Chic, Neneh Cherry o R?yksopp se suman a S¨®nar 2014

S¨®nar ha presentado esta ma?ana lo que podr¨ªa considerarse el grueso del cartel de su 21? edici¨®n. Una programaci¨®n que, como acostumbra cada a?o, traza un recorrido hist¨®rico a trav¨¦s de diferentes etapas de la m¨²sica de baile y en la que, de nuevo, encuentra su lado m¨¢s innovador y futurista en esa famosa segunda l¨ªnea de propuestas. Ahora, a nombres como Massive Attack, James Holden o Plastikman, se unir¨¢n los de la ¨²ltima camada de los hijos (o parientes lejanos) del masivo EDM estadounidense y los de algunos fundadores o continuadores de la propuesta de baile tradicional. Todo un relevo generacional escenificado a lo largo de tres d¨ªas de festival.

Para entender de d¨®nde viene todo, as¨ª como otros a?os S¨®nar invoc¨® los nombres de leyendas como Roxy Music o Kraftwerk, en junio aterrizar¨¢ en Barcelona Chic, la m¨ªtica banda disco liderada por el renacido Nile Rodgers. Ya estuvieron en el festival hace ocho a?os. Pero vuelven ahora tras renovar el inter¨¦s de un p¨²blico que por juventud, probablemente, no sab¨ªa qui¨¦n demonios eran antes de que su l¨ªder y guitarra participase en el ¨²ltimo disco de Daft Punk (especialmente en el ¨¦xito Get Lucky), o colaborase con artistas como Disclosure y Tensnake.

Un trasvase art¨ªstico que ilustra bastante bien el signo de los tiempos y el propio cartel del festival, en el que cada vez est¨¢n m¨¢s disueltas las fronteras entre el pop y la electr¨®nica. Entre el underground y el mainstream y, sobre todo, entre dos generaciones criadas en la electr¨®nica y que no necesariamente tienen demasiado de qu¨¦ hablar entre ellas. Para resumirlo a lo bruto: la que alumbr¨® el techno de Detroit y ha terminado abrazando una idea m¨¢s circunspecta de la m¨²sica, y la que ahora crece al calor de Skrillex y otros aleda?os de la escena masiva como Major Lazer y se entrega a la alegr¨ªa y la evasi¨®n a trav¨¦s de su sonido.

Esta segunda escena, la que est¨¢ captando a una parte de p¨²blico de no m¨¢s de 25 a?os y que surgi¨®, entre otras cosas, tras la fragmentaci¨®n del fen¨®meno dubstep y sus conexiones con artistas como Diplo, coge cada vez m¨¢s cuerpo en S¨®nar con artistas variopintos como Dj Snake, Alizz, Huchi, UZ (uno de los reyes del trap) o incluso en el apartado m¨¢s comercial, Flux Pavilion. Muchos de ellos con billete de ida y vuelta al mainstream (m¨²sicos como Lady Gaga y Kanye West miran hacia ah¨ª para actualizar su propuesta) y poseedores de un sonido cuya inspiraci¨®n es un pastiche de influencias procedente de las costumbres y usos culturales de la fragmentada era digital. Y cada vez son m¨¢s.

¡°Las nuevas generaciones siempre han tenido detractores en la generaci¨®n anterior. Ahora vuelve Nile Rodgers, por ejemplo, que invent¨® el disco y que era repudiado por el mundo del rock n roll. Es un proceso natural. Ya hemos visto otros momentos parecidos. Pero queremos evolucionar, no vamos a ser un festival de techno de Detroit del a?o 94. No digo que sea mejor, pero nos interesa el momento actual¡±, explica Enric Palau, codirector del festival y responsable del apartado art¨ªstico, sobre esa brecha tan clara que, quiz¨¢ por primera vez, se establece dentro del p¨²blico de S¨®nar.

La otra cara del g¨¦nero tambi¨¦n est¨¢ presente en S¨®nar. Habr¨¢ artistas como Todd Terje, que presenta su nuevo disco, Trentem?ller, D?m-Funk, Kid Koala, Audion, Forest Swords o Mathew Dear.Todos ellos reponden a la sensibilidad, quiz¨¢ m¨¢s tradicional, del p¨²blico de S¨®nar. ¡°Es un cartel que pide entrar en detalle. Es exigente con el p¨²blico y eso satisfar¨¢ a los amantes de la m¨²sica. Hay artistas m¨¢s evidentes como Chic, Massive Attack o Richie Hawtin. Pero la letra peque?a explica mucho la situaci¨®n en la que estamos ahora mismo, c¨®mo se gestiona el talento musical. Creo que es bastante S¨®nar: no tiene miedo a explorar por los extremos. Define bien c¨®mo funciona el mundo hoy, ya no hay grandes corrientes estructur¨¢ndolo¡±, explica Ricard Robles, codirector del festival.

Esa idea responder¨ªa, en parte, a la falta de unos n¨ªtidos cabezas de cartel m¨¢s all¨¢ de los retrospectivos Massive Attack y Chic. En el apartado m¨¢s pop se ha pensado en los noruegos R?yksopp y la sueca Robyn, que se presentar¨¢n unidos en un nuevo proyecto. Tambi¨¦n llegar¨¢ a S¨®nar Likke Li, que presenta nuevo ¨¢lbum y con la que se busca a ese tipo de artista que fue para el festival Lana del Rey. Una figura cuyo inter¨¦s (para el que se lo encuentre) va m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica y se construye a trav¨¦s de lo mimbres del personaje. Una de las propuestas m¨¢s interesantes, ser¨¢ el regreso de Neneh Cherry, que tras 18 a?os sin publicar un disco en solitario, acaba de lanzar un ¨¢lbum producido por el talentoso Four Tet que presentar¨¢ en los escenarios de S¨®nar de D¨ªa.

El festival acoge tambi¨¦n el proyecto DESPACIO. Un experimento en el que James Murphy y 2manydjs se encierran en una sala equipada con un sistema de sonido MCintosh (uno de los mejores del mundo) pinchando ¨²nicamente vinilos durante 6 horas, en un escenario exclusivo de S¨®nar de D¨ªa durante las tres jornadas del festival. El espacio estar¨¢ dotado con 7 torres de altavoces dispuestos en c¨ªrculo, con un total de 50.000 vatios de potencia. James Murphy y 2manydjs aprovechar¨¢n el viaje y tambi¨¦n pinchar¨¢n en S¨®nar de Noche.

Es interesante tambi¨¦n el acuerdo al que ha llegado S¨®nar con el festival Unsound de Cracovia, quiz¨¢ el evento m¨¢s prestigioso del mundo ahora mismo en el¨¦ctr¨®nica underground. Los polacos traer¨¢n a Robert Piotrowicz y a Oren Ambarchi, que actuar¨¢ con la Sinfonietta de Cracovia en ese gusto del certamen por las intersecciones con los sonidos cl¨¢sicos. Tambi¨¦n despierta mucho inter¨¦s el nuevo show de Ben Frost, cada vez m¨¢s cercano a lo org¨¢nico y esta vez con dos bater¨ªas sobre el escenario. O los referenciales Matmos y el joven Forest Swords, que promociona ahora mismo su espl¨¦ndido Engravings.

Pero al final, S¨®nar deja un dibujo claro que gustar¨¢ m¨¢s o menos: la promiscuidad exacerbada entre los artistas del mainstream y el supuesto underground. La idea del productor casi adolescente trabajando con un ordenador en su habitaci¨®n con las zapatillas puestas ha calado en una descompuesta industria sin ideas ni dinero. Los m¨¦todos de trabajo y el sonido del hazlo t¨² mismo, incluso los m¨¦todos de promoci¨®n y comunicaci¨®n de los artistas m¨¢s peque?os, se filtran en la m¨²sica m¨¢s comercial. Tambi¨¦n Coldplay recurre estos d¨ªas a un artista como Jon Hopkins (presente en S¨®nar) para aparecer mucho m¨¢s experimental en su ¨²ltimo disco. Para bien o para mal, cada vez est¨¢ todo m¨¢s cerca.