El humor es una barbaridad
El argentino Dami¨¢n Szifr¨®n seduce a Cannes con ¡®Relatos salvajes¡¯, seis historias delirantes sobre la locura de los seres humanos El franc¨¦s Bertrand Bonello presenta en Cannes ¡®Saint Laurent¡¯, la vida exc¨¦ntrica de uno de los mayores modistos de la historia
Una proyecci¨®n. Y cuatro tandas de aplausos. De acuerdo, son seis historias separadas y las pausas entre ellas se prestan para que el p¨²blico muestre su agradecimiento (o fastidio). Pero en la sala que anoche proyect¨® Relatos salvajes el veredicto estaba claro. La pel¨ªcula hab¨ªa gustado. Mucho. Y el p¨²blico se hab¨ªa re¨ªdo. Mucho.
As¨ª, el filme del director argentino Dami¨¢n Szifr¨®n trae una sonrisa a la depauperada presencia latinoamericana y espa?ola en este 67? festival de Cannes. Coproducida precisamente entre Espa?a (El deseo) y Argentina, la pel¨ªcula junta seis relatos delirantes, repletos de humor negro, explosiones y barbaridades, la receta t¨ªpica de Szifr¨®n. Una tras otra, las seis surrealistas historias muestran c¨®mo de una situaci¨®n cualquiera, ya sea una pelea en el tr¨¢fico, una boda o un vuelo, se puede generar el caos m¨¢s absoluto y retorcido. ¡°Me gusta ir al hueso de cada conflicto¡±, asegur¨® Szifr¨®n en una rueda de prensa esta ma?ana.
¡°Hab¨ªa 12 o 14 relatos escritos. La selecci¨®n de estos, que son los salvajes, dio el t¨ªtulo al filme. Cada uno dura lo que debe: no me gusta inyectarle o quitarle algo a las historias. Tampoco las conect¨¦ porque no lo estaban, no nacieron as¨ª, y habr¨ªa sido arbitrario¡±, relat¨® el cineasta. Es la primera vez de Szifr¨®n en Cannes. Y quiz¨¢s por ello el director aprovech¨® la rueda de prensa para contestar a todas las preguntas que se le planteaban e incluso alguna m¨¢s. El propio cineasta se acab¨® riendo de s¨ª mismo: ¡°Igual estoy hablando mucho¡±.
¡°La solemnidad tapa la mentira. Ah¨ª donde ves algo solemne hay algo raro. El humor est¨¢ siempre, incluso en la tragedia. De hecho, no tengo ni idea de por qu¨¦ est¨¢ considerado como algo no serio¡±, asegur¨® Szifr¨®n. De risas, en general, estuvo llena toda la conferencia de prensa, que transcurri¨® bajo la mirada de Pedro Almod¨®var, sentado en primera fila. ¡°Estoy encantado de ser el padrino de j¨®venes tan talentosos¡±, afirm¨® el cineasta al final de la rueda de prensa.
A Szifr¨®n le preguntaron por sus or¨ªgenes y el cineasta cont¨® una historia que arranca con su abuela huyendo de los nazis tir¨¢ndose de un tren y termina con ¨¦l naciendo en Argentina. Aunque las carcajadas cubr¨ªan una realidad, la que describe la pel¨ªcula, bastante complicada: ¡°Si los pol¨ªticos hicieran su trabajo, har¨ªa otras pel¨ªculas. Tengo mucha fe en el ser humano y en que podr¨ªamos evolucionar. Somos muy involucionados respeto a nuestro potencial¡±.
Los otros hombres, en cambio, parecen preocupados por ¨¦l, tras ver sus relatos. ¡°Hoy un periodista me ha preguntado si estoy bien. Juro que s¨ª, soy una persona m¨¢s o menos normal. Eso s¨ª, creo que si hubiera nacido en un contexto de pobreza estar¨ªa preso. Siempre he tenido problemas con la autoridad. Estoy bien por ser director de cine¡±, agreg¨® Szifr¨®n.
Un cineasta perfeccionista, al menos seg¨²n sus actores. Ricardo Dar¨ªn y el resto del reparto de Relatos Salvajes explicaron como Szifr¨®n cuida todo tipo de detalle y ha pensado casi todo ¡°antes de que un actor pronuncie una palabra¡±. Y el productor espa?ol, Agust¨ªn Almod¨®var, defendi¨® que para la pel¨ªcula haber llegado hasta Cannes es ¡°una bendici¨®n¡±. En la proyecci¨®n de anoche, los espectadores parec¨ªan pensar lo mismo.
La otra pel¨ªcula matinal fue mucho peor. Trajes por la ma?ana. Y, mucho m¨¢s, por la noche. La elegancia, en Cannes, no es aspiraci¨®n de unos pocos sino que los armarios de media ciudad parecen contenerla. Y, si no, siempre se puede alquilar un esmoquin para no sentirse inapropiado. Probablemente, Yves Saint Laurent se alegrar¨ªa de ello. ¡°Combat¨ª la guerra de la elegancia y la belleza¡±, sostiene el modisto, ya mayor, hacia el final del biopic que el cineasta franc¨¦s Bertrand Bonello le ha dedicado y que se ha presentado esta ma?ana en la competici¨®n oficial del festival.
Personaje extremo, visionario autodestructivo, Saint Laurent (1936-2008) est¨¢ considerado como uno de los mayores modistos de la historia. Y su biograf¨ªa lleg¨® a polarizar la sala del Gran Teatro Lumi¨¦re. A lo largo de las dos horas y media de proyecci¨®n hubo unos cuantos que abandonaron la sala a toda prisa. Sin embargo, muchos de los que aguantaron hasta el final lo hicieron para aplaudir con fuerza al filme de Bonello, quien se reserva un peque?o papel en la pel¨ªcula.
Saint Laurent es el segundo largometraje que se centra en el modisto en pocos meses, tras Yves Saint Laurent de Jalil Lespert. Aunque una diferencia clave separa ambos filmes: el de Bonello no cuenta con el apoyo y la aprobaci¨®n de Pierre Berg¨¦, amigo de toda la vida del creador y cofundador de su casa de moda. Tras su visionado, quiz¨¢s se intuyan las razones: la pel¨ªcula se centra en los a?os entre 1967 y 1976, una vor¨¢gine de trabajo y creaciones geniales pero tambi¨¦n drogas y org¨ªas homosexuales en la que Saint Laurent se meti¨® de lleno.
¡°Escog¨ª ese periodo m¨¢s oscuro porque pensamos en c¨®mo contar la vida de alguien en dos horas y media y llegamos a la conclusi¨®n de que esa d¨¦cada era la m¨¢s rica, tanto en t¨¦rminos de moda y creaciones como de su vida. Hizo de todo y al final de ese periodo todo estaba dicho¡±, cont¨® Bonello en la rueda de prensa tras la proyecci¨®n. ¡°Quer¨ªamos sentirnos libres. Tienes que hacer las cosas seg¨²n tu propio deseo. El filme es como quer¨ªamos que fuera y estamos orgullosos de ello¡±, a?adi¨® sobre la pol¨¦mica con Berg¨¦.
Como siempre en los biopic, director y reparto (que tambi¨¦n cuenta con Lea Seydoux o Jeremie Renier) relataron su larga y profunda fase de documentaci¨®n. Aunque Gaspard Ulliel, el actor que interpreta a Saint Laurent, explic¨® que hay que poner un l¨ªmite a los libros: ¡°En un momento dado decid¨ª parar para sentirme libre. No ten¨ªa que convertirme en ¨¦l o copiarlo, sino ser capaz de retratarle¡±. Aunque eso conllevara pasarse buena parte del filme desnudo o alg¨²n que otro beso intenso con otro hombre: ¡°No fue tan complicado. De hecho los besos ni siquiera estaban en el guion. Un actor va descubriendo sus l¨ªmites y siempre tiene que empujarlos m¨¢s all¨¢¡±.
Discurso distinto para sus creaciones. All¨ª, el equipo intent¨® recrear exactamente lo que Saint Laurent dise?aba. ¡°Fue una inversi¨®n tremenda de tiempo y trabajo. Para los dos desfiles que mostramos hasta nos fuimos a Italia, a una f¨¢brica, para procurar ser lo m¨¢s fieles posibles¡±, cont¨® Bonello, quien rod¨® el filme en 35 mil¨ªmetros, entre otras cosas, para retratar la suavidad de la obra de Saint Laurent.
El cineasta franc¨¦s es el primero que presenta su trabajo en una secci¨®n oficial que cuenta este a?o con cuatro directores locales y nueve coproducciones de Francia. Es decir, que Cannes tambi¨¦n es fiel. A los suyos.
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