'Homo et zombi homini lupi sunt': fin de la cuarta de 'The Walking Dead'
OJO: Este post tiene todo tipo de spoilers, prohibido a los que no hayan visto el final de la cuarta temporada de The Walking Dead
"Homo homini lupus", "El hombre es un lobo para el hombre", reza una de las frases m¨¢s famosas de la filosof¨ªa universal. Es una expresi¨®n latina que utiliz¨® el fil¨®sofo Thomas Hobbes (1588-1679) en su obra m¨¢s c¨¦lebre, El Leviat¨¢n, en la que sostiene que la violencia inherente a la naturaleza de los seres humanos solo puede ser frenada por la existencia de ese monstruo, el leviat¨¢n del t¨ªtulo, llamado Estado. Frente al optimismo del Siglo de las Luces de Jean-Jacques Rousseau, y su teor¨ªa de la bondad natural de la humanidad, el universo hobbesiano es salvaje, influido sin duda por las guerras civiles inglesas del siglo XVII que le toc¨® contemplar. El mundo apocal¨ªptico de The Walking Dead, la serie que acaba de cerrar su cuarta temporada, emitida en Espa?a en Fox, cumple con todas las teor¨ªas de Hobbes (aunque tambi¨¦n tenga algo de Rousseau): en ese mundo sin Estado, los seres humanos son mucho m¨¢s peligrosos y mort¨ªferos que los zombis. Despu¨¦s de la epidemia, el zombi es un lobo para el hombre, pero sobre todo el hombre es un lobo para el hombre.
Tras la batalla de la c¨¢rcel, la muerte del gobernador y la dispersi¨®n de los protagonistas, The Walking Dead necesitaba despu¨¦s de la tercera temporada unos nuevos malos, humanos se entiende. Durante gran parte de esta cuarta temporada, los personajes avanzan hacia un lugar llamado Terminus, un espacio situado al final de las v¨ªas del tren, que parece la soluci¨®n a sus problemas, un refugio, un intento de construir una nueva sociedad sobre el desastre de la ¨²ltima. Sin embargo, como ocurri¨® ya con la ciudad que controlaba el gobernador, nada es lo que parece.
Una de las revelaciones m¨¢s espeluznantes de Antony Beevor en su historia global de la II Guerra Mundial es que los japoneses utilizaron prisioneros de guerra como ganado humano: los cautivos eran mantenidos con vida solo para ser asesinados, de uno en uno, con el objetivo de ser devorados. ¡°Las autoridades aliadas, comprensiblemente, por temor al horror que esto podr¨ªa causar en las familias de aquellos que murieron en campos de prisioneros, decidieron ocultar los hechos totalmente¡±, explic¨® Antony Beevor a este diario sobre ese episodio tan desconocido como horroroso del conflicto. ¡°Por ese motivo, el canibalismo no form¨® parte de los delitos juzgados en el Tribunal de Cr¨ªmenes de Guerra de Tokio de 1946¡±. Todo indica que una suerte parecida espera a nuestros protagonistas, cuando son confinados en un vag¨®n rodeados por los siniestros pobladores de Terminus.
El tema recurrente del ¨²ltimo cap¨ªtulo es el hambre: el desastre zombi ha convertido a los supervivientes en cazadores recolectores, ya sea de conejos, bayas o de latas de comida medio caducadas que encuentran en casas abandonadas llenas de trampas y de zombis. El intento de cultivar y domesticar animales acab¨® en desastre en la c¨¢rcel a causa de la enfermedad que los cerdos salvajes transmitieron a los humanos. Pero hay una opci¨®n alimenticia que hasta ahora no hab¨ªa sido explorada: el canibalismo. Cuando los viajeros llegan al anhelado Terminus y son recibidos con una magn¨ªfica barbacoa, las cosas empiezan a oler a chamusquina, nunca mejor dicho.
?De d¨®nde sacan tanta comida los aparentemente amables habitantes de la estaci¨®n abandonada? La respuesta no queda cerrada y los guionistas de la serie dejan que sea la imaginaci¨®n del espectador la que se encargue de unir los puntos. Habr¨¢ que esperar al oto?o, cuando se estrene la quinta temporada, para ver lo que ocurre y descubrir de qui¨¦n (o de qu¨¦) son las chuletas. The Walking Dead ha ofrecido una gran temporada que, cuando rozaba el larguero con excesos sentimentales, r¨¢pidamente sab¨ªa salir del agujero. Nos importan los personajes, nos importa lo que les ocurre y, sobre todo, nos sentimos reflejados en ese retrato de la humanidad, que se mueve entre la solidaridad de algunos supervivientes y el salvajismo de otros. Lo que no sabemos todav¨ªa es si ganar¨¢ el lobo, el hombre o el zombi. Estaremos pendientes.
* The Walking Dead se emite en Espa?a en el canal Fox.
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