¡°Ni la raz¨®n ni la l¨®gica gobiernan nuestras vidas en Irak¡±
Ahmed Saadawi revive a Frankenstein en Bagdad para transmitir la angustia de sus habitantes
En el Irak actual, la violencia forma parte de la realidad cotidiana hasta extremos muy dif¨ªciles de superar. Tal vez por ello Ahmed Saadawi ha recurrido a la realidad como materia prima para su ¨²ltima novela, Frankenstein en Bagdad,que le ha hecho merecedor del Premio Internacional de Narrativa ?rabe de este a?o. Tanto es as¨ª que el presidente del jurado, el cr¨ªtico saud¨ª Saad al Bazei, ha detectado ¡°un ojo period¨ªstico en la expresi¨®n del estado en que viven los iraqu¨ªes¡±. Pero la obra de Saadawi no es en absoluto realista. De su mano, la violencia del Bagdad de 2005 adquiere tintes supranaturales que la convierten en algo tan incontrolable como una tormenta. Su Frankenstein es una met¨¢fora, de Irak y del ser humano.
¡°Durante la ¨²ltima d¨¦cada, Irak se ha convertido en un tema period¨ªstico central en la mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n internacionales, debido a la violencia y la r¨¢pida sucesi¨®n de acontecimientos. Pero la prensa no logra transmitir todo lo que ocurre¡±, declara el escritor en una entrevista por Internet desde Bagdad, donde reside. ¡°La literatura, y en particular la novela, ofrece una visi¨®n del ser humano desde dentro, el ritmo de la vida, sentimientos humanos y reflexiones, inquietudes y sue?os, deseos y quimeras. Son cosas que no funcionan en los medios y que ¨¦stos suelen obviar¡±, a?ade.
Saadawi ha echado la vista atr¨¢s y recurrido al monstruo imaginado por la brit¨¢nica Mary Shelley en el siglo XIX para contar el trauma de un pa¨ªs devastado por la guerra. Este nuevo Frankenstein, formado con trozos de v¨ªctimas de atentados, se dedicar¨¢ a vengar a aquellos cuyas partes le han dado vida.
¡°El Frankenstein bagdad¨ª es una met¨¢fora que nos representa a todos. En primer lugar, es una met¨¢fora de Irak, de nuestro mosaico de comunidades diversas; pero tambi¨¦n del ser humano, que est¨¢ lleno de contradicciones. A menudo, levantamos nuestro dedo acusador contra el exterior sin reparar en que nuestro interior est¨¢ lleno de oscuridad. No prestamos atenci¨®n a nuestra responsabilidad en el mal y creemos que siempre somos v¨ªctimas¡±, explica el novelista.
A menudo, levantamos nuestro dedo acusador contra el exterior sin reparar en que nuestro interior est¨¢ lleno de oscuridad
El nombre de Saadawi resulta novedoso no s¨®lo para el lector extranjero, sino tambi¨¦n para muchos ¨¢rabes. Es un signo de que los jurados del conocido como Booker ¨¢rabe, que desde 2008 entrega la Fundaci¨®n Emirates del Gobierno de Abu Dabi, han roto con una tradici¨®n muy arraigada en la zona de fijarse en escritores consagrados y se han abierto a nuevos narradores. Sin embargo, a sus 41 a?os, el autor iraqu¨ª, que adem¨¢s escribe poes¨ªa y guiones, tiene una destacada carrera previa. Sus dos novelas anteriores tambi¨¦n recibieron buenas cr¨ªticas: El pa¨ªs hermoso fue seleccionada mejor novela de 2004 por la revista Al Sada de Dub¨¢i, y Sue?a, juega o muere, publicada cuatro a?os despu¨¦s, mereci¨® que el Hay Festival brit¨¢nico de 2010 le considerara uno de los mejores escritores ¨¢rabes menores de 40 a?os.
¡°Mi carrera literaria no ha sido f¨¢cil. He afrontado muchos obst¨¢culos, pero tal es el caso de la mayor¨ªa de los iraqu¨ªes. He intentado comunicar y crear lo mejor que he podido, en una ciudad que carece de las condiciones de vida m¨ªnimas¡±, conf¨ªa sin esconder su satisfacci¨®n por el nuevo reconocimiento.
Entre las dificultades, este hombre que escribi¨® su primer cuento a los ocho a?os recuerda c¨®mo ¡°bajo la dictadura y durante las sanciones¡±, los autores iraqu¨ªes se ve¨ªan obligados a usar fotocopiadoras para sacar sus libros y entregarlos en mano a sus amigos. As¨ª public¨® tres poemarios hasta el a?o 2000, incluido Aniversario de malas canciones.
¡°La cultura es capaz de resistir incluso en circunstancias adversas¡±, asegura.
De hecho, su ¨²ltimo triunfo ha sido recibido entre sus colegas como un reconocimiento al aguante de Bagdad, una de las capitales de la cultura ¨¢rabe m¨¢s castigada en las ¨²ltimas d¨¦cadas por las guerras y las sanciones internacionales. ?l, por su parte, espera que sirva para dar a conocer a ¡°una generaci¨®n joven de novelistas iraqu¨ªes¡± que, afirma, est¨¢n ¡°al tanto de las novedades culturales del mundo y ofrecen obras atrevidas¡±.
El atrevimiento de su Frankenstein radica en la muy original mezcla de realidad y ficci¨®n. Mezcla que podr¨ªa emparentar con el realismo m¨¢gico y que, como ¨¦ste, s¨®lo es posible en un escenario vital muy particular, el desquiciado Irak que despu¨¦s de la guerra sigue en guerra.
¡°Me he apoyado mucho en los elementos fant¨¢sticos porque me permiten una gran libertad expresiva y me facilitan crear s¨ªmbolos y met¨¢foras, adem¨¢s de ofrecer al lector una perspectiva extraordinaria para leer la realidad de una forma nueva¡±, desvela Saadawi.
Al novelista le interesa lo fant¨¢stico y metaf¨ªsico en la escritura porque lo ve ¡°como una parte fundamental e integral de la realidad¡± en la que vive. ¡°Ni la raz¨®n ni la l¨®gica gobiernan nuestras vidas en Irak, ni en Oriente Pr¨®ximo en general. Con el clima de violencia que sacude al mundo ¨¢rabe, muchos piensan que atravesamos un momento de locura, no hay l¨®gica que pueda explicarlo¡±, manifiesta.
¡°Por supuesto, la novela no intenta ser un documental, sino que utiliza mucho la realidad como elemento. Pienso que el valor de una novela, adem¨¢s del placer y el atractivo de su lectura, radica en que impulsa al lector a revisar la realidad en la que vive e intentar comprenderla a fondo¡±, se?ala.
Los autores iraqu¨ªes se ve¨ªan obligados a usar fotocopiadoras para sacar sus libros que repart¨ªan en mano. As¨ª public¨® tres poemarios
Y la realidad del Irak actual es violenta. Casi 4.500 iraqu¨ªes han muerto desde principios de este a?o en atentados y enfrentamientos armados. Veinticinco al d¨ªa. Muy significativamente el libro comienza con un atentado suicida.
¡°La violencia viene siendo parte de la historia moderna de Irak por lo menos desde la ca¨ªda de la monarqu¨ªa en 1958, y ha seguido aumentando con la sucesi¨®n de golpes de Estado, la guerra entre Irak e Ir¨¢n, la invasi¨®n de Kuwait, con la subsiguiente Operaci¨®n Tormenta del Desierto¡¡±, recuerda Saadawi, quien precisa que ¡°la invasi¨®n estadounidense en 2003 no puso fin a esa situaci¨®n; al contrario, abri¨® una nueva ¨¦poca de violencia, con la guerra civil y la expansi¨®n del terrorismo, algo que se prolonga hasta el d¨ªa de hoy¡±.
En ese contexto, es comprensible que los iraqu¨ªes sientan que es imposible salir de ese c¨ªrculo vicioso. Se ven superados por las circunstancias. Pero ?qu¨¦ papel desempe?a el sectarismo? El escritor no esquiva el asunto m¨¢s espinoso que afronta su pa¨ªs en este momento.
¡°Es obvio que la cultura religiosa y popular no nos ofrece soluciones para acabar con el sectarismo. Tenemos que encontrar una perspectiva moderna y laica. Hay que proteger los derechos religiosos y culturales de todas las confesiones, pero en la vida p¨²blica debe imperar la Constituci¨®n y las leyes [deben ser iguales] para todos los ciudadanos sin distinci¨®n¡±, manifiesta aun a riesgo de molestar a los islamistas, tanto chi¨ªes como sun¨ªes, que hoy monopolizan el debate pol¨ªtico (y alientan con ello la violencia).
El escritor se muestra satisfecho de que su novela haya ayudado a muchos lectores ¨¢rabes a entender c¨®mo han vivido los iraqu¨ªes bajo el peso de a?os de miedo y terror. ¡°En algunos mensajes que me han enviado me cuentan que desconoc¨ªan lo que estaba ocurriendo en Irak¡±, asegura.
Ahora conf¨ªa en que el premio le permita alcanzar a un p¨²blico m¨¢s amplio. Junto a los 50.000 d¨®lares (unos 36.500 euros) con que est¨¢ dotado, el galard¨®n asegura tambi¨¦n la traducci¨®n al ingl¨¦s y la difusi¨®n internacional. Sin embargo, el proceso puede ser lento. La novela saud¨ª que gan¨® la edici¨®n de 2010, Echar chispas, apenas acaba de publicarse en ese idioma.
?Resultar¨¢ atractivo Frankenstein en Bagdad fuera del mundo ¨¢rabe?
¡°No lo s¨¦. Aunque la novela versa sobre la realidad local, tambi¨¦n plantea una serie de cuestiones humanas y existenciales, y eso interesa mucho en cualquier parte del mundo. Adem¨¢s, ofrece una ventana a trav¨¦s de la cual el lector extranjero puede asomarse a lo que ocurre en Irak, o conocer algo por lo menos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.