La noche
Los resultados de las elecciones ya no nos quitan el sue?o. Pero seguimos siendo un pa¨ªs trasnochador. ?Es culpa de la tele?
Las noches electorales no son lo que eran: hace no tanto implicaban programas especiales de televisi¨®n hasta la madrugada, ministros leyendo datos muy provisionales cada rato, la tensa espera en el Palace o en G¨¦nova, caf¨¦ y bocadillos hasta el amanecer en las redacciones de los peri¨®dicos. Se moderniz¨® el recuento y hoy usted podr¨¢ acostarse con los datos casi definitivos de las europeas tres horas despu¨¦s del cierre de colegios. Eso si no se f¨ªa de resultados parciales que casi se solapan con los sondeos a pie de urna, esos que en tiempos nos guiaban varias horas.
Claro que antes del nuevo siglo hab¨ªa m¨¢s emoci¨®n por la pol¨ªtica. No somos ya una democracia joven e ilusionada pero trasnochamos igual. Los debates nos retrataron: el de Bruselas entre los aspirantes a la Comisi¨®n empez¨® a las 9 de la noche; el duelo espa?ol entre Arias Ca?ete y Valenciano lo hac¨ªa a las 11.
As¨ª es este pa¨ªs, y no hay quien pueda con ello. Haga fr¨ªo o calor, la (bendita) Liga de Campeones se juega siempre a las 8.45 de la noche, pero la Roja juega sus partidos como local a las 10, no vaya a ser que los vea alg¨²n ni?o. Programas familiares de todo tipo, incluidos concursos infantiles de talentos, acaban bien entrada la medianoche. Y el pobre Buenafuente, que se esmera con su En el aire en La Sexta, aparece a veces despu¨¦s de la 1 de la madrugada.
Un quijote llamado Ignacio Buqueras lleva a?os presionando a autoridades p¨²blicas y privadas, desde la llamada Comisi¨®n Nacional para la Racionalizaci¨®n de los Horarios, para que Espa?a deje de ser diferente. Esta vez ha logrado que la ministra Ana Mato escriba a las televisiones para proponerles que adelanten el prime time. Pero los canales replican que eso es empezar la casa por el tejado: solo si los espa?oles salen m¨¢s pronto de trabajar estar¨¢n cenados y en el sof¨¢ a horas m¨¢s tempranas. La tele no manda m¨¢s que su jefe.
Fue muy poco europeo eso de programar el gran debate a las 11, pero tampoco es que levantara pasiones y la audiencia fue discreta. Claro que la bomba sali¨® la ma?ana siguiente, justo cuando los candidatos deb¨ªan estar m¨¢s despiertos, y alguno no lo estaba.
Desde que vivimos el gran desenga?o no hay noche electoral que nos quite el sue?o. Hoy quien se acueste tarde lo har¨¢ porque se qued¨® viendo A¨ªda o El pelicul¨®n.
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