El ¡®indie¡¯ que supo hacerse mayor
Stephen Malkmus supera su pasado en Pavement con su grupo The Jicks, con el que ya lleva seis discos publicados
Stephen Malkmus lleg¨® a Madrid el d¨ªa antes de su concierto, en un vuelo low cost desde Par¨ªs. Aunque viaja en furgoneta con su banda, The Jicks, tiene amigos aqu¨ª y as¨ª pod¨ªa asistir a la performancede Thurston Moore y Lidya Lunch en el Espacio Telef¨®nica. Camuflado tras una columna admiraba la capacidad del que fuera l¨ªder de Sonic Youth para entrar en los c¨ªrculos art¨ªsticos. ¡°Thurston ha sabido escapar del circuito rock, donde manda la rentabilidad. Algo como lo que ha hecho hoy ser¨ªa impensable. Pero en el arte existe el mecenazgo¡±, dec¨ªa con el conocimiento de causa que da que su mujer, Jessica Jackson Hutchins, sea artista.
La noche siguiente, Moore acude al concierto de los Jicks en la sala Joy Eslava. Es dif¨ªcil no establecer paralelismos. Son amigos desde los noventa, cuando Malkmus lideraba Pavement y Sonic Youth era su modelo y el de todas las bandas de la naci¨®n alternativa. Hoy, Moore, con 55 a?os, repantingado en un sill¨®n acompa?ado de su joven novia, m¨¢s que un rockero parece un arist¨®crata. Sobre el escenario, Malkmus, de 47, cuyo look de estudiante fue imitado por miles de indies en todo el mundo, parece un profesor.
Apenas ha vendido 400 entradas y se confiesa sorprendido por su poco poder de convocatoria en una plaza en la que siempre le ha ido bien. Adem¨¢s en esta gira est¨¢ triunfando: 1.300 personas en Par¨ªs; llen¨® dos noches en Londres... En su pa¨ªs, Estados Unidos, Wig out at jagbags, su sexto disco con The Jicks publicado el 7 de enero ha tenido la mejor entrada en listas de su carrera. Mejor incluso que el anterior, producido por Beck. ¡°Un consejo: edita tus discos la primera semana del a?o. Todo funcionar¨¢ mejor y ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil¡±, bromeaba tras el concierto, en la peque?a fiesta improvisada montada en el camerino. ¡°?De verdad no lo sab¨ªas¡±, le picaba Thurston Moore. Es el cumplea?os de uno de los m¨²sicos, el concierto ha salido bien y est¨¢n de buen humor. Milagrosamente han convergido esos factores que hacen un grupo este comodo. En directo suenan como Can estilizados, o como Steely Dan psicodelizados. En ocasiones incluso como Pavement. Pero no es Pavement, porque Malkmus no toca repertorio de su vieja banda. Eso le resta pegada, pero recuerda al mundo que es un artista vivo.
'J Smoov', una de las canciones del sexto ¨¢lbum de 'The Jicks'.?
Y tambi¨¦n que la exitosa reuni¨®n con su grupo de los noventa fue temporal aunque si quisieran podr¨ªan convertirla en permanente. Su poder de convocatoria no es menor que el de Pixies. ¡°Si no hubiera tenido otra cosa, quiz¨¢s seguir¨ªamos como ellos. Me llevo bien con el resto de Pavement, son mis amigos. Pero mi banda son The Jicks, llevamos juntos mucho tiempo. Encajamos. Me gusta esto¡±. Es verdad, este es su sexto disco con los Jicks y solo public¨® cinco con Pavement. ¡°Entiendo que algunas de las nuevas canciones recuerden a Pavement. Son posteriores a la gira con el grupo. Tocar los viejos temas, estar rodeado de fans, sentir esa conexi¨®n entre el pasado y presente tiene que aflorar de alguna manera. Ya sabes: No hay amor tan grande como el primero, ni coloc¨®n tan puro¡±.
Aunque no es una decisi¨®n f¨¢cil, sobre todo econ¨®micamente. Con dos hijas de seis y ocho a?os, a Malkmus se le tuerce el gesto cuando el dinero sale en la conversaci¨®n. Acaba de volver con su familia a Portland, su residencia desde hace 25 a?os, tras un par de a?os viviendo en Berl¨ªn. ¡°Nunca nos fuimos del todo. Quiero decir, no es que est¨¦ apegado a los objetos, pero nuestra casa est¨¢ all¨ª. Es m¨¢s f¨¢cil tambi¨¦n para los colegios de las cr¨ªas y esas cosas. Es m¨¢s aburrido que Berl¨ªn, pero est¨¢ bien¡±. La ciudad alemana, dice, tiene cierto peligro. ¡°Si el tuyo es un trabajo con horarios, est¨¢ bien, pero si es como el m¨ªo, irregular y con mucho tiempo libre es sencillo volverte un diletante¡±.
'Independence street', la n¨²mero nueve de las 12 canciones de Wig out at jagbags.
Al parecer hizo buenas migas con otros expatriados como su vecino de enfrente, Fran Healy, Travis. ¡°Tiene un estudio incre¨ªble y es una persona muy generosa. Nos hicimos amigos. A veces pienso que me gustar¨ªa tener un estudio como el suyo, pero recapacito y me doy cuenta de que no es verdad. Es como la diferencia entre que te guste comer y tener un restaurante. Todo el d¨ªa gente entrando y saliendo, preparando comidas para otros. Mucho curro¡±.
Babelia
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