Niemeyer y el dibujo libre
Un libro repasa la arquitectura del genio brasile?o a trav¨¦s de sus bocetos realizados a mano
¡°La libertad y el dibujo son fundamentales en la vida de un hombre¡±, dec¨ªa Oscar Niemeyer. Defend¨ªa la creaci¨®n desde ni?o, el impulso de un trazo al aire, sin ordenadores ni simuladores, como la base indiscutible de la belleza que ¨¦l traslad¨® a tantas obras, hasta cumplir m¨¢s de un siglo de edad.
Fallecido en diciembre de 2012, su libertad fue clave contra la pesadez de los racionalismos, como tambi¨¦n ante lo pl¨¢stico, transformando el hormig¨®n en una sorpresa gravitatoria y estimulante, a partir de un rotulador negro sobre papel cebolla. Lo cuenta el libro La arquitectura de Oscar Niemeyer a partir de sus dibujos, del arquitecto y profesor Manuel Franco, testigo del en¨¦rgico proceso creativo de Niemeyer, en su estudio de Copacabana, cuando el brasile?o contaba con 92 a?os de edad.
El autor, Manuel Franco, fue testigo del proceso creativo del brasile?o
El libro, recomendable a lectores de todo tipo, es un excepcional an¨¢lisis de c¨®mo Niemeyer lleva el sentido de la emoci¨®n a la arquitectura. Describe sus encuentros en su estudio ¡ªpresidido por los desnudos femeninos de Lucien Clergue¡ª como una experiencia donde gesto e idea son inseparables.
Niemeyer, fumando y con las manos en los tirantes, ¡°no sab¨ªa expresar lo m¨¢s profundo de su pensamiento arquitect¨®nico sin la asistencia de su dibujo, sin el recurso de la mano¡±, apunta el autor. Fotos e ilustraciones originales prueban el grafismo ¡°militante¡± del maestro en relaci¨®n con sus fant¨¢sticas construcciones.
Niemeyer confiesa al arquitecto espa?ol c¨®mo resuelve un proyecto: ¡°La base son el dibujo y la cabeza. De ni?o comenzaba a dibujar con el dedo as¨ª, en el aire, y mi madre preguntaba: ¡®?Qu¨¦ haces?¡¯. Y yo contestaba: ¡®Estoy dibujando¡¯. De modo que fue el dibujo el que me llev¨® a la arquitectura¡±, describ¨ªa el brasile?o.
Le Corbusier dijo que Niemeyer ¡°ten¨ªa dentro de s¨ª las monta?as de R¨ªo de Janeiro¡±. Y tambi¨¦n, seg¨²n ¨¦l mismo, al ser humano: ¡°Si la arquitectura es importante, m¨¢s lo es la lucha por lo social¡±. Y la mujer: ¡°No es el ¨¢ngulo recto lo que me atrae, ni la l¨ªnea recta, dura e inflexible, creada por el hombre. Me atrae la curva libre y sensual. La que encuentro en las monta?as de mi pa¨ªs, en el curso sinuoso de sus r¨ªos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer amada. De curvas est¨¢ hecho el universo. El universo curvo de Einstein¡±. De hecho, Koolhaas define a Niemeyer como ¡°la prueba viviente de que en la arquitectura interesante, sexo y comunismo van juntos¡±.
Manuel Franco dice que belleza unida a funci¨®n es el ¡°mayor valor¡± del legado Niemeyer. Curvas, uves, o c¨²pulas invertidas, cual flores abiertas, como en la plaza de los Tres Poderes; o al rev¨¦s, como en la catedral de Brasilia o el auditorio en forma de seno de la sede del Partido Comunista Franc¨¦s.
El Teatro Popular de Niteroi es su dibujo de una mujer tumbada; su l¨ªnea es el horizonte, visto desde el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Niteroi, con el P?o de A?¨²car al fondo; y el sue?o de un p¨¢jaro gigantesco, la Universidad de Constantine. La comparativa del libro entre conceptos, dibujos y edificios constituye toda una sorpresa.
Niemeyer dibujaba viajando, as¨ª que del Palacio Ducal de Venecia saca esbozos ¡ªincluyendo la esencial ¡°tachadura¡±¡ª a partir de los que construye, a pie de agua, la sede de Mondadori. Es especialmente interesante la explicaci¨®n sobre cuatro poderosas armas del grafismo de Niemeyer: ¡°La tachadura; el ojo que mira; el arco solar y el mono¡±. A trav¨¦s de ellas, por ejemplo, el hotel de Ouro Preto o el Ministerio de Educaci¨®n de R¨ªo de Janeiro se convierten en sublimes experiencias de vista y sol.
Fue el dibujo lo que me llev¨® a la arquitectura.
explica en su estudio
Siguiendo el trazo del genio brasile?o, el libro tambi¨¦n repasa multitud de muros grafiados en sus edificios. Y analiza el grafiti, que Niemeyer utiliza para gritar su mensaje, rojo de esperanza, en la impresionante mano de hormig¨®n que es el Memorial de Am¨¦rica Latina en S?o Paulo.
El cap¨ªtulo Espacio p¨²blico. La plaza describe de modo ameno la pol¨¦mica adjudicaci¨®n del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, cuando Le Corbusier convence al arquitecto vencedor, Niemeyer, para unir proyectos. Este fascinante choque entre egos y aspiraciones creativas da lugar a un pormenorizado an¨¢lisis, en defensa de Niemeyer, a partir de dibujos y de fotos muy ilustrativas de los arquitectos en acci¨®n.
?El estudio concluye con comentarios escritos por primeras espadas de la disciplina: el brit¨¢nico Norman Foster, la iraqu¨ª Zaha Hadid, el espa?ol Juan Herreros o el genov¨¦s Renzo Piano, todos a favor del mito y reconociendo la influencia que para ellos es ya el brasile?o.
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