David Cronenberg salta a la yugular del Hollywood m¨¢s decadente
El director canadiense seduce en La Croisette con su nueva pel¨ªcula ¡®Maps to the stars¡¯, un ¨¢cido y tragic¨®mico retrato de la f¨¢brica de los sue?os
A veces, las ruedas de prensa de Cannes parecen quedadas entre amigos. A un lado, sobre el escenario, est¨¢ un batall¨®n de tipos famosos y risue?os. Al otro, decenas de desconocidos a menudo deseosos de expresar su entusiasmo por la pel¨ªcula. El moderador presenta a cada invitado, que se lleva su dosis de aplausos, y la mitad de las preguntas empiezan con una enhorabuena o incluso con agradecimientos al director y su reparto. Tanto es as¨ª que ayer el moderador tuvo que aclarar las reglas del juego antes de la conferencia: preguntas, no ensayos. Sobre todo porque, minutos despu¨¦s, apareci¨® en la sala uno de los directores m¨¢s esperados del festival, David Cronenberg, con su reparto y sus productores. Demasiados como para dar las gracias a todos.
El canadiense trae a la competici¨®n oficial de Cannes su ¨²ltima fatiga, la muy aplaudida Maps to the stars. O quiz¨¢s su ¨²ltima comedia, por decirlo a su manera. ¡°Todas mis pel¨ªculas son divertidas. Me preguntan cu¨¢ndo har¨¦ una comedia, pero creo que no he hecho m¨¢s que eso¡±, asegur¨®. Palabra de un tipo que film¨® a gente capaz de excitarse por los accidentes de coches, que rod¨® tiroteos salvajes y disparos en la cabeza. Precisamente Crash e Una historia de violencia, junto con Spider y Cosm¨®polis, representan los anteriores pasos del director por La Croisette, de la que se llev¨® un Gran Premio del jurado pero nunca la Palma de Oro.
Lo vuelve a intentar con un filme que sigue esa l¨ªnea de drama c¨®mico en el que todo se puede torcer tr¨¢gicamente. Aunque en este caso, Cronenberg se centra en el delirante mundo de Hollywood. Actores eg¨®latras, ni?os cuyo talento es tan prodigioso como su arrogancia, int¨¦rpretes neur¨®ticas, incestos y dem¨¢s delirios de omnipotencia componen una obra que reivindica su rol de aspirante muy seria a ganadora. En realidad, tanto disparate no es cosa solo del cine, por mucho que los chistes vayan de Nicole Kidman, HBO o Robert Downey Jr. ¡°Podr¨ªa ser Wall Street, Silicon valley, o cualquier otro lugar donde la gente es desesperadamente ambiciosa¡±, defendi¨®. ¡°El 72,5% del trabajo est¨¢ hecho¡± una vez escogido el reparto¡±, explic¨® tambi¨¦n, el realizador, que ven¨ªa con ganas de bromear. ¡°Buena parte del trabajo de un director es el casting¡±. Para Maps of the stars ha seleccionado a un ej¨¦rcito de caras famosas, llamadas a ridiculizar a su propio gremio: John Cusack, Julianne Moore, Robert Pattinson o Carrie Fisher. Todos, salvo esta ¨²ltima, se presentaron ayer.
Nunca se ha llevado la Palma de Oro, pero esta vez parece un firme candidato
Aunque, claro, fue sobre todo uno el que acapar¨® la atenci¨®n. Valga como ejemplo de las pasiones que despierta el exvampiro de Crep¨²sculo Robert Pattinson que el d¨ªa en que se anunci¨® la secci¨®n oficial uno de los temas m¨¢s debatidos en las redes sociales era si el actor acudir¨ªa. Fue, y tuvo que contestar a dos preguntas. La primera le plante¨® si fue mejor el coito con Julianne Moore en Maps to the stars o con Juliette Binoche en otro filme. La segunda cuesti¨®n, directamente desde el pa¨ªs del sol naciente, consisti¨® en pedirle un saludo para los fans japoneses. De ah¨ª que Pattinson se pasara la rueda de prensa poni¨¦ndose rojo. Por lo menos pudo explicar tambi¨¦n que le encant¨® trabajar con Cronenberg. Y lo mismo repitieron uno tras otro todos los miembros del reparto, usando t¨¦rminos como ¡°admiraci¨®n¡±, ¡°entusiasmo¡± e incluso ¡°miedo¡±. Tambi¨¦n relataron que el cineasta es meticuloso y que todo lo que est¨¢ en el filme estaba en el guion. ¡°Fue un ecosistema muy familiar: avaricia, miedo y desesperaci¨®n¡±, cont¨® Cusack.
A Cronenberg le preguntaron c¨®mo se reinventa una y otra vez: ¡°No creo que lo haga. Me entretengo. Un proyecto nuevo me inspira, porque me hago muchas preguntas sobre la condici¨®n humana y nuestra esencia¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.