¡°No permitir rodar ¡®Isabel¡¯ en el Tinell fue una estupidez¡±
El actor catal¨¢n Julio Manrique interpreta a Col¨®n en la serie de TVE
Una figura enigm¨¢tica y visionaria. El navegante Crist¨®bal Col¨®n, descubridor de un nuevo mundo, est¨¢ a punto de presentarse en la corte de los Reyes Cat¨®licos. El actor catal¨¢n Julio Manrique ha repasado a fondo la historia de finales del siglo XV para preparar su papel en la serie de TVE Isabel. Entra en escena este lunes. ¡°Col¨®n¡±, dice, ¡°es un personaje fascinante, por lo misterioso que resulta. Ten¨ªa inter¨¦s en no desvelar su procedencia, ni siquiera su lugar de nacimiento. La tesis mayoritaria, y los documentos disponibles, indican que era genov¨¦s. Y en la serie es genov¨¦s¡±.
Despejado su origen, se le dibuja como portador de un plan quim¨¦rico y descabellado y tambi¨¦n como un ser ¡°cruel, desp¨®tico y tir¨¢nico con los ind¨ªgenas¡±. ¡°La serie no se dedica a hacer apolog¨ªa de personajes hist¨®ricos o a glorificarlos. Muestra sus luces y sus sombras y, como todos, Col¨®n tiene claroscuros¡±, apunta Manrique, que se ha incorporado a Isabel con su dilatado bagaje de series en TV3.
Particip¨®, por ejemplo, en Porca miseria, comedia intergeneracional protagonizada por una pandilla de treinta?eros, y en Temps de silenci, que mostraba Catalu?a en la ¨¦poca de la dictadura a trav¨¦s de una familia acomodada de Barcelona. Y tambi¨¦n en Ermessenda, una miniserie ambientada en el siglo XI que contaba la historia de Ermessenda de Carcasona, condesa de Barcelona, Gerona y Osona entre 993 y 1057, y una de las mujeres m¨¢s poderosas e influyentes de Catalu?a. ¡°Isabel recuerda un poco a esta producci¨®n¡±, dice el actor, que no elude criticar con dureza el veto del Museo de Historia de Barcelona a la serie de TVE.
Hace poco m¨¢s de un mes, el director del organismo municipal impidi¨® la entrada de las c¨¢maras a las dependencias del museo por discrepancias con ¡°la versi¨®n hist¨®rica de la serie¡±. Manrique sostiene que ¡°fue una estupidez no dejar rodar¡± en las escalinatas del Palacio del Tinell de Barcelona. Y eso que la producci¨®n de TVE ha sido bendecida por prestigiosos historiadores. ¡°Es rigurosa y est¨¢ muy bien hecha. Y aunque se tratara de una comedia me parecer¨ªa mal la prohibici¨®n. Las autoridades dijeron que era decisi¨®n t¨¦cnica, pero no tiene ning¨²n sentido. No entiendo c¨®mo no han tenido un gesto generoso¡±. Finalmente, la productora catalana Diagonal se llev¨® las c¨¢maras a Plasencia para rodar en C¨¢ceres el atentado al rey Fernando en Barcelona.
En las escenas en las que interviene Col¨®n (tanto de la segunda como de la tercera temporada) este tipo de problemas est¨¢n resueltos. ¡°La mayor¨ªa se ruedan en el plat¨®¡±, apunta el actor, que en esta ficci¨®n le tocar¨¢ viajar poco, aunque su personaje emprendi¨® cuatro viajes a lo que se cre¨ªa que eran las Indias Orientales. No hay presupuesto para rodar al otro lado del Atl¨¢ntico.
Lo que s¨ª se ver¨¢ en los pr¨®ximos episodios en la serie que La 1 emite los lunes es la guerra contra el infiel, la ca¨ªda de Granada y la expulsi¨®n de los jud¨ªos. ¡°Este es un episodio terrible. La serie pone encima de la mesa no solo los aspectos gloriosos, sino las ruindades que se cometieron en esos a?os¡±, afirma.
A la espera de entrar en acci¨®n en Isabel ¡ªCol¨®n consigue audiencia con la reina de Castilla en el cap¨ªtulo de ma?ana¡ª, el actor catal¨¢n observa que, como su personaje, la ficci¨®n espa?ola tiene claroscuros. ¡°Se producen cosas interesantes, pese al momento por el que atraviesa la industria. Es una etapa bastante ag¨®nica. La cultura sufre las consecuencias de decisiones espantosas, como la subida del IVA. Al teatro nos est¨¢n dando duro y en el caso del cine se a?aden los problemas de distribuci¨®n. Ha habido un descenso enorme de taquilla y es incompresible que no bajen el IVA. Los gobernantes no tienen la lucidez, la humildad o las ganas de hacerlo. Puede que lo que quieren sea hundir el sector¡±.
La televisi¨®n no escapa a la crisis ni a las cr¨ªticas. ¡°No puede ser que toda la creatividad est¨¦ en este medio. La televisi¨®n tiene que pagar muchos peajes. Es esclava de las audiencias. Tiene que satisfacer a un abanico muy amplio de p¨²blico y eso condiciona contenidos y est¨¦ticas. Hay que llegar a otros p¨²blicos. Si no, solo habr¨¢ cultura de masas. Y as¨ª no se crea el corpus cultural de un pa¨ªs¡±, dice el int¨¦rprete, que percibe que en Espa?a existe ¡°una mezcla de desinter¨¦s y cierta maldad¡± hacia los artistas. ¡°Nos ven como unos titiriteros tocapelotas que cuestan dinero¡±.
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