Toda la dulzura del taekwondo
Cuca Roseta combina su mete¨®rica carrera de fadista con las artes marciales
Con su mano, Cuca Roseta es capaz de partir una tabla de madera por la mitad. Con su voz, en cambio, sabe enternecer los o¨ªdos del mundo. Es lo que tiene ser cintur¨®n negro de taekwondo y estrella del fado, la peculiar mezcla que caracteriza a esta diminuta cantante portuguesa de ojos cautivadores. Aunque, al menos seg¨²n ella, las dos artes tampoco son tan distintas. ¡°El taekwondo tiene mucho que ver con el fado. Ambos poseen una parte de improvisaci¨®n y poco a poco, a medida que vas conociendo las letras o estudiando a tu adversario, aprendes y tomas el control¡±, asegura la cantante.
¡°El taekwondo te ense?a a enfrentarte a tus miedos. Sin ello, no ser¨ªa tan exigente conmigo misma¡±, a?ade Roseta. Y, como si quisiera demostrarlo acto seguido, cuenta que en el ¨²ltimo torneo en el que particip¨®, hace unas semanas, acab¨® solo tercera. ¡°?Una medalla de bronce!¡±, dice fingiendo cierto desprecio entre risas. Probablemente, en cualquier caso, la lucha y sus tres entrenamientos semanales tambi¨¦n le hayan ayudado a afrontar el reto de su segundo ¨¢lbum, Raiz, que present¨® la semana pasada en Madrid en el marco de una gira por medio mundo.
¡°En casi todo el disco soy compositora y letrista. Es un camino nuevo, ya que normalmente en el fado no ocurre¡±, explica Roseta sobre Raiz. De hecho en su primer ¨¢lbum, Cuca Roseta, que ya es disco de oro, solo hab¨ªa un tema del que ella hubiera realizado textos y m¨²sica. As¨ª que esta vez la nueva voz del fado ¡ªas¨ª la apodan en su Portugal natal¡ª se ha atrevido a dejar m¨¢s presente su huella.
Hoy tengo la certeza de que he nacido para cantar fado. Es mi vida, mi piel¡±, asegura la artista.
El resultado es una oda a la dulzura, la calma y la melancol¨ªa, con alg¨²n repentino destello de alegr¨ªa. Ella ofrece una aut¨¦ntica declaraci¨®n de amor cuando se le pregunta por el fado. ¡°Me ha ense?ado la definici¨®n de destino. Hoy tengo la certeza de que he nacido para cantar fado. Es mi vida, mi piel¡±, asegura la artista. Su entusiasmo contagioso da fe de su convicci¨®n absoluta. Y eso que no siempre fue as¨ª.
¡°De peque?a el fado no me gustaba. Yo soy positiva y tanto hablar de soledad y muerte no me atra¨ªa¡±, relata Roseta. De ah¨ª que intentara otros caminos y se sacara la carrera de psicolog¨ªa cl¨ªnica y hasta un posgrado en psicolog¨ªa del consumidor. Eso s¨ª, la m¨²sica siempre anduvo a su lado, al principio m¨¢s en forma de pasi¨®n y de conciertos entre el llamado Clube do Fado y la colaboraci¨®n con el grupo Toranja: ¡°Pensaba: ¡®?Qu¨¦ tengo yo de especial para cantar?¡±.
Mucho, debi¨® de contestar Gustavo Santaolalla. El famoso productor argentino se qued¨® hechizado por la voz de Roseta y decidi¨® producir su primer disco. Tanto que su nombre, acompa?ado casi siempre de alg¨²n tipo de agradecimiento, sale varias veces a lo largo de la conversaci¨®n.
Gracias a ¨¦l, y obviamente a su talento, ahora Roseta ya es un astro de la galaxia fadista: ¡°El fado es una criatura de siete cabezas. Tienes que saber usar la voz, interpretar de verdad las letras, encontrar la complicidad con los m¨²sicos: hay mucha improvisaci¨®n, y eso genera tensi¨®n¡±. Es decir, un desaf¨ªo de miedo. Pero bueno, para ello est¨¢ el taekwondo.
Babelia
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