7 fotosVieja ciudad, ciudad nuevaRecorrido por las im¨¢genes que son testigos de invenciones y del cambio de rostro de los rincones parisinos 17 mar 2014 - 02:16CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace'Los bulevares de Par¨ªs', William Henry Fox Talbot, 1843. Talbot viaj¨® a Par¨ªs en mayo1843 para negociar la patente de su calotipo y con Henneman dar instrucciones de primera mano al primer poseedor de la licencia, el marqu¨¦s de Bassano. Sin duda emocionado por el viaje al continente con una c¨¢mara fotogr¨¢fica por primera vez, Talbot se aferr¨® a la oportunidad de hacer realidad la fantas¨ªa que tuvo en el lago Como 10 a?os antes. A pesar de que sus negociaciones no le llevaron a ning¨²n beneficio, las representaciones de Talbot de los elegantes bulevares parisinos tienen mucho ¨¦xito. Repletas de los detalles accidentales de la vida urbana, la ornamentaci¨®n arquitect¨®nica, y el juego con la luz primaveral esta fotograf¨ªa, al contrario de lo que sucede con su trabajo temprano, no es una pieza de demostraci¨®n, sino una pintura del mundo real.Gilman Collection, Purchase, The Horace W. Goldsmith Foundation Gift, through Joyce and Robert Menschel, 2005'Desfiladero sobre el puente Royal'. Marie-Charles-Isidore Choiselat. Daguerrotipo, 1944. En enero de 1839 el pintor e impresor Louis-Jacques-Mand¨¦ Daguerre (1787¨C1851) mostr¨® a los miembros de la Academia Francesa de las Ciencias una invenci¨®n que ¨¦l cre¨ªa que iba a cambiar para siempre la representaci¨®n visual: la forograf¨ªa. Cada daguerrotipo es una imagen producida en una hoja muy pulida plateada de cobre. Por el uso de un acelerador l¨ªquido, los daguerrotipistas Choiselat y Ratel fueron capaces de reducir el tiempo de exposici¨®n de minutos a segundos, lo cual les permit¨ªa captar los eventos conforme suced¨ªan.Gilman Collection, Gift of The Howard Gilman Foundation, 2005'Librer¨ªa Imperial del Louvre' de ?douard Baldus (1856-7). El proyecto m¨¢s grandioso de Napole¨®n III fue la construcci¨®n de unas alas que un¨ªan el Louvre y las Tuller¨ªas y la limpieza de los edificios que exist¨ªan en lo que llegar¨ªa a ser un patio enorme de residencias imperiales. Cumpliendo as¨ª el sue?o de d¨¦cadas de varios soberanos franceses, el nuevo Louvre de Napole¨®n III busc¨® literalmente una ligaz¨®n entre el Segundo Imperio y el noble legado de Catalina de Medici y de Luis XIV. A Baldis, el mejor fot¨®grafo arquitect¨®nico de la ¨¦poca, se le encarg¨® hacer un registro visual de la construcci¨®n, que comenz¨® en 1854. Adem¨¢s de cumplir admirablemente con esta misi¨®n, trabajos como el de esta imagen est¨¢n entre sus demostraciones m¨¢s cuidadosamente compuestas y mejor articuladas, y apuntan a la capacidad sin igual de la fotograf¨ªa para que luz y volumen jueguen y para que se graben los m¨¢s rec¨®nditos detalles. La fachada que se muestra, a punto de ser terminada, da a la calle Rivoli, enfrente del Palacio Real, y es ahora una de las entradas al Museo del Louvre.The Horace W. Goldsmith Foundation'Vista del Sena' de Gustave Le Gray (1857). Le Gray fue la figura central de la fotograf¨ªa francesa de la mitad del siglo XIX; y fue un artista de primer orden, un maestro, y autor de varios manuales de instrucci¨®n profusamente distribuidos. Nacido en las afueras de Par¨ªs, hijo de un sastre, Le Gray estudi¨® pintura en el estudio de Paul Delaroche y realiz¨® sus primeros daguerrotipos hacia 1847. Su verdadera contribuci¨®n, no obstante, vino en el campo del papel de fotograf¨ªa. Le Gray produjo algunos de sus trabajos m¨¢s memorables en 1856, 1857 y 1858; entre ellos estaban vistas del bosque de Fontainebleau, una serie de dram¨¢ticos paisajes marinos y de la ciudad de Par¨ªs.Gilman CollectionCallej¨®n Briare (de la Cit¨¦ Coquenard) de Charles Marville, 1860. En su capacidad de fot¨®grafo oficial de Par¨ªs, Marville plasm¨® la modernizaci¨®n a gran escala de la ciudad llevada a cabo por el bar¨®n Haussmann: sus bulevares nuevos, los parques, los mercados, y los faroles, al igual que las calles estrechas y pintorescas y los patios que pronto ser¨ªan acomodados para albelgar el gran dise?o de Napole¨®n III. Esta fotograf¨ªa elegante y sin embargo llena de desolaci¨®n documenta un callej¨®n cercano a Montmartre. El adoquinado Briare no iba a ser destruido y los restos de hoy son un punzante recuerdo de la bella simplicidad del viejo Par¨ªs.Gilman CollectionCanal St. Martin de Franck, 1860. Algunas de las alteraciones del bar¨®n Haussmann apenas son visibles para el peat¨®n que pasee por las calles de Par¨ªs. Las alcantarillas, las catatumbas, y la cubierta del r¨ªo Bi¨¨vre cambiaron el aspecto, y el sentimiento (y el olor) de Par¨ªs, a pesar de que esto se mantiene oculto a la vista en su mayor parte. Tan solo recientemente unas barcazas de turistas han comenzado a recorrer los tres kil¨®metros del canal y esto ha permitido que la gente pueda ver el trabajo de ingenier¨ªa que aqu¨ª se retrata.Gilman Collection'Bulevar de Estrasburgo', Par¨ªs, 1912. Atget encontr¨® su vocaci¨®n en 1897, a la edad de 40 a?os, despu¨¦s de haber sido marinero, actor de segunda fila, y pintor. Se obsesion¨® por lo que el denominaba "documentos para artistas" de Par¨ªs y sus alrededores con una compilaci¨®n de la arquitectura, del paisaje y de los artefactos que distingu¨ªan la cultura y la historia francesa. Hacia el final de su vida, Atget hab¨ªa amasado un archivo de m¨¢s de 8.000 negativos, que organiz¨® en categor¨ªas takes como los interiores parisinos, los veh¨ªculos en Par¨ªs, y los peque?os oficios. En este inventario, los escaparates son particularmente importantes, con la exhibici¨®n de maniqu¨ªes como el rasgo m¨¢s sobresaliente. En los a?os veinte los surrealistas reconocieron en Atget a un alma gemela y reprodujeron sus fotograf¨ªas en sus publicaciones y cr¨ªticas. Los maniqu¨ªes antiguos como los que aparecen en la imagen le impresionaban como figuras fantasmales, analog¨ªas on¨ªricas de los seres humanos.