Jos¨¦ Garc¨ªa Nieto y el misterio de la poes¨ªa en seis in¨¦ditos
En el centenario del nacimiento del poeta y premio Cervantes, se publica una antolog¨ªa de su obra con prosas po¨¦ticas (el enigma de la literatura) y una carta dirigida a su nieta sobre la esperanza
Toda pasi¨®n es temblor. Y un juego de preguntas a lo matrioska. Eso incluye el misterio de la literatura y el enigma de la poes¨ªa en los que tanto explor¨® Jos¨¦ Garc¨ªa Nieto (Oviedo, 1914-Madrid, 2011). Versiones de esas preguntas, reflexiones y pasiones acaban de hacerse p¨²blicas con motivo del centenario del nacimiento el 6 de julio de un poeta sobre el que parece haber ca¨ªdo un velo y que ahora se quiere descorrer. Son seis textos in¨¦ditos en prosa po¨¦tica, como colof¨®n de una nueva edici¨®n remozada de su antolog¨ªa Poes¨ªa (Fundaci¨®n Banco Santander) que tiene un emotivo regalo, al final del todo y para todos los tiempos: Carta a una ni?a peque?a:
¡°El mundo que te rodee no s¨¦ c¨®mo ser¨¢. Mi amor no te pedir¨¢ nunca nada, ni siquiera el recuerdo si el recuerdo se ha borrado¡±.
Palabras de Garc¨ªa Nieto, premio Cervantes y acad¨¦mico de la RAE, dirigidas en una carta a su nieta Sara para cuando ella tuviera diez a?os, veinte a?os, treinta a?os, o m¨¢s. Cuatro p¨¢ginas escritas a m¨¢quina que son una lecci¨®n de sabidur¨ªa y sentimientos que merecen ser le¨ªdas y compartidas¡ La primera en hacerlo ha sido Sara, aquella ni?a que se abrazaba a las piernas del abuelo, al leer la carta al p¨²blico que asisti¨® al homenaje a su abuelo en el Instituto Cervantes de Madrid, en uno de cuyos pasajes ¨¦l dice:
¡°Las cartas no son de nadie. Ni de quien las ha escrito ni de quien las recibe. Las cartas son el adem¨¢n de un alma en vilo que nadie puede retener, del que nadie puede apropiarse. (¡) Acaso te refugies en estas l¨ªneas cuando te encuentres de vuelta de todas las palabras y estas m¨ªas te suenen como ajenas o impertinente¡±.
Fue uno de los escritores que m¨¢s contribuy¨® a quitar el polvo y los escombros que hab¨ªan ca¨ªdo y pretend¨ªan asfixiar la creaci¨®n despu¨¦s de la Guerra Civil espa?ola escribe sobre el misterio de la escritura
Antes de llegar y continuar con este regalo en el libro, uno de los escritores que m¨¢s contribuy¨® a quitar el polvo y los escombros que hab¨ªan ca¨ªdo y pretend¨ªan asfixiar la creaci¨®n despu¨¦s de la Guerra Civil espa?ola escribe sobre el misterio de la escritura. Sobre de d¨®nde viene, c¨®mo aparece y para qu¨¦ sirve esa luz po¨¦tica que deja filtrar la vida en las personas. De los nueve art¨ªculos publicados en este volumen seis son in¨¦ditos: Creo en la poes¨ªa, ?Debo escribir?, Belleza con esfuerzo, Verano de septiembre, Hago de sobresaliente de espadas¡ y Texto para una po¨¦tica. Los otros tres parecieron en los a?os 50 en el diario ABC: Poes¨ªa¡ ?eres t¨²?, Jueces para un premio de poes¨ªa y El oficio de escritor.
¡°Creo que no se puede explicar un poema; mucho menos, lo que entendemos por poes¨ªa. Si, por otra parte, la po¨¦tica tiene que preceder a la poes¨ªa, hay que recordar lo que dijo Unamuno: ¡®La poes¨ªa es cosa de postcepto, no de precepto¡±. Es lo que pensaba el autor de obras como T¨² y yo sobre la tierra (1944), Tregua (1951), Sonetos para mi hija (1953), Memorias y compromisos (1966) o Mar viviente (1989).
Era el poeta que ve¨ªa su poes¨ªa como ¡°duelos y quebrantos¡± y que tem¨ªa perderla porque estaba convencido de que nada pose¨ªa la verdad; aunque sab¨ªa que viv¨ªa ¡°en el enga?oso artificio de esa posesi¨®n¡±. Un Garc¨ªa Nieto de ¡°gran generosidad¡± que desde revistas como Garcilaso, Canto o Poes¨ªa Espa?ola apoy¨® a varias generaciones, recuerda Joaqu¨ªn Benito de Lucas, encargado de la introducci¨®n y selecci¨®n de la antolog¨ªa. Para Paloma Garc¨ªa Nieto, hija del poeta y presidenta de la Fundaci¨®n que lleva su nombre, en esta publicaci¨®n se aprecia la evoluci¨®n de su padre desde el principio ¡°y contribuye a promocionar y difundir su figura y a enriquecer su obra¡±. Para Benito de Lucas, se trata de un poeta que estimul¨® la poes¨ªa ¡°hasta extremos sorprendentes", y, asegura, que no hay otro poeta de su ¨¦poca que no quisiera publicar con ¨¦l.
Y una y otra vez se ve¨ªa acompa?ado de un corro repetitivo formado por dos preguntas: ?para qu¨¦ se escribe? y ?por qu¨¦ se escribe?. La respuesta, una de sus respuestas, dec¨ªa Garc¨ªa Nieto, est¨¢ en que ¡°los perseguidores de gloria saben bien que s¨®lo es un fantasma que corre ante ellos, vago, desconocido y veloz, al que jam¨¢s podr¨¢n alcanzar ni conocer, el que nunca tendr¨¢ una medida satisfactoria para una acendrada y exigente vocaci¨®n, el que siempre ser¨¢ sordo al grito apremiante que lancemos para su encuentro¡±.
Para hallar todo eso, para buscarlo, al menos, en la poes¨ªa como en todas las artes, Garc¨ªa Nieto, escribe que es fundamental ¡°la primera soledad y desamparo del artista en el acto de su creaci¨®n. Un abismo se abre para ¨¦l a los lados de la aventura. Tiene que caminar solo, sin meta esperanzadora, sin vecindad estimulante, sin apoyatura v¨¢lida¡±.
La po¨¦tica es con frecuencia una ingenua aproximaci¨®n a lo inalcanzable. En el mejor de los casos es una confesi¨®n, mientras se va la vida, arrancada de un potro de tortura
Una vez escrito el poema y publicado la chispa se enciende entre el autor y el lector. porque es este ¨²ltimo quien completa todo. Garc¨ªa Nieto se muestra convencido de que un poema no se puede explicar, "mucho menos, lo que entendemos por poes¨ªa". Y la suya es la de un hombre que habl¨® solo? en sus libros y que no se le¨ªa as¨ª mismo. Tal vez porque cuando se o¨ªa as¨ª mismo daba siempre con su tristeza. Una po¨¦tica, dice, "es con frecuencia una ingenua aproximaci¨®n a lo inalcanzable. En el mejor de los casos es una confesi¨®n, mientras se va la vida, arrancada de un potro de tortura".
Rodeado y motivado por el misterio de la literatura, de la poes¨ªa y acto de crear, Jos¨¦ Garc¨ªa Nieto ten¨ªa un espacio especial para su nieta. Se preocupaba por el futuro, en especial el de ella y por eso le escribe esa carta que ella leer¨¢ con los a?os. Una carta cuyo coraz¨®n est¨¢ en el comeinzo:
"Sara, querida ni?a: Vas a vivir en un tiempo en el que yo no voy a estar, en unos tiempos, distintos, para los que te escribo esta carta. Pero hay cosas que son de siempre, como la soledad, o el amor, o la tristeza; tambi¨¦n la esperanza. Procura no olvidar esta palabra, leerla en esas horas en las que yo no podr¨¦ ya pronunciarla".
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