Los chicos que lloran y el poder
'Boys don't cry' relata la historia de dos amigos muy separados por su trayectoria. Uno es un pol¨ªtico que influye; el otro, un artista fracasado
Que los chicos no lloran lo saben desde Hilary Swank hasta The Cure, y ahora nos lo vuelve a recordar la dramaturga Victoria Spunzberg en la obra Boys don¡¯t cry, que la compa?¨ªa Tantarantana trae a La cuarta pared de Madrid del 24 al 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre de jueves a s¨¢bado. Los dos amigos de adolescencia de esta historia han seguido caminos muy separados y ahora apenas se reconocen al reencontrarse; la canci¨®n del grupo brit¨¢nico es la que los une en ese pasado como banda sonora. Juanjo se ha convertido en un poderoso pol¨ªtico forjado en el arte de envolverse en mil capas cual cebolla para controlar la escena del poder. Walter sin embargo lejos est¨¢ de los c¨ªrculos de decisi¨®n: es un poeta que vive en un momento de crisis, y se siente fracasado. Necesita ayuda a una edad en la que se supone que hay que tener un lugar, los 45-50 a?os. La ausencia de llanto y qu¨¦ significa el poder y c¨®mo lo juzga y administra la sociedad se erige en el tema principal de un montaje dirigido por Gl¨°ria Bala?a i Altimira. ?Qu¨¦ tipo de elecciones podemos hacer o cu¨¢les vienen impuestas por una maquinaria que se relaciona con el momento presente?
Esta es una de las preguntas que el montaje, protagonizado por Francesc Garrido, Armand Vill¨¦n, Alicia Gonz¨¢lez La¨¢ y David Anguera, plantea. Otro pilar robusto se alza alrededor de la cuesti¨®n de g¨¦nero y en un estudio de la experiencia de estar por encima de los dem¨¢s y poder ejercer el control e influir. Boys don¡¯t cry parte asimismo de c¨®mo los hombres se construyen y poseen una identidad a trav¨¦s del puesto de trabajo que ocupan. Pero los dos amigos se enfrentan en un ¨¢mbito privado y desnudo, en el que aquellas capas que contribuyen al poder deben deshacerse. "Los hombres tienen esa obligaci¨®n de realizarse profesionalmente de forma exitosa y los sentimientos quedan muy atr¨¢s...", explica la directora Bala?a i Altimira. "Hemos querido indagar en el dominio masculino y en el hecho de que cuando se asume el poder, con frecuencia se dejan los valores y la ¨¢tica", a?ade. Dos mujeres, Victoria Spunzberg y?Gl¨°ria Bala?a i Altimira dan vida a una obra sobre hombres, algo que a la directora le parece "interesante", al revertir una historia que casi siempre ha llevado la direcci¨®n contraria.?
Un l¨ªmite fino entre una realidad reflejada de manera cruda y el absurdo tambi¨¦n es marca del montaje, cuya autora desea mezclar el drama y el humor, ¡°el mimetismo y el patetismo¡±, hasta el punto en que ese realismo termina por transformarse en un animal salvaje que lleva al espectador a un territorio en que las referencias no son tan evidentes. El ser humano se funde con la teatralidad y el lirismo. "Comienzan los giros po¨¦ticos a partir de un proyecto pol¨ªtico que narra Juanjo y que se magnifica. No sabemos si nos encontramos dentro de la fantas¨ªa de Walter y pasa algo que no responde a la l¨®gica realista", describe Bala?a i Altimira. "Los ¨²nicos l¨ªmites son entonces los impuestos por la convenci¨®n teatral". As¨ª, en Boys don't cry se mezclan de manera explosiva el cinismo, la iron¨ªa, la mala leche y el absurdo. Y la poes¨ªa.?
La compa?¨ªa Tantarantana liderada por Javier ?lvarez y V¨ªctor Su¨¢?ez se cre¨® en Barcelona con la idea de impulsar los espect¨¢culos para los m¨¢s peque?os. Ahora tambi¨¦n sus propuestas van para los adultos y vuelven ahora a la sala de teatro La cuarta pared despu¨¦s de haber llevado montajes como Mein Kampf del h¨²ngaro George Tabori, la trilog¨ªa La marca preferida de las hermanas Clausman, de Victoria Spunzberg y Reglas, usos y costumbres de la sociedad moderna de Jean-Luc Lagarce.
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