Un ¡®crooner¡¯ llamado Mark Lanegan
El ex Screaming Trees se mete en la piel y las canciones de Nick Cave o Sinatra y presenta en gira su disco de versiones 'Imitations'
Su fama le precede: Mark Lanegan recela de las entrevistas promocionales rutinarias y de los periodistas, no suele ocultar su lado m¨¢s hura?o y sus canciones tienden a deleitarse en escenas s¨®rdidas e incluso violentas. Ahora bordea el medio siglo de vida y este anta?o compa?ero de correr¨ªas de Kurt Cobain prefiere probar el traje de crooner y cantar temas de Sinatra.
No reniega del todo de su pasado m¨¢s reciente, pero no pocos de sus seguidores se han sorprendido con Imitations, su reciente disco de versiones. No hay escenas violentas y s¨ª una amable revisi¨®n del standard Autumn leaves?que ha sido interpretado por decenas de artistas en un rango que va de Miles Davis o Chet Baker a Eva Cassidy o Paula Cole.?? ¡°Es un g¨¦nero que me gusta mucho, tanto como el soul o el folk¡±, comenta al tel¨¦fono el propio Lanegan. ¡°Pens¨¦ hace tiempo ¡®voy a hacer un disco enteramente consagrado a este tipo de material alg¨²n d¨ªa¡¯, y ese d¨ªa es este a?o¡±.
Tampoco es el primer disco de versiones del estadounidense. A finales de los noventa public¨® I¡¯ll take care of you, si bien m¨¢s enfocado al cancionero blues y folk. ¡°Realmente no encajaba mucho con lo que hac¨ªa en esa ¨¦poca¡±, asegura. Por entonces, Lanegan todav¨ªa intentaba despegarse de la etiqueta de padrino del grunge. Hoy reniega de este pasado y ni quiere o¨ªr hablar de los tiempos en que lideraba los Screaming Trees, banda que compet¨ªa, entonces, en la misma liga alternativa en la que figuraban Nirvana, Soundgarden o Pearl Jam. ¡°No echo de menos nada de esos tiempos¡±, afirma tajante al otro lado del hilo telef¨®nico, con su permamente voz abismal, algo recelosa. ¡°Me aburre el tema¡±. Bien, entonces de una eventual reuni¨®n de la banda, pr¨¢ctica extendida, ni hablamos.
Llevo haciendo discos casi 30 a?os, intento excitarme con cada ¨¢lbum
De joven descubri¨® en su hogar familiar una vieja colecci¨®n de viejos de blues. Lo que all¨ª descubri¨®, una ingente cantidad de historias sobre sexo, muerte y personajes tenebrosos, fue nutriendo su obra peri¨®dicamente. Aunque en Imitations aparecen canciones de artistas m¨¢s cercanos a su forma de entender la m¨²sica (Nick Cave, Greg Dulli), la imagen amable de Sinatra o de Andy Williams, a quien venera, poco tiene que ver con su tradicional imagen de hombre atormentado con un pie en el lado salvaje. ¡°C¨®mo me ve la gente, personalmente, es algo que despu¨¦s de todo no me importa realmente. Adem¨¢s, habr¨¢ otro disco de Mark Lanegan en enero y no tendr¨¢ nada que ver con este disco¡±, confiesa el cantante. ¡°Llevo haciendo discos casi 30 a?os, intento excitarme con cada ¨¢lbum, y es lo que hago, ordenando las canciones, poni¨¦ndolas juntas en mi cabeza, grab¨¢ndolas, cant¨¢ndolas, llev¨¢ndolas al directo¡ Todos son momentos excitantes para m¨ª¡±.
De gira en noviembre
Bilbao. S¨¢bado 23. Festival BIME
Avil¨¦s. Domingo 24. Teatro Niemeyer. 20.00. 22 euros.
Barcelona. Lunes 25. Teatro Barts. 20.45. 27 euros.
Madrid. Martes 26. Teatro Nuevo Apolo. 19.30. De 18 a 27 euros.
En los ¨²ltimos a?os, Lanegan ha publicado en solitario, ha colaborado con artistas dispares (de Moby a Soulsavers pasando por U.N.K.L.E.), ha fundado bandas con compa?eros de generaci¨®n (The Gutter Twins con su amigo Greg Dulli), ha girado y tocado con Queens of the Stone Age y ha grabado discos de folk con la ex Belle and Sebastian Isobel Campbell.
Una disparidad de formatos que ahora le lleva a presentar Imitations en cuatro ciudades espa?olas desde el s¨¢bado. Lo har¨¢ acompa?ado de un d¨²o de cuerda y del multiinstrumentista Duke Garwood, con quien grab¨® a principios de este a?o el ac¨²stico Black pudding. ¡°Incluso aunque sea un disco de Mark Lanegan siempre estoy colaborando con gente. Hasta que sea capaz de tocar todos los instrumentos como Prince, o quien sea que haga eso, Gary Numan, no s¨¦. Siempre ser¨¢ una colaboraci¨®n¡±. Pocos han acostumbrado a colaborar con tantos artistas y tan distantes entre s¨ª. ¡°Bueno, hay mucha gente en el mundo. Mira con cu¨¢nta gente ha tocado Engelbert Humperdinck o Johnny Cash. Estoy seguro de que han tocado con mucha m¨¢s gente que yo¡±.
Cuando un tema le cansa su tono le delata: afloran los silencios y el tono de su voz se hace mon¨®tono, algo ap¨¢tico. Con todo, no est¨¢ desencantado con el negocio. ¡°Tengo un trabajo fant¨¢stico, es lo que hago para ganarme y la vida y es lo que me encanta. Soy extremadamente bendecido. Y no me aburro porque me excitan los retos que se me plantean en cada d¨ªa¡±. Igual que para ¨¦l fue un reto ponerse delante de un micr¨®fono, y ampliar desde el grunge su abanico estil¨ªstico para acabar encontrando una voz propia, con su matiz roto y aguardentoso, una de las m¨¢s representativas de la ¨²ltima d¨¦cada ¨Cmuchos la ponen al lado de las de Tom Waits, Leonard Cohen o Johnny Cash¨C . ?l insiste en que todo fue parte de un proceso. ¡°Pas¨® mucho tiempo hasta que me sent¨ª c¨®modo cantando, pero lo hice. Pasaron muchos discos antes de sentir que era un gran cantante. Pero ahora s¨¦ que lo soy¡±.
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