La chica a la que le daba miedo leer
¡®Ni?a¡¯, un cuento infantil de Vila-Matas, ma?ana con EL PA?S por 6,95 euros
Personajes que navegan entre realidad y ficci¨®n y un aire metaliterario. Dos de los trazos caracter¨ªsticos que surcan irremediablemente la obra del escritor Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948). Incluida la dirigida a los m¨¢s peque?os. Como Ni?a, el primer cuento infantil del autor, editado por Alfaguara dentro de la colecci¨®n Mi primer..., coordinada por Arturo P¨¦rez-Reverte.
El relato, ma?ana con EL PA?S por 6,95 euros, cierra el compendio de ocho t¨ªtulos distribuido por este peri¨®dico desde el 18 de mayo. Mario Vargas Llosa, el propio Reverte, Javier Mar¨ªas, Eduardo Mendoza, Almudena Grandes, Juan Mars¨¦ y Luis Mateo D¨ªez son los autores que han aceptado, aunque sea por una vez, escribir para los hijos, sobrinos y primos de sus lectores habituales.
Chicos como Anita, la protagonista de Vila-Matas a la que todos llaman ¡°Ni?a¡± y que desarrolla un mundo paralelo en el que refugiarse del aburrido universo de los adultos. En ¨¦l, su formal hermano Juanito se transforma en el divertido Juanote, y la casa de veraneo es en realidad un barco pirata. Todo, porque Ni?a tiene miedo de las letras. De la aparente inmensidad de los libros.
Para la trama, la fobia de Ni?a al alfabeto, Vila-Matas se inspir¨® en los recuerdos de su padre, de 92 a?os. ¡°En los ¨²ltimos tiempos evoca m¨¢s recuerdos muy lejanos que recuerdos cercanos. Y as¨ª no es raro o¨ªrle impresionantes historias de su vida que se remontan a la Barcelona de los a?os veinte¡±, cuenta el escritor. A los cinco a?os, Vila-Matas padre cre¨ªa que cada letra de cada libro era distinta y se negaba a aprender tal cantidad de s¨ªmbolos. Vila-Matas abuelo, tuvo que explicarle que las letras no eran infinitas y que solo deber¨ªa memorizar 27. Un verdadero alivio.
El relato del escritor catal¨¢n cierra la colecci¨®n de libros para ni?os
La inspiraci¨®n lleg¨® sin gran dificultad (aunque el escritor reconozca que la an¨¦cdota paterna le salv¨® ¡°en un momento de apuro¡±), pero el argumento no era lo que m¨¢s preocupaba al autor. Como a otros de sus compa?eros, lo que inquietaba a Vila-Matas era los necesarios cambios en el lenguaje cuando se escribe para un p¨²blico infantil. ¡°Ten¨ªa que redactar con una sencillez que percib¨ª muy dif¨ªcil, pues tiendo a escribir una primera frase y luego en la segunda me lanzo a complicarlo todo, hasta desmentir incluso lo que dice esa primera frase¡±. Eso, claro, no parec¨ªa servir para un chaval de ocho a?os.
Si no llega a ser por el poder de persuasi¨®n de P¨¦rez-Reverte, quiz¨¢s el autor de obras como Extra?a forma de vida o Par¨ªs no se acaba nunca jam¨¢s se hubiera lanzado al infantil. ¡°Entre otras cosas porque en la vida real no s¨¦ hablarles a los ni?os ni logro nunca que ellos me hablen a m¨ª¡±, confiesa. La literatura conduce a caminos extra?os: a saber cu¨¢ntas conversaciones habr¨¢ tenido Vila-Matas con sus j¨®venes lectores a trav¨¦s de Ni?a.
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