Estados Unidos le debe un homenaje a Bernardo de G¨¢lvez
La iniciativa busca cumplir la orden de 1783 que preve¨ªa colocar en el Congreso un retrato del militar espa?ol
M¨¢s de dos siglos despu¨¦s de que Bernardo de G¨¢lvez (Macharaviaya, 1746-M¨¦xico, 1786) ayudara a las 13 colonias norteamericanas en la conquista de Pensacola, en Florida, y en su posterior independencia del imperio brit¨¢nico, una estadounidense nacida en Espa?a est¨¢ a punto de lograr que Estados Unidos finalice un homenaje pendiente al militar espa?ol. La haza?a, que comenz¨® con un art¨ªculo en un peri¨®dico y ha pasado por un encuentro fortuito con un senador en el Capitolio, puede terminar con la inclusi¨®n de un retrato del militar malague?o en las galer¨ªas del Congreso de EE UU.
Tras su colaboraci¨®n en la campa?a para la reconquista de Florida en 1781, el Gobierno estadounidense encarg¨® un retrato de G¨¢lvez ¡°para situarlo en la sala en la que se re¨²ne el Congreso¡±, seg¨²n recoge la carta enviada por el presidente del Congreso Continental, Elias Boudinot, al secretario del militar espa?ol, Oliver Pollock, en 1783. El paso del tiempo y la desaparici¨®n de esta carta entre los archivos estadounidenses y espa?oles ¡ªser¨ªa rescatada en 2009 por un investigador del Archivo de Indias¡ª, no han detenido a Teresa Valcarce, la mujer dispuesta a conseguir que el retrato de G¨¢lvez sea testigo de pr¨®ximas sesiones legislativas: ¡°Aunque sea lo ¨²nico que puedo aportar a Espa?a en estos momentos tan cr¨ªticos, estoy dispuesta a hacerlo¡±, dice
Valcarce, nacida en Ferrol, porta hoy la nacionalidad estadounidense. Tras 15 a?os en el pa¨ªs ha aprendido que con entusiasmo, pasi¨®n y perseverancia se pueden alcanzar logros como convencer a un senador para que se interese por el homenaje que EE?UU quiso hacer hace m¨¢s de dos siglos a G¨¢lvez. La aventura comenz¨® en marzo de 2013, cuando ley¨® en un diario de M¨¢laga acerca de la resoluci¨®n firmada por el Congreso y que nunca lleg¨® a cumplirse.
Uno de sus primeros pasos fue intentar localizar el cuadro, pero pronto descubri¨® que nunca fue realizado. La Asociaci¨®n Bernardo de G¨¢lvez cuenta con un ejemplar atribuido a Mariano Salvador Maella y que pertenece a una colecci¨®n privada. ¡°Esa fue la primera gran decepci¨®n¡±, explica Valcarce, que ha exprimido sus descansos para la comida y trayectos en el metro ¡ªtrabaja en una organizaci¨®n en Washington¡ª para realizar llamadas, enviar correos electr¨®nicos y contactar con quien pueda ayudarla.
Ese camino tambi¨¦n ha estado salpicado de golpes de suerte, que ha aprovechado con la habilidad y la gracia de quien sabe que est¨¢ cerca de conseguir lo que sue?a. A pesar de que los pasillos del Congreso est¨¢n abiertos al p¨²blico y cualquier ciudadano puede personarse en la oficina de un legislador, lograr que un pol¨ªtico abra las puertas de su despacho no es tarea sencilla. Valcarce aprovech¨® que visitaba el Capitolio durante el rodaje de un episodio del programa Espa?oles por el mundo para hablar con el senador de Virginia, Chris van Hollen. ¡°Me dije, esta es mi oportunidad¡±, explica. ¡°Van Hollen respondi¨® que le interesaba la historia y desde entonces he trabajado con su oficina para preparar las diferentes propuestas que debemos hacer¡±.
El oficial ayud¨® en la reconquista de Florida durante la Independencia
Su tenacidad ha logrado involucrar a la Asociaci¨®n y a miembros de la Embajada de Espa?a en Washington hasta encargar una r¨¦plica del cuadro atribuido a Maella. Se ha dirigido a los Comit¨¦s de Arte de la C¨¢mara de Representantes y del Senado, encargados de elegir las obras conmemorativas en sus pasillos y galer¨ªas, para pedirles que incluyan el retrato de G¨¢lvez.
La impulsora de este proyecto ha contado con el apoyo del embajador de Espa?a en Estados Unidos, Ram¨®n Gil-Casares, que se ha dirigido por carta al Congreso para mostrar el inter¨¦s del Gobierno en que se finalice el homenaje. ¡°Me he sentido muy arropada¡±, dice Valcarce, acompa?ada en esta aventura por la Oficina Cultural de la Embajada y, especialmente, por el historiador y comisario Gonzalo Quintero.
Teresa Valcarce batalla para lograr el reconocimiento del malague?o
¡°G¨¢lvez es una figura muy presente en las relaciones bilaterales entre Espa?a y Estados Unidos¡±, afirma el investigador, quien precisamente este a?o espera terminar su tesis sobre el militar en la Universidad Complutense de Madrid. En 1976, los reyes Juan Carlos y Sof¨ªa inauguraron la primera estatua de G¨¢lvez junto al Departamento de Estado, en Washington. Siete a?os despu¨¦s, el presidente Ronald Reagan mencionaba al militar en el discurso que declaraba la Semana Nacional de la Herencia Hispana. ¡°Queremos revitalizar su figura como exponente de las relaciones entre los dos pa¨ªses¡±, afirma Quintero.
La f¨®rmula del voluntarismo de Valcarce, ali?ada con el inter¨¦s institucional, ha servido para impulsar una serie de eventos que pueden convertir 2014 en el a?o del reconocimiento de G¨¢lvez, como la inauguraci¨®n de la primera estatua en su memoria en Espa?a ¡ªen Macharaviaya, M¨¢laga¡ª; la Fundaci¨®n Consejo Espa?a-EE?UU; el estreno en la Catedral de M¨¢laga de la Cantata a G¨¢lvez, compuesta con motivo del segundo aniversario de la independencia de EE?UU o la producci¨®n de un documental.
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