El ladr¨®n aut¨¦ntico de ¡®Tarde de perros¡¯
El documental ¡®The dog¡¯ ahonda en la fascinante figura de John Wojtowicz, que inspir¨® el papel de Al Pacino en el 'thriller' de Lumet
En agosto de 1972 un hombre llamado John Wojtowicz entr¨® en un banco de Brooklyn con la intenci¨®n de robarlo. La cosa se torci¨® y lo que ten¨ªa que haber sido entrar y salir con unos cuantos fajos de billetes se convirti¨® en un secuestro con rehenes que se prolong¨® durante 14 horas. El suceso, que atrajo la atenci¨®n de medios de comunicaci¨®n a lo largo y ancho de Estados Unidos, fue uno de los eventos televisivos del a?o debido a la cobertura cat¨®dica, en vivo y en directo, de diversas cadenas del pa¨ªs.
Wojtowicz se convirti¨® en consecuencia en un tipo popular y la historia fue la comidilla de los peri¨®dicos durante meses, hasta que el 23 de abril de 1973 fue condenado a 20 a?os de c¨¢rcel en la penitenciaria federal de Lewisburg y el mundo se olvid¨® de ¨¦l.
Seis a?os despu¨¦s (gracias a su buen comportamiento), el atracador sal¨ªa de la c¨¢rcel ¡ªsin abandonar esa personalidad expansiva y algo delirante¡ª y empezaba una nueva vida que en realidad no se diferenciaba demasiado de la anterior excepto por un peque?o matiz: entre rejas se hab¨ªa enamorado y esposado a otro convicto, llamado George Heath.
Este veterano de Vietnam, bisexual declarado, es ahora un hito (desconocido) de la historia del cine porque su historia inspir¨® una de las pel¨ªculas m¨¢s legendarias de aquella d¨¦cada: Tarde de perros, de Sidney Lumet, donde Al Pacino le interpretaba.
DocumentaMadrid
La secci¨®n oficial del festival madrile?o, que arranc¨® ayer su 11? edici¨®n, acoge la proyecci¨®n del documental The dog. Pero tambi¨¦n incluye otras peque?as joyas:
The Armstrong lie. Alex Gibney, ganador del Oscar al mejor largo documental con Taxi al lado oscuro, empez¨® en 2008 un documental sobre el entonces genio del ciclismo Lance Armstrong. Cuando el deportista admiti¨® en 2013 su dopaje, Gibney tuvo que cambiar la pel¨ªcula. Ante la c¨¢mara el ciclista confiesa: "No viv¨ª muchas mentiras: viv¨ª una mentira enorme".
Masters of universe. ?Qui¨¦n maneja en realidad los destinos de la econom¨ªa mundial? ?Los gobernantes, las grandes corporaciones? Esta pel¨ªcula se?ala a los bancos de inversiones, fuera de todo control, y lo ilustra con las confesiones de Rainer Voss, poderoso banquero alem¨¢n.
The Green Prince. Durante m¨¢s de una d¨¦cada, los servicios secretos israel¨ªes contaron con un informador de excepci¨®n, el Pr¨ªncipe Verde, bautizado as¨ª porque era hijo de uno de los principales l¨ªderes de Ham¨¢s.
The dog, un documental dirigido por Allison Berg y Frank Keraudren, se proyecta la semana que viene dentro de la secci¨®n a concurso de DocumentaMadrid, que comenz¨® ayer. La pieza, un trabajo que ha llevado m¨¢s de una d¨¦cada, se centra en la figura de Wojtowicz, un hombre poli¨¦drico, con algo de buf¨®n y algo de villano, cuya figura es demasiado grande para caber en la pantalla: ¡°Un d¨ªa ve¨ªamos Frank y yo Tarde de perros y cuando acab¨® pensamos: ¡®Este tipo deb¨ªa ser incre¨ªble¡¯. Conseguimos averiguar el n¨²mero de tel¨¦fono en Brooklyn ¡ªno hab¨ªa muchos Wojtowicz en el barrio¡ª y hablamos con su madre. A las dos de la ma?ana son¨® el tel¨¦fono. Era John. Dijo que me hab¨ªa devuelto la llamada porque su madre le dijo que mi voz era sexi¡±, cuenta Berg por tel¨¦fono desde Nueva York. ¡°Quedamos al d¨ªa siguiente. Apareci¨® con un abrigo largo, se sent¨® en la mesa y ocho horas despu¨¦s hab¨ªamos ido a tres restaurantes y John hab¨ªa comido en los tres, se hab¨ªa metido mi dedo en la boca y lo hab¨ªa chupado y no hab¨ªa parado de hablar ni un minuto: era un tipo para el que ¡ªsimplemente¡ª no puedes prepararte¡±, recuerda la realizadora.
Despu¨¦s de la experiencia, los directores decidieron que el documental so?ado (sobre Tarde de perros) deb¨ªa ser en realidad un repaso a la vida de Wojtowicz y dejar que el gran n¨²cleo narrativo (el atraco al banco de Brooklyn) virara hac¨ªa el propio protagonista, convirtiendo el propio golpe en un asunto ¡ªcasi¡ª colateral. ¡°Mucha gente hab¨ªa entrevistado a John a lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os, pero es muy dif¨ªcil poder plasmar todo lo que te ofrece en lo que dura una simple entrevista. Por eso creo que el tiempo ha sido la clave para poder contar lo que quer¨ªamos: John era un vendaval y pod¨ªa ser un tipo encantador 30 segundos y un manipulador la siguiente media hora. Tratar de racionalizar eso para explicar qui¨¦n era, ha sido lo m¨¢s complicado¡±, cuenta Keraudren.
The dog, un documental de 100 minutos, muestra a un ser humano capaz de interpretar a mil personajes a un tiempo, un hombre de memoria extraordinaria y un inmenso contador de historias, un narrador nato (sus devaneos con hombres y mujeres adquieren en sus palabras un tono de maravilloso vodevil) adem¨¢s de un militante de causas (perdidas o no) al que no le puede el des¨¢nimo o los reveses. ¡°Es imposible intentar explicar a John. Hace poco nos preguntaban en una entrevista que destacar¨ªamos de ¨¦l y lo primero que nos ven¨ªa a la mente era su amor?/ obsesi¨®n por la comida. Durante el secuestro y cuando estaban en el aeropuerto JFK el tipo se escabull¨® un momento a comprar hamburguesas¡±, dice Berg. ¡°Yo recuerdo sus ganas de tener sexo con cualquiera, con todo el que conociera, y ¡ªsobre todo¡ª la inmensa experiencia humana que supon¨ªa estar con ¨¦l, y la capacidad para ser intenso 24 horas al d¨ªa. Hablar con ¨¦l era meterse en una monta?a rusa emocional de la que era dif¨ªcil salir, pero esa misma experiencia es la que le hac¨ªa ¨²nico¡±, recuerda Keraudren.
Para acabar este trabajo, los realizadores han necesitado 12 a?os
Wojtowicz nunca se reuni¨® con Lumet, Pacino o Frank Pierson, el guionista de Tarde de perros (gan¨® el Oscar con este libreto, y fue la ¨²nica estatuilla que obtuvo la pel¨ªcula, que era candidata a otras cinco). El ladr¨®n frustrado muri¨® el 2 de enero de 2006 por culpa de un c¨¢ncer. Siete a?os despu¨¦s, y en el festival de Toronto, se hac¨ªa la premi¨¨re mundial de su documental: ¡°Fue muy emocionante, verlo por fin acabado y en pantalla grande¡ Han sido 12 a?os de trabajo, se dice pronto. ?Que si a John le hubiera gustado? Es una buena pregunta, yo creo que s¨ª, creo que le hubiera gustado verse hablando de s¨ª mismo: eso le encantaba¡±, remata Berg.
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