Un hallazgo inesperado

Hasta el momento, Ramin Bahrani, director nacido en Carolina del Norte en una familia de origen iran¨ª, hab¨ªa tenido su inter¨¦s prioritario en dibujar una Norteam¨¦rica en perpetua transformaci¨®n multicultural, colocando en el centro del discurso a personajes marcados por la otredad y cierta exclusi¨®n: un taxista senegal¨¦s, un ni?o de la calle de etnia hispana o un vendedor callejero paquistan¨ª; ¨¦ste ¨²ltimo protagonista de ¡°Un caf¨¦ en cualquier esquina¡± (2005), la ¨²nica de las anteriores pel¨ªculas del cineasta, si el cr¨ªtico no se equivoca, que tuvo estreno comercial en nuestro pa¨ªs. ¡°A cualquier precio¡± supone un radical cambio de tercio: aqu¨ª, Bahrani indaga en las fracturas morales del imperio sirvi¨¦ndose de dos arquetipos tan genuinamente americanos como un patriarca agricultor y un joven aspirante a piloto de carreras, encarnados respectivamente por los no menos emblem¨¢ticos Dennis Quaid y Zac Efron.

¡°A cualquier precio¡± es una aut¨¦ntica rareza, bajo cuyas im¨¢genes luminosas acaba emergiendo algo inesperado, que el cineasta maneja como si a¨²n siguiese vigente ese sue?o ut¨®pico de un nuevo Hollywood capaz de no subestimar al espectador adulto: un mundo donde la ficci¨®n pod¨ªa sentir m¨¢s respeto por las verdades terribles que por las dogm¨¢ticas mec¨¢nicas de castigo y/o redenci¨®n de los manuales de gui¨®n. Quaid borda un papel sumamente problem¨¢tico, donde sus viejas armas de seductor parecen supurar patetismo y desesperaci¨®n. Y, cuando uno piensa que el rol de rebelde sin causa le viene demasiado grande a Zac Efron, el progresivo enturbiamiento en la mirada del joven actor pulveriza los prejuicios. La pel¨ªcula de Bahrani no es perfecta, pero proporciona el placer infrecuente de encontrar un discurso inc¨®modo donde uno no se lo esperaba: un drama de padres e hijos, y agricultura transg¨¦nica.