Un gran evento, pero ?para qu¨¦ sirve en realidad la Feria de Guadalajara?
El encuentro m¨¢s importante del sector en Iberoam¨¦rica cumple 27 a?os. Revisamos los motivos que la hacen un evento indispensable
No todos los eventos, y menos en tiempos de crisis, llegan a su edici¨®n 27. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el encuentro m¨¢s importante del sector en Iberoam¨¦rica, cumple 27 a?os y las cifras de otros ejercicios avalan su continuidad: tan solo en 2012, m¨¢s de 700.000 personas acudieron como p¨²blico, 1.928 casas editoriales participaron en ella, 550 autores presentaron su obra y 44 pa¨ªses se sumaron a la organizaci¨®n. Montar una feria como esta cuesta alrededor de 5,5 millones de d¨®lares pero tan solo en negocios, mueve cerca de 33 millones. Ante semejantes n¨²meros, que revelan las dimensiones del encuentro, resulta casi obligado preguntarse para qu¨¦ sirve la FIL, m¨¢s en un pa¨ªs donde a tenor de los baj¨ªsimos ¨ªndices de lectura, pudiera parecer que la literatura no interesa. O al menos, no tanto como deber¨ªa: de una lista de 108 naciones de la UNESCO, M¨¦xico ocupa el pen¨²ltimo lugar en cuanto a ¨ªndice de lectura. Como promedio, los mexicanos leen 2.8 libros al a?o, y s¨®lo un 2% de la poblaci¨®n tiene como h¨¢bito permanente la lectura (en Espa?a, por ejemplo, se leen 7.5 libros al a?o y en Alemania 12). Adem¨¢s, en M¨¦xico s¨®lo existe una biblioteca por cada 15.000 habitantes y una librer¨ªa por cada 200.000, seg¨²n la Encuesta Nacional de Lectura 2012.
El fomento de la lectura es, para la directora de la FIL, Marisol Schulz, ¡°uno de los ejes de la feria¡±, que se plasma en ¡°actividades concretas para peque?os y j¨®venes¡±. Sin embargo, la gestora descarga responsabilidades en cuanto a los malos datos de M¨¦xico: ¡°Cuando hablamos de ¨ªndices de lectura nos referimos a todo el pa¨ªs, no solo a Guadalajara. Los bajos niveles del libro sobrepasan las atribuciones de la feria, hay muchos otros factores. Este evento contribuye a crear nuevos lectores, pero se trata de un tema de responsabilidad compartida con instituciones y familias. Por lo pronto la FIL convoca a los j¨®venes a la lectura y ellos participan de manera festiva¡±, concluye la directora, que este a?o se estrena en el cargo despu¨¦s de la renuncia de Nubia Mac¨ªas.
Adem¨¢s, ¡°la feria tiene varias vertientes y p¨²blicos diversos¡±, asegura Schulz. ¡°Se intercambian derechos de autor, ventas, y la gente dedicada a la cadena de comercializaci¨®n del libro tiene un encuentro. En este sentido es una feria de profesionales¡±. Pero hay m¨¢s utilidades: ¡°Es tambi¨¦n un festival cultural en todas sus expresiones y una feria acad¨¦mica, un foro de discusi¨®n de temas de actualidad en distintos ¨¢mbitos que da la palabra a juristas, bibliotecarios, historiadores, ilustradores, periodistas.... Son nueve d¨ªas de grandes debates¡±, dice.
Marcela Gonz¨¢lez Dur¨¢n, directora editorial de Alfaguara, responde al instante a la pregunta de para qu¨¦ sirve la feria: ¡°La FIL es la fiesta donde se encuentran todas las partes de la cadena del libro: escritores, lectores, editores, tambi¨¦n los medios de comunicaci¨®n, que hacen una labor importante. Se ven las tendencias a trav¨¦s de las presentaciones de cada autor. En definitiva, la feria hace del fen¨®meno de la cultura una celebraci¨®n¡±.
Igual de optimistas son otras editoriales consultadas de menor dimensi¨®n. Mart¨ªn Solares, escritor mexicano y editor de Oc¨¦ano, lleg¨® a la FIL en 1989 y asegura que cada a?o, el evento es, para ¨¦l, ¡°el equivalente a un curso literario de primer nivel¡±. Enamorado de la feria de Guadalajara, en su opini¨®n, el encuentro tiene muchas funciones: sirve para acercar a los lectores incluso a los autores m¨¢s ¡°exquisitos, dif¨ªciles y remotos que uno pueda imaginar¡±. Tambi¨¦n para impulsar las ventas de peque?as y grandes editoriales justo antes de las compras navide?as; para ofrecer un espacio ¡°amable y c¨¢lido¡± al di¨¢logo entre agentes y editores, y con ello abrir nuevos; para darle una ¡°inyecci¨®n anual de adrenalina¡± a los autores que descubren por primera vez a sus lectores; para atraer a lectores, bibliotecarios, libreros y distribuidores de todo el pa¨ªs y del continente y enriquecer sus cat¨¢logos. Solares contin¨²a: ¡°Para cambiar los modos de pensar, crear conciencia sobre los grandes temas del mundo contempor¨¢neo a trav¨¦s de las mesas redondas; para reconocer la obra de escritores de distintos g¨¦neros mediante los premios; y para aficionar a la lectura a miles de personas de cualquier edad que asisten s¨®lo por curiosidad¡±.
El escritor va todav¨ªa m¨¢s all¨¢: ¡°La FIL invita a romper tab¨²es en torno a la lectura, a disfrutar de ella y a comprender que es un instrumento que permite engrandecer nuestra memoria, experiencia e imaginaci¨®n¡±.
La feria ofrece tambi¨¦n muchas ventajas para el tercer pilar de la FIL, el p¨²blico visitante. ¡°Los precios de venta suelen ser interesantes y el hecho de poder encontrarte con los autores que te gustan est¨¢ muy bien¡±, asegura Miguel, de 32 a?os. Para Clara, madre de familia, la feria del libro es un evento de tradici¨®n familiar, un punto de reuni¨®n para ella, su marido y sus hijos. ¡°No nos gusta tanto para comprar, comprar y comprar, si no por los personajes que uno ve, la experiencia que se vive. A m¨ª me ha tocado cantar en la feria durante una representaci¨®n de ¨®pera en los pasillos. La m¨²sica le da mucha vida, ya tengas 15 a?os o 54, como yo¡±. Adem¨¢s, asegura, ¡°en las ¨²ltimas elecciones presidenciales fue un foco de atenci¨®n muy importante en la que se hac¨ªa notar lo que sent¨ªamos los ciudadanos hacia los gobiernos. Es un evento importante para voltear hacia distintos ¨¢ngulos de vista, la inconformidad o la injusticia¡±.
¡°Hay tambi¨¦n quien se ha enamorado en la FIL¡±, dice un periodista que acude habitualmente a la cita de Guadalajara, ¡°y tambi¨¦n quien se enamora todos los a?os, en realidad, casi todas las noches¡±, remata con iron¨ªa. Las fiestas, el backstage de la feria, son tambi¨¦n un punto fundamental del evento, donde se terminan de cerrar los negocios del d¨ªa y el lugar para conocer de cerca a sus protagonistas. Cada editorial organiza la suya. Eso s¨ª, no aparecen en el programa oficial y rara vez, como consumidor de prensa, podr¨¢ leer una cr¨®nica de lo que pasa en ellas. ¡°Lo que pasa en la FIL, en la FIL se queda¡±, asegura riendo el reportero.
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