40 segundos de impacto

Pocas veces 40 segundos han dado tanto de s¨ª. El tiempo, tan exacto, tan vol¨¢til. Apenas un instante: un grupo de chicas se sube al altar mayor de la catedral de Cristo Salvador, en Mosc¨², armadas de pasamonta?as de colores chillones, guitarras el¨¦ctricas y ambiciones punk, y grita a los fieles su imprecaci¨®n. Contra el poder pol¨ªtico, contra alianza entre iglesia y estado. Cuarenta segundos que acaban desembocando en dos a?os de c¨¢rcel. Son las Pussy Riot (no, no teman traducir el t¨¦rmino, como se encargan de avisar sus miembros en la pel¨ªcula), mucho m¨¢s que un grupo de chicas de fachada rebelde y estramb¨®tica. Aqu¨ª hay poso, ideas claras, agudo an¨¢lisis. Y, por supuesto, tambi¨¦n confrontaci¨®n, falta de control, anticlericalismo, blasfemia. Como en los buenos documentales, y Pussy Riot: una plegaria punk lo es, no todo es blanco ni negro en un fen¨®meno que trasciende la m¨²sica y la performance, la protesta individual y la respuesta posterior de los poderes p¨²blicos para instalarse en el terreno del an¨¢lisis total del poder pol¨ªtico en Rusia y, por ende, del poder de las redes sociales para amenazar el mundo tal como hoy es, quiz¨¢ para transformarlo.

El brit¨¢nico Mike Lerner, experimentado productor de documentales para la BBC, HBO y Channel 4, y el ruso Maxim Pozdorovkin, joven documentalista ruso, han compuesto un ambicioso an¨¢lisis del fen¨®meno de las Pussy Riot. A lo largo de seis meses de filmaciones y con la ayuda de numeroso material de archivo, los directores se han acercado a todos los flancos de la pol¨¦mica: a las chicas, a sus intenciones, a sus reflexiones, a sus palabras directas en los proleg¨®menos, durante y tras los sucesivos juicios que acabaron con una sentencia de dos a?os de c¨¢rcel; a los respectivos padres, a su dolor, a su orgullo, a sus resquemores; a sus abogados, a sus alegatos; a los fiscales, a sus acusaciones; a los fieles de la catedral, a sus quejas; al poder pol¨ªtico y judicial; a la acusaci¨®n particular; a los manifestantes a favor y en contra; al presidente Putin, a trav¨¦s de una entrevista televisiva. Tambi¨¦n los antecedentes de cada una de ellas, c¨®mo se formaron (social, cultural e intelectualmente), y abundante informaci¨®n sobre la catedral donde se produjo el incidente, con historia alrededor del comunismo y sus flecos. Todo ello con excelente ritmo de montaje, con pasi¨®n, con base period¨ªstica. Abriendo todas la vertientes y dejando su cierre al propio espectador.