La gema escondida de los Oscar
¡®L'image manquante¡¯, nominada a Mejor pel¨ªcula extranjera, recrea el genocidio camboyano de los jemeres rojos con figuras de arcilla

El cine puede ser b¨¢lsamo de los muertos. Rithy Panh, cineasta, escritor, v¨ªctima, as¨ª lo cree. Se ha pasado m¨¢s de 20 a?os desgranando el genocidio camboyano perpetrado por los jemeres rojos entre 1975 y 1979. Casi dos millones de personas, uno de cada tres habitantes de la naci¨®n, muertos por torturas o por el hambre bajo el r¨¦gimen comunista de Pol Pot. Ahora con la L¡¯image manquante, premiada en Cannes y nominada al Oscar a la Mejor Pel¨ªcula Extranjera, ha llegado el momento de decir basta y de reconciliarse con su memoria. ¡°Es m¨¢s personal que el trabajo que hab¨ªa hecho hasta ahora, salvo mi libro [La eliminaci¨®n (Anagrama, 2013)]. Ten¨ªa que honrar a toda la gente que muri¨® y que me ayud¨® a salvarme¡±.
L¡¯image manquante no iba a ser la pel¨ªcula que es. Antes de optar por este mon¨®logo interior cinematogr¨¢fico ¡ªmezcla de im¨¢genes de archivo, voz en off y animaci¨®n rudimentaria con figuras de arcilla para recrear sus recuerdos¡ª, Panh se encontraba trabajando en un film sobre el aparato propagand¨ªstico jemer. Fue entonces cuando conoci¨® a Sarith Mang, o To como Panh lo llama, y el rumbo de la obra cambi¨® para siempre. ¡°Me enter¨¦ de que uno de mis j¨®venes t¨¦cnicos era tambi¨¦n un escultor. Le ped¨ª que me tallara un peque?o ni?o, para construirle una maqueta de mi casa, porque mi casa fue destruida y ahora es un burdel con karaoke. Cuando vi el resultado, me sorprend¨ª. Supe que pod¨ªa rodar toda la pel¨ªcula as¨ª¡±.

El barro antes que la carne es la opci¨®n de Rithy Panh por varios motivos. L¡¯image manquante no pod¨ªa ser una pel¨ªcula convencional, con actores humanos, porque el cineasta sent¨ªa un rechazo visceral a la idea. ¡°No puedo hacer La lista de Schindler. Tal vez est¨¦ bien hacer una historia as¨ª. Pero para m¨ª es¡ No puedo ense?arle a un actor c¨®mo matar o c¨®mo morir. No puedo hacer ficci¨®n con eso¡±. El segundo motivo es espiritual, puramente camboyano, ligado a una concepci¨®n religiosa que Panh, ateo, no comparte y sin embargo siente. ¡°La arcilla es tierra con agua. Toma forma con el viento. Se seca bajo el sol. Es como nuestra vida. Y cuando la pel¨ªcula termina, la arcilla vuelve a la tierra. Para nosotros es de lo m¨¢s natural, porque cuando nuestra gente reza a Buda, no reza a la estatua, reza al esp¨ªritu, al alma dentro de ella¡±.
La relaci¨®n entre escultor y director fue muy estrecha. Rithy Panh hablaba horas y horas con Sarith Mang, que era apenas un beb¨¦ durante el genocidio de los jemeres rojos y solo supo de este desastre por los escuetos relatos de su padre. ¡°Para m¨ª era algo bueno que no supiera nada. Empez¨® a aprender conmigo qu¨¦ hab¨ªa pasado con los jemeres. Fue un paseo por la memoria. Pod¨ªa preguntarle a su familia. Pod¨ªa ver im¨¢genes de archivo. Y yo le hac¨ªa mis bocetos, dibujos de mis recuerdos. Para que entendiera¡±. Mang entendi¨® y el cineasta honr¨® su interiorizaci¨®n del oscuro pasado de su pa¨ªs dejando que fueran las suyas las ¨²nicas manos que tallaron las decenas de figuritas de arcilla que pueblan L¡¯image manquante.

Hay mucho dolor en el universo creativo de Rithy Panh. "En su libro, La eliminaci¨®n, escribe: A los 13 a?os, perd¨ª a toda mi familia en pocas semanas [¡]. Todos ellos barridos por la crueldad y la locura de los jemeres rojos [¡]. Me qued¨¦ sin familia. Me qued¨¦ sin nombre. Me qued¨¦ sin rostro. Y fue as¨ª como segu¨ª con vida, porque me hab¨ªa quedado sin nada¡±. El nexo com¨²n de su obra es la pulsi¨®n obsesiva por encontrar la verdad de los hechos, paralela a la de Claude Lanzmann de Shoah (1985), a quien tanto admira. ¡°Un genocidio no es algo que se podamos entender por completo. Pero podemos decir qui¨¦n era la v¨ªctima y qui¨¦n el verdugo. Respeto que la gente quiera olvidar. Pero es a trav¨¦s de la memoria, del contraste de los hechos, que se puede entender el pasado. Si olvidas, si todas las p¨¢ginas est¨¢n en blanco, te conviertes en un tonto. Yo no puedo olvidar. Llego a mi familia dentro de m¨ª. Viven dentro de m¨ª. Y hablo con ellos todos los d¨ªas¡±.
Cuando Rithy Panh est¨¦ sentado en su butaca del Dolby Theatre, sede de la gala de los Oscar en el 6801 de Hollywood Boulevard (Los ?ngeles), sonreir¨¢ al glamour de la ceremonia. Aunque no le guste. ¡°Claro que en los premios de cine hay mucha banalidad y superficialidad. Y no me gustan. Pero nos dan una oportunidad valios¨ªsima. Nos dan la oportunidad de decir: ¡®Existimos¡¯. Nos dan la oportunidad de decirles a los jemeres rojos: ¡®Pudisteis matar a nuestras familias, a nuestros padres, a nuestros hijos. Pero no pudisteis matar a nuestra imaginaci¨®n¡¯¡±.
La banalidad del bien
Rithy Pahn es muy cr¨ªtico con el concepto de Hannah Arendt, la banalidad del mal, que la fil¨®sofa acu?¨® en Eichmann en Jerusal¨¦n, su c¨¦lebre libro escrito tras seguir el juicio contra Adolf Eichmann, uno de los m¨¢ximos responsables del Holocausto: "Creo que el concepto de la banalidad del mal, que el asesino es como nosotros, o que nosotros podr¨ªamos ser un asesino, es peligroso. Mucha gente habla de ¨¦l porque es sexy, atractivo, gente que no ha le¨ªdo nunca a Hannah Arendt. Parecemos sentir mucha m¨¢s fascinaci¨®n morbosa por el asesino que por la v¨ªctima".
La cr¨ªtica de Pahn a Arendt no es solo de fondo, sino tambi¨¦n de m¨¦todo. ¡°Hanna Arendt apenas pas¨® tiempo con Eichmann. Trabaj¨® m¨¢s que nada por notas para elaborar su reflexi¨®n¡±, pregunta el artista, que acumul¨® m¨¢s de 300 horas de entrevista con Dutch, el responsable del centro m¨¢s letal de reeducaci¨®n de los jemeres rojos, el S-21, donde murieron m¨¢s de 20.000 personas. ¡°Yo no podr¨ªa hablar jam¨¢s del genocidio con t¨¦rminos tan filos¨®ficos¡±.
Pahn propone una alternativa a ese concepto diluido de la responsabilidad, de que el mal es en realidad banal y propio de cualquier ser humano, un concepto que apunta a la v¨ªctima antes que al verdugo: ¡°Prefiero hablar de la banalidad del bien. De esos actos de dignidad en las peores circunstancias. De los que resistieron. Con peque?os gestos, tal vez, pero resistieron. Gestos que salvaron vidas, como la m¨ªa¡±.
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