Van Gogh vuelve a casa

Brabante, la provincia del sur de Holanda que linda con B¨¦lgica, tiene dos hijos predilectos que fueron pintores: Vincent van Gogh (1853-1890) y Jer¨®nimo Bosch, tambi¨¦n llamado El Bosco (1450-1516). Del primero, el museo regional, Noordbrabants, solo pose¨ªa un peque?o lienzo de una campesina fechado en 1885. De El Bosco, ampliamente representado en Europa y Estados Unidos, sobre todo en el Prado, no tiene nada. El centro holand¨¦s acaba de saldar ahora la deuda con el primero. Ha reunido 11 cuadros de los inicios de Van Gogh, de paleta muy oscura, aprovechando una gran renovaci¨®n interna que ha ganado una sala de 850 metros cuadrados. All¨ª, el pintor entronca con seis siglos de la historia del lugar donde naci¨® y abord¨® temas de contenido social. Dos telas han sido cedidas por el empresario mexicano Carlos Slim. Para El Bosco, se prepara una antol¨®gica con motivo del quinto centenario de su muerte, en 2016.

¡°El Van Gogh de Brabante es un im¨¢n por su relaci¨®n con el entorno¡±, asegura Fiona Zachariassen, jefa de colecciones del Noordbrabants Museum. ¡°La mayor¨ªa de sus composiciones est¨¢ en ?msterdam, sin duda. Pero para entenderle hay que venir a la regi¨®n donde empieza su aventura art¨ªstica¡±. El Van Gogh retratista de la vida campesina de su tierra natal era un autodidacta que aplic¨® su compromiso social ¡ªy la decepci¨®n de no haber podido ser te¨®logo por desconocer el lat¨ªn y el griego¡ª a unos lienzos intensos y algo faltos de oficio. Son escenas cuyos protagonistas, agricultores o tejedores, acusan en el rostro las duras condiciones de vida en el campo. Una obra cr¨ªtica que combina las denuncias de la literatura realista y naturalista, de autores como Zola o Dickens, le¨ªdos a fondo, con su esfuerzo por dominar el pincel.

La ¨¦poca est¨¢ marcada tambi¨¦n por la oscuridad de las composiciones, que sobrepasa las brumas y cielos plomizos de su pa¨ªs. Tanto, que cuando por fin se traslada a Amberes en 1885 a petici¨®n de su hermano Theo, le sorprende lo sombr¨ªo de sus telas. ¡°Es extra?o que mis estudios parezcan m¨¢s oscuros aqu¨ª de lo que yo hubiera pensado en el campo. ?Ser¨¢ porque la luz resulta menos clara en cualquier parte de esta ciudad?¡±, pregunta, en una de sus cartas.

Luego admite que se trata de lo contrario: los negros y marrones de su primera producci¨®n holandesa contrastan con el colorido del movimiento impresionista, que lo llena todo.

Para la apertura de su nuevo espacio, el Noordbrabants ha colgado su propio van gogh junto a los ocho cuadros cedidos a largo plazo por sus colegas del museo del artista en ?msterdam, el Rijksmuseum, la Agencia del Patrimonio Cultural y un coleccionista particular. Algunos t¨ªtulos hablan por s¨ª solos, como Campesina sentada con una cofia de diario (1885), Cesta de patatas (1885) o Aspas del molino de agua de Genneper (1884). La Rector¨ªa de Nuenen (1885), donde residi¨® dos a?os, es especialmente l¨²gubre. Y su Autorretrato con pipa (1886), ejecutado a los 33 a?os, parece mirar al espectador en busca de respuestas.

Los dos ¨²ltimos en sumarse al conjunto llegaron el pasado jueves al centro, abierto en la localidad de Den Bosch. Se trata de Pastor (1884) y Granja con campesino (1885). Aportados por la fundaci¨®n del empresario mexicano Carlos Slim, proceden de su colecci¨®n del Museo Soumaya, en Ciudad de M¨¦xico. Permanecer¨¢n en Holanda seis meses sobre el mismo fondo de pared amarillo que arropa al resto. La tonalidad elegida para el pabell¨®n dedicado a Van Gogh tal vez sea m¨¢s propia del trabajo posterior, pero refuerza el efecto psicol¨®gico del estallido de luz de su aventura francesa. Sirve, adem¨¢s, para subrayar el lazo irrompible entre sus paisanos campesinos y las labores artesanas y el mundo agrario recogido luego en Francia.

El esfuerzo del Noordbrabants se suma al realizado por las cuatro ciudades de la provincia ¨ªntimamente ligadas al artista. En Zundert est¨¢ su casa natal; en Tilburg, el aula de arte de su escuela; en Nuenen, la iglesia protestante donde predic¨® su padre; en Etten-Leur, un centro de informaci¨®n general. Juntos forman una especie de museo al aire libre de las tierras donde produjo una cuarta parte de sus cuadros y dibujos, incluido el famoso Los comedores de patatas.

De los 11 cuadros, dos est¨¢n cedidos por el empresario Carlos Slim

¡°Este es el momento de Van Gogh, sus paisajes agr¨ªcolas y las familias campesinas. El museo fue un colegio de jesuitas y luego residencia del gobernador de la provincia. Ahora que han concluido las obras, valoradas en 350 millones de euros, nos centraremos en El Bosco. Esperamos traer muchos cuadros, para la exposici¨®n que le dedicaremos en 2016, aunque el m¨¢s famoso, El Jard¨ªn de las Delicias, del Prado, no vendr¨¢. A¨²n as¨ª, contamos con llegar a 60 t¨ªtulos capaces de retratar al pintor. El Prado acoger¨¢ despu¨¦s la exposici¨®n, eso s¨ª¡±, asegura Charles de Mooij, director del Noordbrabants, que gestiona uno de los buques insignia de las renovadas salas de arte provinciales holandesas.