Spotify para las pistas de baile

Hace exactamente 5 a?os que una aplicaci¨®n sueca promet¨ªa cambiar radicalmente los h¨¢bitos de consumo de los aficionados a la m¨²sica. Las expectativas se cumplieron, y Spotify ha demostrado su capacidad de expansi¨®n internacional y de inmersi¨®n en el nicho del oyente ocasional, ganando la carrera por el control del streaming de masas, por delante de la francesa Deezer. Un par de a?os antes, otro producto sueco llamado Pacemaker, un bonito y caro reproductor de mp3 port¨¢til con funci¨®n mezcladora (equipo de DJ de bolsillo, lo llamaron), promet¨ªa revolucionar el mercado de los pinchadiscos ocasionales y las fiestas entre amigos. Pero la invasi¨®n de las centralizadores tabletas y las aplicaciones gratuitas lo convirtieron pronto en un desfasado objeto de culto.

De las cenizas de aquel fracaso naci¨® Pacemaker en su versi¨®n app, que est¨¢ causando un gran revuelo en su nueva versi¨®n para iPad. Su mayor reclamo es ser la primera aplicaci¨®n de este tipo que ha conseguido un acuerdo con Spotify para contar con su cat¨¢logo completo para hacer mezclas en streaming. Es decir, sin tener que poseer los archivos. El acceso hab¨ªa sido tapiado a todos los programadores que se hab¨ªan interesado en llegar a un acuerdo. Una aplicaci¨®n, DJ mixer for Spotify, intent¨® burlar la prohibici¨®n pero dur¨® solo dos horas en la tienda Apple. ?C¨®mo lo consigui¨® Pacemaker entonces? ¡°La respuesta a esta pregunta se puede condensar en una palabra: persistencia¡±, explica Jonas Norberg, presidente y co-fundador de Pacemaker Music, la empresa que comercializa la aplicaci¨®n. ¡°Cuando eres persistente, quiz¨¢ sea una ventaja estar cerca de quien est¨¢s molestando, as¨ª que ayud¨® que ambas compa?¨ªas fuesen de Estocolmo¡±. Sin embargo, fue en un vuelo de vuelta desde el festival tejano SXSW, cuando Norberg convenci¨® a Daniel Ek, presidente de Spotify, de las bondades de su producto. ¡°Me acerqu¨¦ con mi iPad y le hice una sesi¨®n mezclando a Michael Bubl¨¦ con otra cosa extra?a. Le pareci¨® muy divertido y nos pidi¨® probar la versi¨®n beta; a partir de ah¨ª todo fue rodado¡±, relata. Tambi¨¦n ayud¨®, sin duda, que a Daniel Ek le entusiasmara el modelo de negocio que le ense?¨® Norberg. La versi¨®n b¨¢sica es gratuita, pero los extras son de pago y para poder utilizar la plataforma de streaming hay que poseer adem¨¢s una cuenta Premium.

Pacemaker no es la primera aplicaci¨®n que permite pinchar desde la nube. Muchas tiene acceso a Soundcloud, y edjing lleva m¨¢s de un a?o ofreciendo el cat¨¢logo de Deezer asociado a su cuenta Premium Plus. No es pionera, pues, pero ha logrado convencer al grandull¨®n. Aunque para Carlos Barreiro, responsable del blog de tecnolog¨ªa y m¨²sica Pisando Cables, esta no es su ¨²nica ventaja. ¡°Lo que la hace tan excitante es su facilidad de manejo, lo intuitiva que es, su rapidez y cierto aspecto de juego que le da su dise?o¡±, explica. Norberg es a¨²n m¨¢s gr¨¢fico. ¡°Incluso mi madre, medio ciega, consigue cargar dos temas, sincronizarlos y a?adir un par de efectos sin ayuda¡±.

Esta sencillez podr¨ªa, en palabras de Barreiro, ¡°atraer a la m¨²sica de baile y los mixes a gente que hasta ahora no se hab¨ªa interesado por ello¡±, en l¨ªnea con la idea de democratizaci¨®n de las mezclas de sus fundadores. Pacemaker no aspira a ser utilizada por djs profesionales ni tiene las capacidades para ello, por lo que plantearse una revoluci¨®n en el sector ser¨ªa absurdo. Pero s¨ª supone un importante paso en el imparable ascenso del streaming frente a lo f¨ªsico, y una sencilla herramienta para convertir en djs principiantes a un p¨²blico que cada d¨ªa es menos pasivo ante la m¨²sica que escucha.