Isabel Coixet mete miedo

As¨ª viene a veces la vida. Durante cuatro a?os Isabel Coixet (Sant Adri¨¤ de Bes¨®s, 1960) estuvo preparando proyectos de ficci¨®n y rodando documentales. Es decir, su nombre solo sonaba entre los aficionados porque aparec¨ªa en las noticias de cotilleos de la industria. De repente, tuvo un impulso y dirigi¨®, impulsada por lo que ve¨ªa a su alrededor, Ayer no termina nunca. Y empez¨® a rodar: primero, una de terror en el Reino Unido, Panda eyes, cuyo t¨ªtulo definitivo es Another me, Mi otro yo en su estreno hoy en Espa?a; despu¨¦s en Nueva York Learning to drive con Ben Kingsley y Patricia Clarkson; y ahora rueda en Canarias Nobody wants the night, con Juliette Binoche, Gabriel Byrne, Rinko Kikuchi y guion de Miguel Barros.

As¨ª que habr¨¢ Coixet para rato. "Aqu¨ª me tienes con un beb¨¦ a punto de terminarle", contesta al tel¨¦fono la directora, metida a promocionar una pel¨ªcula desde el rodaje de otra. "Bueno, esto es ser cineasta". Sobre la racha, Coixet explica: "Estuve muchos a?os escribiendo, reescribiendo proyectos. Por ejemplo, yo le¨ª el guion de Nadie quiere la noche hace cuatro a?os, y hace tres se lo ense?¨¦ e Binoche en el festival de teatro de Avi?¨®n. Cuando empec¨¦ el casting de Mi otro yo la elegida como protagonista, Sophie Turner, sal¨ªa en la primera temporada de una serie que no era conocida, Juego de tronos, y ahora es una locura. Learning to drive, que rod¨¦ el a?o pasado en Nueva York, es el guion que hace ocho a?os me pasaron Kingsley y Clarkson cuando trabajamos juntos en Elegy. Bueno, empujas cosas que parecen que salen y fracasan y al rev¨¦s... Todo ha sido una casualidad. Yo tambi¨¦n he estado en proyectos que no han fructificado". Por ejemplo, adaptar una novela de Roberto Saviano, por la que Coixet se puso a aprender italiano. "Pero se cay¨® la financiaci¨®n":

Cuando a Coixet le ofrecieron adaptar el libro hom¨®nimo de Catherine MacPhail, no dud¨® mucho: "Estaba buscando algo que no tuviera que ver con lo que normalmente me gusta. Quer¨ªa hacer algo de g¨¦nero, que no pareciera m¨ªo ni contuviera mis obsesiones, y que s¨ª me acercara al mundo adolescente. El encargo me atrajo, y sobre todo porque entonces no estaba tan presente en el cine como ahora lo del doble. Recuerdo cuando vi El otro, de Robert Mulligan, en la televisi¨®n. Me dio mucho miedo". A¨²n as¨ª, hay detalles que recuerdan que estamos ante un producto Coixet. Por ejemplo, una est¨¦tica que recuerda al terror japon¨¦s. "Me encantar¨ªa que se notara, porque una de las pel¨ªculas que m¨¢s miedo me han dado nunca fue The ring, la original japonesa. Recuerdo haberla visto como jurado en el festival de Sitges y yo que no soy muy miedosa tuve pesadillas durante d¨ªas. Me ha influido mucho D¨¦jame entrar". Es cierto que en el paisaje -bloques de apartamentos en los que parece vivir poca gente, silencios en los patios de vecinos, un ¨¢rbol solitario entre el cemento- es muy cercano. "Encontramos este barrio de Cardiff con todos los detalles, no adornamos nada". Para alguien que no encuentra diferencias entre rodar en ingl¨¦s y espa?ol, era el espacio perfecto.

El mundo es mucho mejor con Geraldine Chaplin dentro"

Por cierto, lo del adolescente puede tener relaci¨®n con la edad de su hija. "S¨ª, aunque es cierto que la relaci¨®n maternofilial tambi¨¦n me sirve para aprender cosas de m¨ª misma... y reconocer en algunas de mis frases los comentarios de mi madre. Es un cl¨¢sico. Mi hija solo ve pel¨ªculas de terror... es otro planeta. Puede que as¨ª exorcice sus miedos. Y esta pel¨ªcula va por ah¨ª".

No es su primera vez en un g¨¦nero: su primera pel¨ªcula, Demasiado viejo para morir joven (1989) beb¨ªa del thriller. "No lo he hecho para desquitarme o por un mal sabor de boca, que s¨ª que me dej¨® mi debut. Tambi¨¦n es cierto que me lo tomaba todo entonces a la tremenda. No, yo buscaba algo de terror psicol¨®gico, de vecinos y ascensores, de espejos, de detalles cotidianos y una amenaza que nace dentro de la familia. Algo contenido y sencillo". Aunque para g¨¦nero, Geraldine Chaplin, que parece ella misma todo un g¨¦nero cinematogr¨¢fico: "Para m¨ª ha sido un descubrimiento brutal. Estoy enamorada de ella: es de una inteligencia y energ¨ªa... La adoro, y estar¨¢ en mi pr¨®xima pel¨ªcula. El mundo es mucho mejor con Geraldine Chaplin dentro". Un cameo: el de otra amiga, Leonor Watling. "Ella se me queja de que quiere ser m¨¢s prota. Lo entiendo y eso est¨¢ en v¨ªas de solucionarse". Y cerrando una trilog¨ªa de actrices, Juliette Binoche. "Trabajar con ella es pasar un examen cada secuencia. Es la actriz m¨¢s dedicada, m¨¢s estudiosa y obsesiva con la que he trabajado. Ella se ha estado meses estudiando la vida de su personaje, Josephine?Diebitsch Peary [exploradora y esposa de otro gran aventurero, Robert Peary, que se autoadjudic¨® ser el primer ser humano en alcanzar el Polo Norte]. Cuando est¨¢ delante de la c¨¢mara tambi¨¦n te da much¨ªsimo y se ven todos los personajes que ha hecho".

Siempre habr¨¢ qui¨¦n te apruebe y qui¨¦n te suspenda. Y aprender eso es parte de madurar"

?Se siente poco apreciada en Espa?a y m¨¢s fuera? "No pienso en estos t¨¦rminos. T¨² vas haciendo cosas y cuando ya eres mayor sabes que habr¨¢ gente a la que le gustar¨¢ y gente a la que no. No pienso mucho en si caigo bien o no, o si conecto con el p¨²blico. Ojal¨¢ ocurra. Sin embargo, no me preocupa si le caigo mal a alguien porque siempre habr¨¢ qui¨¦n te apruebe y qui¨¦n te suspenda. Y aprender eso es parte de madurar". Puede, pero hay cineastas que radicalizan a la audiencia en a favor o en contra, que no dejan tibios a los espectadores... y Coixet es una de ellos. "S¨ª, ?verdad? [risas]. Bueno, ser¨¢ como lo del Betis o el Sevilla. Casi prefiero la radicalidad, porque lo del rollo tibio no me va. Algo o alguien me gusta y rechazo al resto. Yo misma soy radical en mis gustos. Hay cineastas que les gustan a mucho y a m¨ª me horrorizan". ?Por ejemplo? "Michael Haneke, y cuando le conoc¨ª fue peor. En las distancias cortas no gana nada. Cuando Binoche, con la que discuto mucho este tema, se me pone hiperdram¨¢tica, le grito: '?No me hagas un Haneke, por favor!".

En mitad de la despedida, una petici¨®n: "Anda, preg¨²ntame para que te cuente algo malo de Mi otro yo, que te va a gustar". No se hable m¨¢s. "Lo mejor ha sido, adem¨¢s de las mencionadas, trabajar con Sophie Turner y Rhys Ifans. Ella es una valquiria, desborda energ¨ªa y disciplina y a la vez posee gran pureza. Y ¨¦l supo crear el ambiente, haciendo de padre hasta fuera del plat¨®". Redoble de tambores: ?lo peor? "Jonathan Rhys Meyers. Si hay un actor con el que no volver¨¦ a trabajar es ¨¦l. Es muy guapo, pero de un indisciplinado y atormentado que no... Tiene potencial, sin embargo comunicarse con ¨¦l fue muy dif¨ªcil. Yo tengo mucha, mucha paciencia, y ¨¦l me la acab¨®. Ha superado cualquier experiencia mala previa. Y lo hemos sufrido todos".