El tren del infierno helado
De la historieta original, Bong Joon-ho ha decidido tomar la poderosa idea de partida pero huyendo de su estilo funcional
Condenada al limbo de las pel¨ªculas invisibles en los mercados anglosajones por Harvey Weinstein ¡ªempe?ado en exigir un nuevo montaje que el director se niega a acatar¡ª, Rompenieves, quinto largo del coreano Bong Joonho, llega aqu¨ª en su versi¨®n ¨ªntegra, tras haber pasado como un tif¨®n taquillero por su pa¨ªs de origen y la cartelera francesa. Adaptaci¨®n lib¨¦rrima de la serie de tres ¨¢lbumes Rompenieves de Jacques Lob y Jean-Marc Rochette, la pel¨ªcula es el primer proyecto en ingl¨¦s del director de Memories of murder (2003) ¡ªaunque este se las ingenia para que su actor fetiche, Song Kang-ho, conserve su idioma en todo el metraje¡ª y la producci¨®n m¨¢s cara ¡ª40 millones de d¨®lares¡ª del cine de Corea del Sur. Situado el hito, sus circunstancias y problemas, pasemos a tratar de lo que importa, que es su naturaleza, altura y abrumadora excepcionalidad.
ROMPENIEVES
Direcci¨®n: Bong Joon-ho.
Int¨¦rpretes: Chris Evans, Jamie Bell, John Hurt, Tilda Swinton, Song Kang-ho, Ewen Bremmer.
G¨¦nero: ciencia-ficci¨®n. Corea del Sur, 2013.
Duraci¨®n: 126 minutos.
De Rompenieves, la historieta, Bong Joon-ho ha decidido tomar la poderosa idea de partida ¡ªen una nueva era glaciar los ¨²nicos supervivientes de la humanidad viajan en un tren dividido en estratos sociales¡ª, pero prescindir de todo di¨¢logo con el estilo, un tanto funcional, de Rochette. Parece como si el cineasta hubiese decidido so?ar una existencia alternativa de la obra fuera de las sobrias p¨¢ginas de la publicaci¨®n que la vio nacer ¡ªel (? suivre) de Casterman-, desplegando su potencial para el barroquismo mucho m¨¢s all¨¢ de lo que propon¨ªan las exuberancias formales de la publicaci¨®n rival M¨¦tal Hurlant. Rompenieves se convierte, as¨ª, en algo infrecuente: un blockbuster con cerebro y tensi¨®n estil¨ªstica de principio a fin, el modelo de pel¨ªcula que cineastas como Terry Gilliam han luchado toda su vida por convertir en una posibilidad. Por cierto, Rompenieves incluye gui?o a Gilliam, cuyo Brazil (1985) merece figurar en el ¨¢rbol geneal¨®gico de esta pel¨ªcula.
Los hacinados pasajeros del furg¨®n de cola de este tren posapocal¨ªptico se sublevan para conquistar la cabecera del veh¨ªculo en lo que, de entrada, asume las formas de una transparente s¨¢tira pol¨ªtica. Con todo, la pel¨ªcula permite una lectura metaf¨ªsica mucho m¨¢s estimulante, con su h¨¦roe, cargado con un tremendo pecado original, que acaba descubriendo la escalofriante funcionalidad ecol¨®gica del pulso entre Bien y Mal frente a un dios terrible. Todo un triunfo.
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