Aparato
Mientras el aparato se decide a resolver la ecuaci¨®n queda una pregunta en el aire. ?Son conscientes los militantes de lo que se est¨¢n jugando?
La palabra m¨¢s utilizada durante la campa?a de primarias entre los socialistas ha sido aparato. Existe una sospecha latente al grado de manejo sobre el resultado que el domingo pueda imponer el aparato del partido. Desde fuera, incluidos los debates y presencias medi¨¢ticas de los tres candidatos, sorprende un poco la menci¨®n al aparato, porque uno considerar¨ªa que el aparato es el partido y no una cosa dentro del partido que responde a poderes regionales, locales o familiares. De entre todas las entrevistas posibles se ha echado en falta una a cara descubierta con el aparato. En aquellos lugares donde el partido a¨²n dispone de poder es donde se sospecha que el aparato acciona sus resortes con m¨¢s contundencia, porque los partidos son maquinarias de invasi¨®n administrativa. Donde no hay poder hay m¨¢s rencilla, pelea y desaz¨®n, as¨ª que se hace imprevisible saber hacia d¨®nde tirar¨¢n los que no responden al aparato.
El aparato es un fantasma. Todos lo ven, pero nadie le ha hecho una foto. Y pese a que el aparato es organizado, fuerte y decisivo, ning¨²n candidato quiere que lo asocien al aparato. Se est¨¢ tratando la renovaci¨®n del partido, as¨ª que el aparato es el enemigo. Pero es el enemigo decisivo en la votaci¨®n, el enemigo que todos querr¨ªan como amigo invisible. Y en esa contradicci¨®n ha transcurrido la campa?a de primarias que, por problem¨¢tica y frustrante que resulte, es mejor que otros procesos personalistas, autoritarios o de asamblea atenazada.
Pero mientras el aparato se decide a resolver la ecuaci¨®n queda una pregunta en el aire. ?Son conscientes los militantes de lo que se est¨¢n jugando? Porque el partido est¨¢ en el alambre, a un paso de la irrelevancia, minoritario en demasiados lugares del pa¨ªs, percibido como jur¨¢sica, carente de flexibilidad e incapaz de elaborar un discurso con propuestas creativas pero cre¨ªbles y opciones de cambio realistas pero que desactiven el cabreo incendiario de tantos que anhelan renovar de una vez la pol¨ªtica nacional ante tanta estafa continuada. ?Qu¨¦ dice el aparato de todo eso? O quiz¨¢ el aparato prefiere seguir siendo aparato aunque ya no haya partido. Le ha pasado a la selecci¨®n brasile?a de f¨²tbol. Ten¨ªa un aparato s¨®lido, fuerte, robusto, asentado, pero resulta que no ten¨ªa f¨²tbol dentro, solo ten¨ªa aparato.
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