7 fotosMemoria sentimentalOcho discos importantes de una de las m¨²sicas populares m¨¢s prodigiosas e influyentes desde mediados del siglo XX hasta hoy. El sonido de un Brasil donde se han gestado decenas de grabaciones imprescindiblesCarlos Galilea08 oct 2013 - 01:04CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceSe puede preferir Chega de saudade, de 1959; Amoroso, grabado con orquestaciones de Claus Ogerman, o Getz/Gilberto' que comparti¨® con el saxofonista Stan Getz -y la que era entonces su mujer, Astrud-, pero en este disco est¨¢ la esencia del padre de la bossa nova: una s¨ªntesis de la samba, reducida al m¨ªnimo denominador com¨²n, con la guitarra constante, una divisi¨®n r¨ªtmica tan precisa que tiene que ver con la matem¨¢tica y una voz que se sit¨²a por delante o detr¨¢s de la guitarra. Toda la genialidad de Jo?o Gilberto Prado Pereira de Oliveira, nacido el 10 de junio de 1931 en Juazeiro, poblaci¨®n del interior de Bah¨ªa, que hoy vive recluido en un apartamento de R¨ªo de Janeiro y al que el p¨²blico de Tokio puede aplaudir durante casi media hora tras uno de sus contados conciertos. Como canta Caetano Veloso: "Y mejor que el silencio s¨®lo Jo?o".En 1959, Dorival Caymmi -que en 1937 hab¨ªa desembarcado en R¨ªo de Janeiro y poco despu¨¦s ya estaba cantando su O que ¨¦ que a baiana tem? con la mayor estrella femenina de aquel tiempo, Carmen Miranda- grab¨® este disco acompa?¨¢ndose ¨²nicamente con una guitarra. Su amigo Jorge Amado escribi¨® que "Bah¨ªa est¨¢ entera, en lo que tiene de m¨¢s caracter¨ªstico, en la obra de Caymmi. All¨ª est¨¢ la vida de sus negros y sus pescadores". Con sus canciones de apariencia sencilla, pero con sextas y s¨¦ptimas mayores en los acordes menores, y modulaciones de medio tono, Caymmi logr¨® su anhelo de ser el autor de obras que se han tornado patrimonio del pueblo. Adem¨¢s de cl¨¢sicos como Samba da minha terra o Saudade da Bahia, el patriarca de los Caymmi dej¨® tres hijos: la cantante Nana, el compositor y arreglista Dori, y el flautista y vocalista Danilo.De la mano de un guitarrista universal, al que su padre puso el nombre del fundador de los boy scouts, y del poeta que se autocalificaba como "el blanco m¨¢s negro de Brasil", nacieron los 'afro-sambas' inspirados por la cultura africana de Bah¨ªa y las creencias del candombl¨¦. En el disco, orquestado por Guerra Peixe y con participaci¨®n vocal del Quarteto em Cy, se encuentran Canto de Ossanha, Canto de Xang?, Canto de Iemanj¨¢... Baden Powell y Vinicius de Moraes -que tuvo como otros colaboradores a Tom Jobim, Carlos Lyra y Toquinho- se encerraron durante tres meses en el apartamento del poeta en R¨ªo, consumiendo veinte cajas de whisky escoc¨¦s, para ayudarse a crear m¨¢s de 25 canciones, algunas de ellas definitivas: Samba da ben??o, que Claude Lelouch utilizar¨ªa en su pel¨ªcula Un homme et une femme, Berimbau o Consola??o.En mayo de 1968 se vio entrar a unos j¨®venes en un estudio de S?o Paulo. Iban a grabar el disco-manifiesto Tropic¨¢lia ou panis et circensis. Eran Caetano Veloso, Gilberto Gil, Gal Costa, Nara Le?o, Tom Z¨¦, Os Mutantes, los poetas Torquato Neto y Capinan, y el maestro Rog¨¦rio Duprat, que en la portada sostiene un orinal como si fuera una taza de t¨¦. Durante la dictadura -Gil y Caetano acabar¨ªan en una celda y luego exiliados en Londres- el movimiento tropicalista, que jugaba con la idea del canibalismo cultural de Oswald de Andrade y la Semana de Arte Moderno de 1922, apost¨® de forma provocadora por una mirada amplia sobre el proceso creativo. Dice Gilberto Gil que fue una ducha refrescante, que estimul¨® el sistema circulatorio de la m¨²sica. Un cuarto de siglo despu¨¦s, Caetano y Gil firmaron Tropic¨¢lia 2 . El encuentro en los a?os setenta de j¨®venes de una generaci¨®n irrepetible. M¨²sicos como Toninho Horta, Wagner Tiso o Paulo Moura, compositores y cantantes como L? Borges o Beto Guedes, y letristas como Fernando Brant o Ronaldo Bastos. Una colecci¨®n de grandes canciones llevadas por la voz de Milton Nascimento. "Canta Milton, las estrellas no pueden permanecer impasibles", escribi¨® Pedro Casald¨¢liga. Es m¨²sica nacida en el Estado de Minas Gerais con huellas de canto gregoriano, Beatles, bossa nova, jazz... De la segunda entrega de este proyecto, Clube da Esquina 2 (1978), dice Pat Metheny que est¨¢ a la altura de los mejores discos de los Beatles o del Songs in the key of life de Stevie Wonder. A¨²n perdura en la memoria sentimental de muchos brasile?os... y los sue?os no envejecen. Ca¨ª dentro, la canci¨®n de Baden Powell y Paulo C¨¦sar Pinheiro que lo abre, es una peque?a muestra del balan?o (swing) arrollador de la cantante brasile?a m¨¢s grande. Desde su metro cincuenta y cinco de estatura, Elis aseguraba que cantar -alguien dijo que lo hac¨ªa con todas las partes de su cuerpo- era un sacerdocio. En este disco se encuentra tambi¨¦n O b¨ºbado e a equilibrista, de Jo?o Bosco y Aldir Blanc, que se convirti¨® cantada por ella en el himno para la amnist¨ªa de los presos pol¨ªticos en Brasil y a favor del retorno de los exiliados. Elis Regina fue la primera que decidi¨® grabar composiciones de unos entonces desconocidos Milton Nascimento, Gilberto Gil o Edu Lobo. Tras su muerte -en 1982, con 36 a?os-, en los muros de algunas ciudades de Brasil, pod¨ªa leerse: "Agora ela ¨¦ uma estrela". "Agoniz¨® en medio del paseo p¨²blico / Muri¨® a contramano entorpeciendo el tr¨¢nsito", canta en portugu¨¦s el autor de la antol¨®gica canci¨®n de m¨¢s de seis minutos que da t¨ªtulo a este disco. Un andamio de esdr¨²julas. Chico Buarque probablemente el artista m¨¢s admirado en Brasil. Tan relevante para quienes hablan portugu¨¦s como puedan serlo Dylan para el ingl¨¦s o Brel para el franc¨¦s. Se lleg¨® a decir que era la ¨²nica unanimidad nacional. Desde hace m¨¢s de veinte a?os, el hijo del historiador S¨¦rgio Buarque de Holanda, y t¨ªo de Bebel Gilberto, combina el oficio de componer con el de escribir novelas. Tras varios t¨ªtulos publicados, con premios y cr¨ªticas notables, se ha ganado el respeto del mundo literario y ya nadie le discute el transfugismo a quien asegura haber conseguido dividirse en dos creadores.