Dos ¡®emilias¡¯ para Claudio Tolcachir

¡°Creo que la tragedia moderna habita en la desconexi¨®n que sufrimos frente al dolor de los dem¨¢s. Frente al amor de los dem¨¢s. La solidaridad muchas veces toma forma de calmante para nuestra propia incomodidad. En esos casos estamos siendo solamente solidarios con nosotros mismos¡±. De esa reflexi¨®n del dramaturgo, director y, cuando puede, actor argentino Claudio Tolcachir, uno de los hombres de moda del teatro internacional, naci¨® su ¨²ltima creaci¨®n, Emilia. Una obra de mutilados emocionales que ¨¦l mismo ha dirigido, primero con su afamada compa?¨ªa y sala Timbre 4 de Buenos Aires, donde la estren¨® en abril, y despu¨¦s con actores espa?oles, por encargo de la productora Ana Jel¨ªn, la semana pasada en el Teatro Palacio Vald¨¦s de Avil¨¦s, desde donde ha iniciado una larga gira nacional.

Estos dos turbadores montajes cuentan la misma historia, de la mano del mismo director. La historia es la del reencuentro de Emilia con el ni?o que cri¨® y cuid¨®, como ni?era, cuando ya es adulto y tiene mujer e hijo. Ella, ya vieja, sola, necesitada y, como el resto de los personajes, llena de carencias afectivas. ¡°Por alguna raz¨®n todos se aman y esa raz¨®n no siempre es el amor¡±, se?ala Tolcachir de esta historia de sacrificios, mentiras, entregas y miedos.

Pero los sentimientos que provocan la propuesta argentina y la espa?ola no tienen nada que ver. ¡°Los actores son otros y ellos te empujan a explorar por otros sitios, por lo que me he encontrado personajes muy distintos a los que puse en pie en Buenos Aires; unos y otros tienen mucha humanidad, pero energ¨ªas muy distintas; ha sido m¨¢gico ver aqu¨ª como se acoplan¡­ estoy muy agradecido, venir de fuera a dirigir y encontrarte con gente con este nivel de entrega es muy especial¡±, explica Tolcachir.

Al tercer ensayo se dio cuenta de que eran obras distintas: ¡°Ten¨ªa cuerpos y energ¨ªas distintas y lo que funcionaba con un actor no funcionaba con otro¡±, se?ala el director argentino, cuyo m¨¢ximo deseo es que alg¨²n festival o teatro muestre las dos emilias juntas. Siendo los dos montajes impactantes, el argentino parece contar la historia de ese ni?o criado por Emilia, Walter, interpretado por Carlos Portaluppi. La propuesta realizada en Espa?a es b¨¢sicamente coral, donde todos tienen dependencias actorales, complicidades entre s¨ª, interpretada por Gloria Mu?oz, Malena Alterio, Alfonso Lara, Daniel Grao y David Castillo.

Es la primera vez que Tolcachir escribe solo y sin saber qui¨¦n iba a actuar. Siempre ha creado para Timbre 4, su compa?¨ªa, con la que irrumpi¨® en el panorama esc¨¦nico mundial hace m¨¢s o menos una d¨¦cada, liderando el nuevo y vital teatro bonaerense, del cual y por suerte se ha contaminado el teatro madrile?o. Anteriormente ya ha seducido al p¨²blico espa?ol con varios montajes, entre ellos, y sobre todo, La omisi¨®n de la familia Coleman. Tolcachir debe ser de los pocos directores y autores argentinos que no se han psicoanalizado, ni se han acercado por otros m¨¦todos a esta especialidad m¨¦dica. A pesar de ello, en sus obras siempre habla de familias desestructuradas, con conflictos psicol¨®gicos importantes. Suelta una carcajada al ser interrogado sobre este aspecto y dice: ¡°Creo que como no resolv¨ª nada y no fui al psicoanalista, por eso me sale todo esto¡±. Ha tenido una infancia feliz y la familia no es un tema que le interese, ¡°pero es una gran excusa para ir al fondo de las cosas, y en el teatro siempre se busca eso; en el entorno familiar es cuando estamos m¨¢s expuestos, m¨¢s crudos, as¨ª que la excusa de la familia me sirve para poner los personajes al desnudo¡±.

En obras suyas anteriores habl¨® del individualismo, de c¨®mo se puede derrumbar la realidad o llegar a lastimar por amor. En Emilia habla del amor incondicional, del miedo a que no te amen naturalmente, del sentimiento de culpa, de necesidad, de las interesantes y dolorosas redes que se arman para tener un lugar de poder: ¡°Son asuntos que podr¨ªamos sacar de la familia y extrapolarlos a un gobierno, a un grupo de personas¡±, se?ala Tolcachir que se muestra encantado con el hecho de que algunos espectadores vean a Emilia como una santa y otros como un ser retorcido en medio de de esos personajes que son c¨®mplices con lo que sucede, con el dolor, que mienten mucho, lo que les vuelve m¨¢s oscuros, porque fundamentalmente tienen miedo.

¡°En realidad de lo que hablo es de las relaciones de poder, y la familia es lo m¨¢s b¨¢sico, de ella no puedes huir, te permite ir a la crudeza, en esta historia todos son v¨ªctimas y verdugos¡±, concluye.

Mientras la Emilia argentina se sigue viendo en la afamada sala Timbre4 de Buenos Aires, la espa?ola visitar¨¢ varias ciudades espa?olas hasta primeros de enero que recalar¨¢ en los Teatros del Canal para continuar luego una gira nacional.