El c¨®ctel comercial
Sus efectos digitales son el cart¨®n piedra del nuevo milenio, puro celof¨¢n y le falta calidad a su prosa, a su caligraf¨ªa cinematogr¨¢fica.
El arte comercial (casi) siempre va envuelto en una paradoja: cuando se ve una pel¨ªcula, se lee una novela o se escucha una canci¨®n se intuyen las razones para el ¨¦xito. Sus secretos suelen ser f¨¢ciles de explicar. Y, sin embargo, la f¨®rmula para la p¨®cima no est¨¢ al alcance de cualquiera. No se hacen ¨¦xitos como el que hace churros, en serie.
EL M?DICO
Direcci¨®n: Philipp St?lzl.
Int¨¦rpretes: Tom Payne, Ben Kingsley, Stellan Skarsg?rd, Olivier Mart¨ªnez, Emma Rigby.
G¨¦nero: drama. Alemania, 2013.
Duraci¨®n: 150 minutos.
El m¨¦dico, novela de Noah Gordon, y ahora pel¨ªcula de Philipp St?lzl producida por la alemana UFA, podr¨ªa ser uno de esos casos. Uno la ve y se vislumbran con cierta facilidad las dosis empleadas, los mejunjes que contiene: una ¨¦poca de la historia muy atractiva, el siglo XI, la fascinante y tortuosa relaci¨®n entre Ciencia y Religi¨®n, entre descubrimiento y fanatismo; el choque entre las culturas cristiana, jud¨ªa y ¨¢rabe; un poco de aventura; un mucho de amor, y si es prohibido, a¨²n mejor; y hasta un apasionante personaje hist¨®rico envuelto en un relato inventado, Ibn Sina (o Avicena en su traslaci¨®n latina), mito de la medicina. Temas trascendentes, aunque tratados de un modo ligero; como un cuento did¨¢ctico para ni?os, con princesas, reyes, sabios, farsantes y tiranos. Bingo.
En estos casos, y hablamos de la novela, lo de menos es la calidad de la prosa. Y exactamente igual ocurre con la pel¨ªcula: una historia m¨¢s grande que la vida, de dos horas y media, con m¨²ltiples acontecimientos de inter¨¦s expuestos con bastante menos sugesti¨®n, que no contiene una sola gota de impacto, de talento, de genio. S¨ª bastante profesionalidad, academicismo. ?Ramploner¨ªa? Tampoco es eso. Se nota que han puesto mucho dinero en la recreaci¨®n ambiental, pero sus efectos digitales son el cart¨®n piedra del nuevo milenio. Puro celof¨¢n. El m¨¦dico, en versi¨®n del in¨¦dito en Espa?a St?lzl, se ve con facilidad. E interesa. Y, sin embargo, y a pesar de que por desgracia muchos de sus subtextos siguen vigentes m¨¢s de 1.000 a?os despu¨¦s, caso de la necesidad de olvidar los fanatismos de la moralidad, la pel¨ªcula cae pronto en el olvido. Le falta calidad a su prosa, a su caligraf¨ªa cinematogr¨¢fica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.