El fot¨®grafo que hac¨ªa la calle
El Museo Nacional de Arte de Catalu?a exhibe m¨¢s de 500 fotograf¨ªas de Joan Colom, maestro de lo marginal
Le ha gustado pasar siempre desapercibido. Por eso, durante a?os Joan Colom (Barcelona, 1921) se ha paseado por las calles del Raval, uno de los barrios m¨¢s conflictivos de Barcelona, entre prostitutas y clientes, con su c¨¢mara por debajo de la rodilla, para no llamar la atenci¨®n de las personas con las que se cruzaba y as¨ª poder retratarlos con naturalidad, sin que se dieran cuenta, naturales. Lo hizo en los a?os cincuenta y sesenta, en plena etapa franquista y lo volvi¨® hacer, despu¨¦s de treinta a?os, en los noventa, durante la fiebre ol¨ªmpica de Barcelona. Colom fue un contable serio y minucioso que dedic¨® infinitos fines de semana de su vida a una gran pasi¨®n: la fotograf¨ªa, que realizaba armado con su Leica, con la intenci¨®n de capturar, con respeto, sin interferir y casi de manera clandestina, el ambiente, el aroma, las personas de este barrio convertido en estudio al aire libre.
Al final reuni¨® en torno a 9.000 fotograf¨ªas, 7.300 negativos montados en marcos de diapositivas y 300 hojas de contacto. Podr¨ªan ser muchas m¨¢s porque, una vez seleccionado el mejor negativo, Colom tiraba a la basura el resto del carrete. Todo fue entregado por ¨¦l mismo en 2012 al Museo Nacional de Arte de Catalu?a (MNAC), que ahora le rinde homenaje al inaugurar Yo hago la calle. Joan Colom, fotograf¨ªas 1957-2010. En ella se pueden ver 500 de sus im¨¢genes, muchas de ellas in¨¦ditas, del Barrio Chino en pleno apogeo de sexo y dinero, as¨ª como del Borne y del barrio de las barracas del Somorrostro. Se trata de la gran retrospectiva que tanto ha deseado Colom en los ¨²ltimos a?os y que aseguraba, con cierto humor negro, que ¡°ser¨ªa p¨®stuma¡±. Todav¨ªa no ha podido verla, pero se espera que este mi¨¦rcoles el gran fot¨®grafo de 92 a?os pueda visitarla.
Comisariada por Jorge Ribalta y David Balsells, la exposici¨®n recorre todas sus obras, llevando a cabo un periplo hist¨®rico que deja claro por qu¨¦ siendo uno de los autores menos conocido de la llamada Nueva Vanguardia, ha acabado siendo considerado como un autor capaz de renovar el lenguaje de la fotograf¨ªa en Espa?a de la segunda mitad de los a?os 50, sobre todo por ¡°la espontaneidad de sus retratos¡±, seg¨²n los comisarios.
La exposici¨®n arranca con las primeras im¨¢genes del a?o 1957 y contin¨²a con los trabajos del grupo El Mussol, con el que hizo solo dos exposiciones. Uno de los grandes ejes de la muestra es su famosa e ic¨®nica serie La calle, a partir de 1958, que se puede ver completa, y en la que las protagonistas son sus prostitutas elegantes, vestidas con faldas de tubo por encima de la rodilla, pelo cardado, tacones de aguja, jers¨¦is y rebecas de punto, todo marcando sus pronunciadas curvas. En las fotograf¨ªas se adivina el juego de miradas con sus clientes, los proleg¨®menos de los encuentros furtivos y el traj¨ªn de los portales, pre¨¢mbulo del de las habitaciones de esta parte baja de la ciudad. Tampoco faltan los marineros, los delincuentes y los primeros turistas, as¨ª como los polic¨ªas y transe¨²ntes de La Rambla y de las calles adyacentes.
Su trabajo ¨²ltimo, realizado tras 30 a?os de inactividad, tras ser denunciado por Elo¨ªsa S¨¢nchez, una de las prostitutas fotografiadas, al reconocerse en una de las im¨¢genes, ocupa tres cuartas partes del archivo. Los personajes son los mismos, pero en esta ocasi¨®n son fotografiados en color. ¡°No sab¨ªa que hac¨ªa fotograf¨ªa social, buscaba im¨¢genes que me emocionasen, aunque no siempre estaba seguro de haberlas conseguido hasta que positivaba los negativos. Yo, como las prostitutas, hac¨ªa la calle¡±, ha explicado en varias ocasiones Colom.
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