo ¨¢lbum, Pecados y milagros (2011), un brindis musical por el mezcal, por el ma¨ªz y por su hijo (cuyo apellido significa ma¨ªz tierno en zapoteco): ¡°Siempre me preguntan por la violencia de mi pa¨ªs, pero yo prefiero hablar de esas mujeres maravillosas que hacen las tortillas¡±.
Hoy Lila se encuentra en su mejor momento. El concierto del pasado 29 de septiembre en el Auditorio Nacional la reafirma una vez m¨¢s entre las artistas m¨¢s importantes de la m¨²sica popular latinoamericana. Las entradas se agotaron un mes y medio antes y todas las expectativas se cumplieron: Su voz desbord¨® el recinto m¨¢s importante de M¨¦xico acompa?ada por una producci¨®n espectacular en la que se vieron procesiones de mojigandas, faroles y m¨¢s de cincuenta bailarines ataviados con trajes tradicionales de las distintas regiones del pa¨ªs. Casi 10.000 personas vibraron al ritmo de canciones como Mezcalito, Tu C¨¢rcel, Fallaste Coraz¨®n, V¨¢monos, Cucurrucuc¨² Paloma, La cumbia del mole, Paloma negra y Zapata se queda (en el v¨ªdeo con la colombiana Tot¨® la Momposina).
El final aguardaba uno de los temas m¨¢s conmovedores de la m¨²sica mexicana: La llorona, un son oaxaque?o sin autor conocido que hoy es casi un himno de ese M¨¦xico tr¨¢gico y alegre, de ese folclor devoto de la muerte que encarn¨® Chavela Vargas y que, hoy m¨¢s que nunca, encarna la gran Lila Downs.
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