El tuit idiota
Las redes sociales no dicen nada listo ni tonto, lo hacen de uno en uno sus muchos millones de usuarios. No la tomen contra Twitter como Erdogan, sino contra matones y linchadores
Twitter no es idiota ni nos hace idiotas. Solamente deja en evidencia a quien deposita impulsivamente sus 140 caracteres y despu¨¦s, quiz¨¢s, solo quiz¨¢s, piensa si ten¨ªa algo que decir. Las redes sociales no dicen nada listo ni tonto, lo hacen de uno en uno sus muchos millones de usuarios. Pero el pajarito azul nos hace pasar malos ratos con ese efecto amplificador de exabruptos que no merec¨ªan trascender la extra?a mente que los perpetr¨®; por dar audiencias masivas a groser¨ªas que nadie reir¨ªa en un bar, a las amenazas de cobardes matones an¨®nimos, a inquisidores que llaman al linchamiento virtual.
Tras el horrible asesinato de la dirigente del PP Isabel Carrasco se leyeron tuits que ponen los pelos de punta. Eran pocos los que jaleaban el crimen, por mucha grima que den, pero bastantes m¨¢s los que corr¨ªan a tomar posici¨®n sin apenas elementos de juicio, y no menos los que trataban de usar el cad¨¢ver para arroj¨¢rselo al contrario. As¨ª que algunos vinculaban la muerte con la protestas sociales, como si lo de Le¨®n hubiera sido un brutal escrache, y otros nos helaban a todos con su frialdad hacia la v¨ªctima, con ese malvado ¡°algo habr¨¢ hecho¡±, ese sectario ¡°no era de los nuestros¡±.
Por lo que sabemos, el asesinato no puede atribuirse a la pol¨ªtica ni a la antipol¨ªtica. Pero lo que leemos en las redes s¨ª alerta sobre el clima encanallado que en este pa¨ªs vicia el debate p¨²blico. Demasiados lo abordan con pasi¨®n de hincha, con la camiseta puesta, como en esas tertulias vociferantes.
La verborrea en las redes, la supuesta necesidad imperiosa de opinar todo el rato sobre todo, esa exposici¨®n permanente a la cibermasa que llaman extimidad, pasa factura. Que se lo digan al diputado de UPyD Toni Cant¨® o a la que parec¨ªa joven promesa socialista Beatriz Taleg¨®n. Ahora el ministro Fern¨¢ndez D¨ªez manda la polic¨ªa contra quienes propagan el odio en la red, lo que seg¨²n su visi¨®n incluye a potenciales terroristas pero tambi¨¦n a chistosos sin gracia.
No la tomen contra Twitter como el autoritario l¨ªder turco Erdogan: que cada tuitero responda de su tuit. Elijan bien a qui¨¦nes siguen para no dedicar su tiempo a quien no lo merece. Nada nuevo, en realidad. Los cl¨¢sicos ya sab¨ªan que todos somos due?os de nuestro silencio y esclavos de nuestras palabras.
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