?pica de cat¨¢strofes
Su germen es un acercamiento a la po¨¦tica de lo menor de Kafka a trav¨¦s de la mirada de Jos¨¦ Sanch¨ªs Sinisterra
Cerca del tramo final de la inagotable Gente en sitios, una chica (Eva Llorach) sale precipitadamente de un bar para devolver el bolso que otra clienta se ha dejado en una mesa. En el exterior, tropieza y se golpea contra uno de los bolardos de la acera. Desorientada, sus pasos la llevan a la madrile?a plaza de Col¨®n, donde su mirada se detiene sobre la imagen borrosa de la imponente bandera espa?ola que preside el lugar. Uno puede encontrar en esa imagen concreta ¡ªo en muchas otras¡ª del denso tapiz de conexiones que propone la ¨²ltima pel¨ªcula de Juan Cavestany la clave ideal para interpretar el conjunto: la Espa?a del presente como fantasmagor¨ªa o la respuesta del poshumor ib¨¦rico a esa legendaria anotaci¨®n en los diarios de Kafka del 2 de agosto de 1914 (¡°Alemania ha declarado la guerra a Rusia. Tarde, escuela de nataci¨®n¡±).
Cuenta el propio director que el germen de la pel¨ªcula estuvo precisamente en su acercamiento a la po¨¦tica de lo menor de Kafka a trav¨¦s de la mirada de Jos¨¦ Sanch¨ªs Sinisterra: pel¨ªcula de estructura libre y desafiante, Gente en sitios se puede permitir la licencia de adaptar un texto del escritor ¡ªEl puente¡ª y de reservar un viaje en taxi a un aparte reflexivo de Juan Carlos Monedero en medio de su complejo entramado de microescenas que dibujan un desolador estado espiritual. El conjunto no remite tanto a algunas ambiciosas pel¨ªculas italianas de sketches como Monstruos de hoy, de Dino Risi, como al supuestamente err¨¢tico carrusel de El fantasma de la libertad, que pusieron en marcha Luis Bu?uel y Jean-Claude Carri¨¨re. La fragmentariedad es una falsa pista: algunos leit-motivs ¡ªla par¨¢lisis de actos cotidianos¡ª y una subterr¨¢nea corriente sobrenatural acaban otorgando al conjunto no solo unidad, sino tambi¨¦n un aliento casi metaf¨ªsico.
Cavestany empez¨® a buscar este registro de humor desesperanzado, reflexivo y exc¨¦ntrico en su segundo largometraje (Gente de mala calidad, 2008), lo afin¨® y conquist¨® su tono en sus dos experimentos al margen (Dispongo de barcos, 2010, y El se?or, 2012), pero aqu¨ª le sirve para proponer, con un pu?ado de secuencias perfectas, la que quiz¨¢ sea la pel¨ªcula espa?ola m¨¢s relevante del a?o: nuestra gran ¨¦pica de cat¨¢strofes (interiores).
Babelia
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