La Comisi¨®n cambia el sistema de las ayudas p¨²blicas al cine

La Comisi¨®n Europea da por zanjado el conflicto abierto con directores como Pedro Almod¨®var, Wim Wenders, Ken Loach o los hermanos Dardenne. Los realizadores hab¨ªan firmado una carta conjunta contra sistema de ayudas p¨²blicas al cine que las autoridades de Competencia deb¨ªan aprobar hoy. Pero el comisario Joaqu¨ªn Almunia, responsable de la reforma, no ve el problema por ninguna parte. "Aprecio a esos directores y a algunos los conozco personalmente. Para cuando lleg¨® la carta ya hab¨ªamos resuelto lo que les preocupaba", ha asegurado.

Es cierto que, tras consultar con los afectados, Bruselas ha dado marcha atr¨¢s en ampliar el concepto de discriminaci¨®n en la concesi¨®n de ayudas p¨²blicas, uno de los aspectos que m¨¢s malestar hab¨ªa generado en industrias como la francesa. Pero el sistema impulsado por Almunia sigue adelante con uno de los principios en los que Bruselas estaba m¨¢s interesado: poner coto al principio de territorialidad, por el que se obliga a que un determinado porcentaje del presupuesto de una pel¨ªcula se gaste en el pa¨ªs donde se produce.

La Comisi¨®n Europea admite que un filme que reciba el m¨¢ximo legal de ayuda p¨²blica (el equivalente a la mitad del presupuesto total) pueda obligar, como hacen ahora, que el 80% del presupuesto se gaste en el territorio del pa¨ªs que concede la ayuda. El equipo de Almunia reconoce que este tipo de condicionantes pueden ser necesarios para mantener un cierto nivel de la infraestructura necesario para la supervivencia de la industria cinematogr¨¢fica. Pero con lo que no est¨¢ de acuerdo es que estas limitaciones se impongan independientemente de cu¨¢nta ayuda p¨²blica reciba la producci¨®n. Con las reglas actuales, si un pa¨ªs concede un euro de dinero p¨²blico, puede seguir obligando a que el 80% de todo el presupuesto se gaste en ese Estado. Y eso es lo que quiere evitar Bruselas.

La Comisi¨®n ya alert¨® de que esta normativa atentaba contra las reglas de competencia en 2001, y lo ha repetido desde entonces.

No hay ning¨²n cambio en la norma que permite a los Estados subvencionar cualquier producci¨®n hasta el l¨ªmite del 50% del presupuesto total. Pero esta frontera se eleva hasta el 60% en las coproducciones europeas. Estas normas no afectar¨¢n a los proyectos m¨¢s arriesgados comercialmente, como por ejemplo cortometrajes, ¨®peras primas, documentales o filmes de bajo presupuesto. ?Qui¨¦n decidir¨¢ si una determinada producci¨®n merece un trato diferencia por tener un futuro comercial complicado? Cada pa¨ªs que conceda las ayudas.