Bienvenidos a un hotel encantado

Una de las figuras clave en el relevo generacional que acoge el cine de terror estadounidense en leve promiscuidad con los modos y el star-system del ¨²ltimo cine indie, el director Ti West, no repite f¨®rmula pero s¨ª que aplica una estrategia muy parecida a la que tan excelentes resultados le proporcion¨® en The house of the devil (2009), uno de sus trabajos m¨¢s remarcables. Si all¨ª la referencia era el subg¨¦nero de pel¨ªculas sobre sectas sat¨¢nicas de entre finales de los 70 y principios de los 80, en The Innkeepers (Los hu¨¦spedes) el director propone una estimulante variaci¨®n sobre algo mucho m¨¢s cl¨¢sico: el relato g¨®tico de fantasmas. Lejos de esa idea de pel¨ªcula de terror como barraca de feria que el cine estadounidense de los 80 explot¨® hasta la extenuaci¨®n ¡ªla saga de Pesadilla en Elm Street podr¨ªa ser el gran paradigma¡ª, West, tanto en The house of the devilcomo aqu¨ª, juega a postergar hasta el ¨²ltimo momento el recital de efectismos para entregarse a un juego de atm¨®sfera que dilata al tiempo a conciencia, a la vez que proporciona retratos de personajes que van mucho m¨¢s all¨¢ de esa carnaza de arquetipos que parec¨ªa el ¨²nico material humano disponible para el g¨¦nero.

Los dos ¨²nicos empleados de un hotel en v¨ªsperas de su cierre definitivo deciden registrar el testimonio de una presencia fantasmag¨®rica durante su ¨²ltimo fin de semana de trabajo. Los escasos clientes del hotel son una madre y su hija en refugio temporal tras una discusi¨®n matrimonial, una veterana actriz alcoh¨®lica reciclada en sanadora parapsic¨®loga y un solitario anciano con agenda sentimental oculta. West ancla su relato en la contemporaneidad al aludir a las p¨¢ginas web que recogen documentos videogr¨¢ficos sobre apariciones y lugares encantados ¡ªsin obviar la cultura de los fakes¡ª, pero pronto deja claro que el esp¨ªritu de su propuesta va a decantarse por el tradicional y progresivo enrarecimiento de la atm¨®sfera y por la cuidadosa caracterizaci¨®n de sus personajes.

A The Innkeepers (Los hu¨¦spedes) se le puede reprochar un desenlace que no est¨¢ ni a la altura las circunstancias, ni de sus promesas, pero el viaje hacia esa relativa decepci¨®n es irreprochable.