Jorge Drexler ¡°Fuimos est¨²pidos al olvidar que industria y creatividad iban unidas¡±
El autor uruguayo publica la pr¨®xima semana su disco ¡®Bailar en la cueva¡¯
Bailar en la cueva, el nuevo disco de Jorge Drexler, est¨¢ hecho ¡°desde los pies¡±, dice su autor. Es una declaraci¨®n de amor por la danza, una actividad ¡°eternamente nueva¡±, seg¨²n el primer verso del ¨¢lbum que se publica el pr¨®ximo martes y del que se puede escuchar un avance hoy en la web de EL PA?S.
Una completa novedad en la carrera del uruguayo, m¨¢s unido a la languidez que a la contemporaneidad; a las guitarras ac¨²sticas que a los samplers. Explica que es muy fan de Dj Shadow; estrella estadounidense del hip-hop abstracto y virtuoso de los platos y que ha contado con Quantic, el m¨²sico electr¨®nico brit¨¢nico asentado en Colombia, donde ha grabado la mayor parte del disco.
En resumen: Drexler ha descubierto las virtudes curativas de la danza, aunque para explicarlo recurre a un documentado discurso antropol¨®gico. ¡°El baile y la m¨²sica nos definen como especie. Se han encontrado instrumentos, flautas de hueso, de hace 45.000 a?os. Y todav¨ªa antes exist¨ªan la voz y las palmas. Sin embargo, la agricultura solo est¨¢ datada desde hace 8.000 a?os. Olvidamos que antes de que existiera un lenguaje articulado ya exist¨ªa una comunicaci¨®n mel¨®dica y mediante el movimiento. Por eso quiero reivindicar el baile¡±, explica sentado en un banco del jard¨ªn de la Casa Am¨¦rica, en Madrid, la ciudad en la que reside desde 1996.
Hay razones biogr¨¢ficas tambi¨¦n. Una especie de toma de conciencia del propio pasado y de las consecuencias del clima en el que se hizo hombre. ¡°Yo soy un hijo de la dictadura uruguaya y crec¨ª en un ambiente en el que no se bailaba. Me cri¨¦ entre una casa de intelectuales opositores de izquierda, y una calle dominada por un Gobierno militar. En ninguno de esos c¨ªrculos humanos se bailaba. Supongo que la gente pensaba que hab¨ªa cosas m¨¢s importantes. Responder a la dictadura, o desarrollarse intelectualmente, algo que estaba muy valorado en mi casa. Crec¨ª en un ambiente en el que la diversi¨®n estaba muy mal vista. El baile era una cosa despreciada y, desde luego, no practicada¡±.
Y por ¨²ltimo, la propia fragilidad, el tiempo que se escapa. ¡°Llega un momento en el que empiezas a ver el horizonte de la salud corporal. Y piensas: ¡®Bueno, si no empiezo a bailar ?Cu¨¢ndo lo voy a hacer?¡¯ Y es una recuperaci¨®n de un sector de mi cuerpo¡±.
Porque aunque no lo parezca, Drexler tiene 50 a?os. Casado con la actriz Leonor Watling, su crisis de la mediana edad pasa por el hedonismo de la pista. M¨¢s despu¨¦s de su anterior trabajo, una aplicaci¨®n musical que permit¨ªa combinar los versos de una canci¨®n a voluntad del usuario. ¡°N es un proyecto escrito desde la cabeza. Fue una aplicaci¨®n de la que estoy muy orgulloso, pero llev¨® un a?o y medio desarrollar tres canciones. No fue un proyecto espontaneo: interfaz, dise?o gr¨¢fico, modelo de negocio... necesit¨¦ un equipo enorme y much¨ªsima planificaci¨®n¡±.
¡°Este disco surge de los pies¡±, repite, y entra directamente con su nuevo trabajo: ¡°Porque surge de los pies nos vamos a Colombia. De todos los pa¨ªses que fui visitando es el que tiene la relaci¨®n m¨¢s pareja entre tradici¨®n musical y contemporaneidad. Tanto como Brasil. Todos, desde Frente Cumbiero hasta Carlos Vives, est¨¢n acostumbrados a tender puentes. Todos con los que trabajamos pasaban del sampler al tambor. Conoc¨ªan muy bien sus tradiciones, pero ten¨ªan una idea de c¨®mo insertarlos en los patrones contempor¨¢neos. No entender la tradici¨®n como un fen¨®meno estanco, sino como un juego, una paleta de colores que puedes usar como quieras¡±.
Es un disco panamericano, en el que colabora desde larapera chilena Ana Tijoux al veterano y respetado Caetano Veloso. Lo hace, junto a su hijo Moreno, en Bolivia, un tema de sabor tropicalista y el favorito de Drexler: ¡°Est¨¢ inspirado en la historia de mis abuelos, que eran jud¨ªos y huyeron del nazismo en 1939 con mi padre, que ten¨ªa cuatro a?os. Cuando nadie les quer¨ªa, Bolivia fue un pa¨ªs generoso que les acept¨®. All¨ª vivieron ocho a?os. Le estoy muy agradecido a ese pa¨ªs maravilloso castigado por la historia¡±.
Asegura que otro de los motivos por los que grab¨® en Colombia es que el clima en Espa?a le resultaba opresivo. ¡°Perdona, porque estoy muy enfadado por la asfixia que est¨¢ provocando el aumento del IVA o las trabas fiscales. Este es el momento en el que yo con m¨¢s orgullo digo: ¡®Se?ores, esta no es una actividad caprichosa ni un divertimento¡¯. La m¨²sica como cultura es algo importante. En 45.000 a?os de selecci¨®n natural si no hubiera servido para nada, si hubiera sido una actividad prescindible, ya lo hubi¨¦ramos dejado de lado¡±. Y, como otros tantos ha encontrado la salvaci¨®n en Latinoam¨¦rica. ¡°Cuando llegu¨¦ aqu¨ª me impresionaron los cach¨¦s que se cobraban y ahora el 80% de mi trabajo se desarrolla all¨ª. Quiz¨¢ los m¨²sicos fuimos unos est¨²pidos al olvidar que industria y creatividad iban unidas¡±.
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