A votar
A Cannes, por supuesto, le resulta indiferente que el 24 de mayo se celebre en Lisboa la final de la Champions. A la misma hora est¨¢ programada la ceremonia de clausura del festival
El fastuoso escaparate que supone el Festival de Cannes, los intereses que hay en ¨¦l (no solo cinematogr¨¢ficos) y el inmenso negocio que genera, se puede permitir el lujo de imponer las reglas que le apetezca con la seguridad de que no habr¨¢ deserciones, ya que todo el mundo desea estar all¨ª. Lo ¨²nico impredecible que le puede ocurrir es que la caprichosa meteorolog¨ªa se empe?e en aguarles la fiesta de las vanidades. Que no pare de llover durante varios d¨ªas puede arruinar el continuo desfile, las fiestas al aire libre y en las playas, la concentraci¨®n de ese p¨²blico masivo que espera en la puerta de los hoteles y en La Croisette para ver de cerca a los famosos y a los dioses.
?A Cannes, por supuesto, le resulta indiferente que el 24 de mayo se celebre en Lisboa la final de la Champions. A la misma hora est¨¢ programada la ceremonia de clausura del festival, la entrega de la codiciada Palma de Oro y de otros consoladores premios y la exhibici¨®n de la pel¨ªcula que cierra esta edici¨®n. Que en ese horario haya unos se?ores corriendo detr¨¢s de un bal¨®n no va a alterar su intocable gala.
Pero s¨ª me ha sorprendido que Cannes acorte en un d¨ªa la duraci¨®n del festival para que el d¨ªa 25 los europeos tengamos la sagrada oportunidad de votar en esas elecciones tan trascendentes para la futura felicidad de los ciudadanos de la UE, incluidos los m¨¢s pobres, aquellos que se autoconvencieron de que el Estado del bienestar era algo duradero en lo que estaban incluidas todas las clases sociales y a los que ya no le quedan ¨¢nimos ni para protestar por la ruina con la que han sido machacados.
Pero resulta que para mantener su negocio la clase pol¨ªtica necesita que haya personal depositando su fe en las grotescas promesas mitineras. Y temen que la abstenci¨®n llegue a extremos que les puedan sonrojar. En el improbable caso de que les quede verg¨¹enza. Pero no est¨¢n solos. Todos los medios de comunicaci¨®n se han puesto de acuerdo en que los ciudadanos tienen la obligaci¨®n c¨ªvica y moral de votar en las elecciones europeas.
Veo a Ca?ete arengando a sus huestes. Les pide que ese d¨ªa llamen a todos los amigos y saquen a los que est¨¦n en la cama para que vayan a votarles. Ir¨¢n. Siempre lo hacen.
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