Objetos de compa?¨ªa
'Las l¨¢grimas de las cosas' explora la relaci¨®n de fot¨®grafo y espectador con lo inanimado
Helga de Alvear le pidi¨® consejo a Rosalind Williams, que en los ochenta dirigi¨® Redor, una de las primeras galer¨ªas de fotograf¨ªa de Espa?a. Quer¨ªa comprar obra fotogr¨¢fica, pero no sab¨ªa por d¨®nde empezar. La especialista le sugiri¨® dos nombres: Joan Fontcuberta y Javier Vallhonrat.
Ese solo fue el principio. A esos dos le siguieron muchos m¨¢s: Ai Weiwei, Thomas Demand, Nan Goldin, Rodney Graham, Robert Mapplethorpe, Bernd & Hilla Becher... Hoy la colecci¨®n de la galerista alemana suma casi 800 fotograf¨ªas y v¨ªdeos.
La tarea de encontrar un relato com¨²n entre esos centenares de piezas recay¨® en Marta Gili, directora del museo Jeu de Paume de Par¨ªs y veterana comisaria, quien recuerda una cita de Walter Benjamin ¡ª¡°para el coleccionista el objeto pose¨ªdo es la relaci¨®n m¨¢s ¨ªntima que se pueda tener con las cosas¡±¡ª para ilustrar la sensaci¨®n de voyeur que le acompa?¨® durante el proceso de selecci¨®n de las obras. ¡°Una colecci¨®n no es una visi¨®n institucional sino personal, por eso uno siente que se est¨¢ inmiscuyendo en las cosas de alguien, que le han invitado a casa y se ha puesto a hurgar en los cajones¡±, explica.
Indiscreta, quiz¨¢s, ardua, sin duda, result¨® la misi¨®n de encontrar ese hilo apenas perceptible que conectase la disparidad de piezas de la colecci¨®n. ¡°Al final me di cuenta de que hab¨ªa una obsesi¨®n de los artistas por los objetos¡±.
Luego cayeron en sus manos los versos de la Eneida de Virgilio, Las l¨¢grimas de las cosas, que da t¨ªtulo a la exposici¨®n. ¡°Me parecieron interesantes po¨¦tica y pol¨ªticamente, quer¨ªa ver c¨®mo estas cosas se relacionan con nuestras vidas¡±. Esa composici¨®n del poeta latino ¡ª¡°?Hay alg¨²n lugar en la tierra que no est¨¦ lleno de nuestros esfuerzos? ¡ Hay l¨¢grimas en las cosas y lo mortal conmueve el alma¡±¡ª y su resonancia posterior en Jorge Luis Borges ¡ª¡°Sin que nadie lo sepa, ni el espejo, / ha llorado unas l¨¢grimas humanas. / No puede sospechar que conmemoran / todas las cosas que merecen l¨¢grimas¡±¡ª, son el punto de partida del recorrido de la muestra, que puede verse hasta el pr¨®ximo 11 de enero en la Fundaci¨®n Helga de Alvear de C¨¢ceres.
El relato de Gili se divide en cinco cap¨ªtulos ¡ªFormas y tipolog¨ªas, Apariciones y desapariciones, Espacios entre lugares, Arqueolog¨ªa del poder y La melancol¨ªa de las cosas¡ª que nos permiten asomarnos a la obsesi¨®n de los fot¨®grafos por lo inanimado desde distintas perspectivas.
Durante d¨¦cadas, Edward Ruscha captur¨® sistem¨¢ticamente aparcamientos urbanos para su serie Parking Lots (1967-1999). Seg¨²n Gili, con humor e iron¨ªa, estas im¨¢genes del estadounidense ¡°hablan de la forma en que construimos la ciudad, nuestra vida cotidiana, nuestro mundo¡±, del mismo modo que las variaciones del matrimonio formado por Bernd & Hilla Becher, nos hablan de otro mundo: la pareja consagr¨® toda su trayectoria (Bernd falleci¨® en 2007) a retratar, de forma sencilla y frontal, f¨¢bricas, minas, acer¨ªas, esos edificios ¡°donde el anonimato es el estilo aceptado¡± y que hoy forman parte de nuestro pasado industrial.
Hay que aclarar que en la exposici¨®n abundan las cosas, pero tambi¨¦n hay personas. Est¨¢n presentes las modelos que protagonizan las puestas en escena de la italiana Vanessa Beecroft, a quienes la artista somete a una inmovilidad casi inanimada, tambi¨¦n los hombres y mujeres que posan para Thomas Ruff, que fotograf¨ªa objetos y humanos con id¨¦ntica neutralidad. ¡°Creo que la fotograf¨ªa s¨®lo puede reproducir la superficie de las cosas. Lo mismo puede decirse de un retrato. Hago fotos de personas del mismo modo que las har¨ªa de un busto de yeso¡±, ha dicho el alem¨¢n.
Como en la obra de Ruscha, tambi¨¦n se intuye el humor ¡ªuna de sus se?as de identidad¡ª en la serie de fotograf¨ªas de aeropuertos del d¨²o suizo Fischli & Weiss, que nos hace pensar en la estandarizaci¨®n de los espacios. Visto un aeropuerto, un avi¨®n, un hangar, vistos todos. Ellos, se?alaban en una entrevista, est¨¢n en el extremo opuesto del arte pop, que convert¨ªa en icono cada objeto cotidiano que tocaba.
Esas cosas banales en las que apenas reparamos en el d¨ªa a d¨ªa, esos ¡°rel¨¢mpagos de cotidianidad¡±, como ¨¦l los llama, permiten al fot¨®grafo brit¨¢nico Paul Graham entablar con el espectador un di¨¢logo sobre cuestiones sociales y pol¨ªticas, que son las que verdaderamente le importan. Un ejemplo revelador: Sin t¨ªtulo, Espa?a. Monedas sobre un estante (de la serie Nueva Europa), fechada en 1988.
En las composiciones de Graham, como en la propia exposici¨®n, caben muchas historias, y Marta Gili insiste en que la suya es una de las muchas que podr¨ªan contarse a partir de la colecci¨®n de fotograf¨ªa y v¨ªdeo de Helga de Alvear. En realidad, sostiene, se trata de que cada uno escriba la suya al recorrer las salas del edificio enclavado en el caso hist¨®rico de C¨¢ceres porque lo que importa es otra cosa. En palabras de Francis Al?s: ¡°Creo que el artista puede intervenir provocando una situaci¨®n que obligue a dejar atr¨¢s la vida cotidiana y comenzar a ver las cosas de nuevo, desde un punto de vista diferente, aunque sea durante un instante¡±.
Las l¨¢grimas de las cosas. Fundaci¨®n Helga de Alvear. Pizarro, 8. C¨¢ceres. Hasta el 11 de enero de 2015.
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