Un literario cord¨®n umbilical con Nabokov
Eduardo Lago parte de una obra inconclusa del escritor para crear ¡®Siempre supe que volver¨ªa a verte, Aurora Lee¡¯
La casualidad de un encuentro fue el origen de la novela que Eduardo Lago (Madrid, 1954) acaba de publicar Siempre supe que volver¨ªa a verte, Aurora Lee (en la reci¨¦n nacida editorial Malpaso). El escritor se reconcilia con el autor Vladimir Nabokov y utiliza El original de Laura, la ¨²ltima obra inconclusa del autor de Lolita, como parte de la trama de su tercera novela. En un almuerzo con la artista Dominique Gonz¨¢lez Foerster y el escritor Enrique Vila-Matas en Par¨ªs esta le dijo a Lago que su manera de escribir le recordaba al ¨²ltimo libro de Nabokov. La curiosidad pudo con ¨¦l y en cuanto lleg¨® a Estados Unidos se lo compr¨®.
Sentado sobre una vieja silla de madera en la que no para quieto un segundo, en la sala de lectura de librer¨ªa La Central de Madrid, Lago enlaza una frase con otra, mientras sostiene un vaso de agua en las manos que nunca toma. Sus referencias literarias son autores norteamericanos. El escritor lleva cerca de 30 a?os viviendo en Nueva York, donde fue director del Instituto Cervantes e imparte clases de literatura en Sarah Lawrence College.
En la nueva novela de Lago hay dos tramas que se van entrelazando a trav¨¦s del personaje de Stanley Marlowe, un escritor fantasma cotizado en Estados Unidos. Por un lado, tiene que escribir las memorias de un magnate a punto de morir y por otro recibe el encargo de revelar la trama oculta de El original de Laura. Una vez que inicia la investigaci¨®n, Marlowe descubre que hay oscura relaci¨®n entre los dos trabajos. Una estructura que le permite construir toda la historia, en la que va uniendo a los diferentes personajes y que se desarrolla entre California, Nueva York y las islas del Pac¨ªfico Sur.
¡°En Estados Unidos hay agencias con escritores y editores que pueden escribir lo que pidas. Es un mundo impresionante que mueve millones de d¨®lares. Es frecuente que los buenos escritores tengan tambi¨¦n fant¨¢sticos editores. Son capaces desechar el 75% de una obra cuando ven que no funciona y corregir erratas de bulto que el autor de la obra no ha sido capaz de detectar. En Espa?a no funciona as¨ª, se sabe que hay personas a las que se les encarga que escriban libros para otros, pero se desconoce sus identidades¡±, puntualiza Lago. Quer¨ªa contar en alguna de sus novelas c¨®mo se mueve ese mundo de las agencias literarias en un pa¨ªs que conoce bien y por fin lo ha hecho.
Su primera novela, Ll¨¢mame Brooklyn (premio Nadal 2006), ha sido traducida recientemente al ingl¨¦s y se publicar¨¢ pronto en el mundo anglosaj¨®n.
¡°Nabokov era un personaje que se re¨ªa de los escritores que a m¨ª me gustaban ¡ªConrad, Thomas Mann, Dostoievski... e incluso trat¨® de denigrar a Cervantes¡ª y por eso le odiaba. Mi rabia me llev¨® a la absoluta reconciliaci¨®n con alguien a quien ahora considero un maestro de la literatura. Y fue tras leer su libro inconcluso¡±, dice Lago, quien decidi¨® investigar en las fichas que dej¨® el escritor. ¡°Resulta tr¨¢gico y a la vez tremendamente hermoso que las ¨²ltimas palabras que Nabokov plasm¨® en sus textos antes de morir fueron tachar, eliminar, suprimir, borrar, cancelar, anular, obliterar... Siete sin¨®nimos del verbo destruir¡±.
Eduardo Lago sostiene que el texto de El orginal de Laura ¡°ten¨ªa como objetivo llegar a este punto¡±. ¡°Fue un revolucionario de la literatura¡±, dice. ¡°El pensamiento borrando el pensamiento. Me vi obligado casi a responder con mi libro a las ¨²ltimas l¨ªneas de un hombre de 75 a?os, enfermo, que escrib¨ªa su ¨²ltima novela con la plena conciencia de que no podr¨ªa terminarla¡±.
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