Serrat y su misteriosa ¡®Montonera¡¯
Joan Manuel ha enterrado una bell¨ªsima canci¨®n dedicada, se cree, a Marie Anne Erize Tisseau
Es un buen d¨ªa cuando encuentras un nuevo n¨²mero de Viernes peronistas. Y tambi¨¦n, un d¨ªa perdido: imposible resistirse a sumergirse en sus p¨¢ginas (aunque t¨¦cnicamente un fanzine, tiene dimensiones de libro). Esta publicaci¨®n, concebida en Madrid, estudia el peronismo cl¨¢sico como si fuera un fen¨®meno pop.
Y siempre contiene sorpresas. En el n¨²mero 3, aparece un apartado dedicado a la discograf¨ªa justicialista. Descubro que s¨ª , que hubo una edici¨®n oficial de la canci¨®n maldita de Joan Manuel Serrat: en 1978, el Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero, residente en M¨¦xico, public¨® un flexidisco asombroso, para su difusi¨®n clandestina en Argentina.
En la cara A, diez minutos de un an¨¢lisis triunfalista de lo ocurrido tras el golpe militar, seguido de instrucciones para visibilizarse durante los Mundiales de F¨²tbol; en v¨ªsperas del aniquilamiento de la resistencia armada, la voz de Juan Gelman parece venir de un universo paralelo. Se incluyen direcciones y tel¨¦fonos de la organizaci¨®n en el extranjero y, m¨¢s alucinante a¨²n, el organigrama de la c¨²pula del movimiento guerrillero, con todos sus responsables.
Al dorso, La montonera, una bell¨ªsima loa serratiana: ¡°Con esas manos de quererte tanto / pintabas en las paredes ¡®Lucha y vuelve¡¯ / manchando de esperanzas y de cantos/ las veredas de aquel 69¡±. Lo extraordinario, para tratarse de un disco producido por Montoneros, reside que Serrat manifestaba escepticismo ante la mitificaci¨®n de Per¨®n: ¡°Cay¨¦ndose y volvi¨¦ndose a levantar, la montonera / que buen vasallo ser¨ªa / si buen se?or tuviera¡±.
Se cree que la musa era Marie Anne Erize Tisseau. Nacida en Argentina de padres franceses, fue modelo: desfil¨®, ocup¨® portadas de revistas y conoci¨® la dolce vita de la far¨¢ndula porte?a. A continuaci¨®n, se convirti¨® en militante de base en Montoneros, haciendo trabajo social entre los m¨¢s desfavorecidos.
Hacia 1969, Marie Anne viaj¨® a Europa. Aqu¨ª conoci¨® a Serrat y Moustaki; tambi¨¦n tuvo una relaci¨®n breve con Paco de Luc¨ªa. Demostr¨® audacia: al encontrarse sin dinero, ejerci¨® de contrabandista de arte, exportando varios cuadros valiosos. Todo se cuenta en un libro del periodista Philippe Broussard, La desaparecida de San Juan. Efectivamente, Marie Anne fue chupada en plena calle, a la luz del d¨ªa. El militar a cargo de su secuestro, Jorge Olivera, supuestamente alarde¨® de haberla violado antes de que fuera asesinada. El miserable fue condenado a cadena perpetua pero escap¨® hace unos meses.
Lo que resulta intrigante es que Joan Manuel haya impedido la difusi¨®n del tema, que nunca ha registrado de forma profesional. Se incluye en el documental Cazadores de la utop¨ªa (1995), de David Blaustein. A partir de un casete de Serrat en directo, Litto Nebbia a?adi¨® un elegante arreglo. Seg¨²n Nebbia, con la banda sonora fabricada, Serrat prohibi¨® la edici¨®n de su canci¨®n: la tirada fue destruida.
Hay una historia detr¨¢s, supongo. La historia de la relaci¨®n de Serrat con la izquierda revolucionaria argentina. Son misterios que seguramente se evaporaran: para bien o para mal, Serrat est¨¢ en el cielo de las hagiograf¨ªas. Aqu¨ª y en la Argentina. Urge entender la inmensa popularidad de Joan Manuel en aquel pa¨ªs. En los tres tomos de La voluntad, la cr¨®nica panor¨¢mica de la insurgencia, se reitera el nombre de Serrat. En un momento, antes del golpe, aparece donando ¡°una buena suma¡± a familiares de presos pol¨ªticos. M¨¢s adelante, en una prisi¨®n secreta, se usa su m¨²sica para tapar los gritos de una torturada: horroriza saber que Serrat tambi¨¦n gustaba a algunos milicos.
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