La rara normalidad

No es precisa la exquisitez expresiva ni remitirse a la kantiana cr¨ªtica de la raz¨®n pura para hablar de f¨²tbol, pero s¨ª ser¨ªa deseable exigirle un m¨ªnimo de raciocinio, sensatez e inteligencia a los que transmiten en los medios de comunicaci¨®n sus opiniones sobre algo que forma parte trascendente en la existencia de gran parte de la humanidad, que su lenguaje y su discurso no se empe?aran en ser abanderados de la arrogante deficiencia mental, los t¨®picos vergonzosos, la ordinariez satisfecha, el fanatismo pat¨¦tico, el furbo y sus convenciones m¨¢s asquerosas como exclusivo motor vital.

Ser¨ªa formidable que el tratamiento de este tuviera la calidad expresiva, la originalidad, el talento, la profundidad, el sentimiento, la capacidad de an¨¢lisis de un programa de televisi¨®n como Informe Robinson. O que se generalizara la buena escritura de la secci¨®n de deportes de algunos peri¨®dicos, que hubiera m¨¢s revistas tan gozosas como L¨ªbero, Panenka, la francesa Soo Foot y editoriales tan necesarias como Libros del K. O. y Corner. O el nivel est¨¦tico, la gracia y la pasi¨®n que demostraron Hornby y Galeano en sus libros sobre f¨²tbol.

Escuch¨¦ hace tiempo en El d¨ªa del futbol, uno de los escasos programas futbol¨ªsticos que no causan bochorno, c¨®mo Rafa Alkorta reivindicaba a alguien de la profesi¨®n por ser y comportarse simplemente de forma ¡°normal¡±. Lo que deber¨ªa ser l¨®gico adquiere excepcionalidad, se convierte en la mayor virtud. Estoy de acuerdo. Cu¨¢nta sobredosis de poderosos, millonarios y famosos anormales.

Fernando Torres transmite esa bendita imagen de normalidad. En lo que dice, en lo que hace, en su actitud. Imaginas lo que pas¨® por la cabeza de este profesional al marcar ese gol que pod¨ªa haber privado del m¨¢ximo sue?o al equipo de su alma, a su gente. Su gesto fue tan sobrio como elegante. Y recuerdas su generosidad al entregarle a su compa?ero Mata el pase de gol en la ¨²ltima Eurocopa. Lo que no hizo Pedro con ¨¦l en Sud¨¢frica. Qu¨¦ alivio encontrar a un triunfador tan normal.