Poemas para aliviar enfermedades e Internet como vivero de poetas
Internet se ha convertido en un v¨ªvero de poetas y poes¨ªa. Una explosi¨®n de proyectos y p¨¢ginas webs de todo tipo Un poema a la semana, versos para aliviar el alzheimer o para olvidar la guerra dan cuenta de la naturaleza po¨¦tica de Internet
Versos para superar la guerra. Versos para aliviar el alzheimer. Versos que solo llegan de martes en martes. Versos con cinco palabras. En una ¨¦poca cr¨ªtica para los escritores profesionales, ya no digamos para los que se dedican a la l¨ªrica, Internet es un creciente vivero para la poes¨ªa. Las parcelas en las que se divide este vivero son m¨²ltiples. Las hay de pretensiones generalistas como Poetry Foundation, web de la revista Poetry de Chicago con casi 100.000 fans en Facebook en la que se pueden buscar poemas por tema, festividad y hasta por pa¨ªses (aunque de momento haya algunos infrarrepresentados, como Espa?a, que solo tiene dos). Y las hay tan espec¨ªficas como una secci¨®n de la web de la editorial digital bartebly.com, que recoge 151 poemas de 101 autores que vivieron, desde todos los frentes, la Primera Guerra Mundial, de centenario en este 2014.
Pero lo que m¨¢s proliferan son webs en las que los internautas se transmutan en poetas. Para Charles Olsen y Lili¨¢n Pallar¨¦s, webmasters de Palabras prestadas, en Madrid, todo comenz¨® en un aeropuerto de Cerde?a con cinco palabras: algas, poeta, vino, cl¨ªnica y metaf¨®rico. "Como est¨¢bamos aburridos en el aeropuerto, le ped¨ª a Charles cinco palabras para hacer un poema. ?l se entusiasm¨® tanto que me pidi¨® otras cinco". Las cinco palabras que Pallar¨¦s le dio a Olsen se transformaron en este poema:?
En la cl¨ªnica de San Jos¨¦ una poeta estornuda versos metaf¨®ricos¡ frases como vino tinto con cuerpo de algas infinitas. Charles Olsen, Palabras prestadas
Y de ah¨ª a fundar una web que propone a cualquier poeta, profesional o amateur, el desaf¨ªo de las cinco palabras, con la posibilidad de luego salir publicados en papel en la antolog¨ªa anual que recoge la p¨¢gina y que en su primera edici¨®n cont¨® con 15 poemas. Lili¨¢n Pallar¨¦s no disimula su entusiasmo por el creciente proyecto: "Nos atrevemos a decir que Palabras Prestadas es un aeropuerto de ideas, de palabras, de poemas. Toda una met¨¢fora a¨¦rea".
La poes¨ªa puede ser tambi¨¦n b¨¢lsamo de enfermedades terribles. Gary Glazner, poeta norteamericano de 57 a?os, lo sabe muy bien. Lleva casi 30, desde 1997, luchando contra el alzheimer con la l¨ªrica desde la fundaci¨®n Alzheimer's Poetry Project, que recopila en su web poemas creados por los pacientes en un intento de ganarle versos al olvido. A Glazner no se le puede olvidar una an¨¦cdota de la primera sesi¨®n en la que prob¨® el m¨¦todo, recitar a coro versos cl¨¢sicos con los enfermos y luego animarles a crear los suyos: "Un hombre ten¨ªa la cabeza gacha, sin participar, dir¨ªa que estaba completamente al margen de todo lo que ocurr¨ªa a su alrededor. Yo estaba recitando un verso de Longfellow: 'Dispar¨¦ una flecha al aire'. Sus ojos se abrieron y dijo: 'Cay¨® a la tierra, no s¨¦ d¨®nde'. De pronto, estaba de nuevo con nosotros y era capaz de participar. Me qued¨¦ asombrado. Me demostr¨® cu¨¢n poderosos pod¨ªan ser los poetas cl¨¢sicos. Cu¨¢n ¨²til la poes¨ªa para ayudar a esta comunidad".? De los muchos poemas que han escrito los pacientes, Glazner elige uno en castellano con el t¨ªtulo Besos.
'Besos' desde el alzheimer
Por qu¨¦ esta necesidad de experimentar en la l¨ªrica en la web se explica para el poeta Manuel Vilas ¡ªResurrecci¨®n (Visor, 2005), Gran Vilas (Visor, 2012)¡ª porque las webs vienen a cubrir el nicho m¨¢s independiente: "Internet es el nuevo underground. Y solo puede crecer cada vez m¨¢s. Es un sitio de libertad absoluta donde uno puede desmadrarse. Es una herramienta ideal para experimentar con poes¨ªa". El propio Vilas se ha sumado a los versos online. Colabora con la revista online malague?a Obituario, que dedica cada n¨²mero a un muerto c¨¦lebre, desde Francis Scott Fitzgerald a Johnny Cash. Y en su libro Listen to me (La Bella Varsovia, 2013) mezcl¨® su Facebook y su blog en un diario online que pretend¨ªa llegar a¨²n m¨¢s lejos: "Quer¨ªamos incluir todos los comentarios de los usuarios. Pero era un foll¨®n porque hab¨ªa que pedir permiso a cada persona. Pero ese hubiera sido mi ideal".
Los versos online parten de los cinco continentes. Cada martes, Mary McCallum y Claire Beynon suben a la red desde Nueva Zelanda nuevos versos de 30 poetas de todo el mundo en Tuesday Poem. La iniciativa comenz¨® con una idea de McCallum que pretend¨ªa sin m¨¢s obligarse a escribir: "Lo hice para concentrarme en mi escritura, realmente: para recordarme que el martes ten¨ªa que postear poemas en marcha y como una manera de construir una comunidad l¨ªrica. Cre¨ª que tener el t¨ªtulo ser¨ªa una buena manera de recordarme ese d¨ªa de poes¨ªa, especialmente cuando la vida atosiga". Cuatro a?os despu¨¦s, poetas de Francia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Lesoto o Sud¨¢frica se animan a la l¨ªrica de martes en martes.
??? Todas esas palabras, dientes afilados hinc¨¢ndose en el vientre lleno de la vida ¡ª ?Ah¨ª est¨¢! 'Madre'. Una y otra vez. Mary McCallum, Tuesday Poem
El porqu¨¦ de la poes¨ªa gratis tiene m¨²ltiples respuestas. El placer para Lili¨¢n Pallar¨¦s y Charles Olsen. La solidaridad para Gary Glazner. La experimentaci¨®n y la tertulia en Manuel Vilas. El amor por la poes¨ªa en todos los casos. Pero tambi¨¦n la reivindicaci¨®n de la situaci¨®n que est¨¢n pasando las letras y las personas: "En un mundo cada vez m¨¢s enfermo por las estructuras econ¨®micas fallidas, el derrumbe pol¨ªtico y el separatismo ecol¨®gico y el destrozo del medioambiente, las artes siguen siendo un lugar donde un intercambio aut¨¦ntico y sin complicaciones es posible", afirma Mary McCallum. "La poes¨ªa tiene el poder de disolver barreras entre la gente, propiciar el cambio, ofrecer regocijo y humor, ser voz de la protesta, y luchar por la paz, por la educaci¨®n, la salud y la conexi¨®n entre las personas".?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.